Los planetas se mueven de dos formas principales: rotación sobre su eje, que determina la duración de su día, y translación alrededor del Sol en órbitas elípticas que completan en periodos de tiempo diferentes dependiendo de su distancia, formando así su año. La mayoría de los planetas giran casi en el mismo plano a excepción de Plutón, que tiene una órbita más inclinada, excéntrica y alargada.