Este poema anima al lector a no rendirse y a seguir adelante cuando se sienta cansado o derrotado. A través de imágenes de caminar por un sendero, el poema insta al lector a recordar que siempre es posible comenzar de nuevo y seguir adelante con fe y determinación, aunque a veces sea difícil. El poeta pide al lector que anime a otros cuando los vea desanimados, recordándoles que siempre hay esperanza de continuar el viaje.