El documento analiza las regularidades de la política exterior del gobierno de Néstor Kirchner. Explica que la política exterior argentina desde 1983 se construyó a partir de un equilibrio entre tendencias autonomistas y de inserción con Estados Unidos. También describe el escenario internacional previo, señalando que la administración de Bush priorizó una agenda de seguridad unilateral y abandonó el multilateralismo. Finalmente, indica que a pesar de esto, la atención de Estados Unidos en Medio Oriente le dio a Argentina más autonomía para consolidar políticas regionales.