El documento describe cuatro platillos típicos de la gastronomía italiana: la pizza, el risotto, la lasagna y los ravioli. La pizza se hace con pan plano, salsa de tomate y queso mozzarella. El risotto es un platillo de arroz de la provincia de Génova que se complementa con nata y queso. La lasagna es una pasta servida en capas alternando salsa de carne y quesos. Los ravioli son cuadrados de pasta rellenos que varían según la región.