El software educativo permite el aprendizaje autónomo y el desarrollo de habilidades cognitivas mediante técnicas de inteligencia artificial. Presenta una secuencia de enseñanza que incluye métodos de evaluación automática como preguntas cerradas, pero corre el riesgo de convertirse en una máquina de memorización si los aprendices pierden interés rápidamente. El software busca mantener el interés de los aprendices mediante premios visuales que evitan que el conocimiento se convierta en algo memorizado.