Este documento habla sobre la importancia de soportar las debilidades de los hermanos débiles en la fe. Citando a Romanos 15, enseña que debemos recibir a los demás como Cristo nos recibió, para traer gloria a Dios. Al soportar las flaquezas de otros en unidad y con paciencia, se promueve la edificación del cuerpo de Cristo y la glorificación de Dios.