Papelucho tiene una enfermedad llamada "dix-leso" que le impide ir a la escuela por un tiempo. Aburrido en su casa, encuentra un auto sin gasolina que resulta ser robado. Un policía lo encuentra cuidando el auto y piensa que es sospechoso del robo. Papelucho logra convencer al policía de su inocencia explicando que envió a los verdaderos ladrones a una estación de servicio lejana para retrasarlos y poder jugar con el auto.