La tuberculosis puede afectar diversos órganos como los pulmones, ganglios linfáticos, laringe, nariz y oídos. Se transmite principalmente por vía aérea y su agente causal más común es Mycobacterium tuberculosis. Afecta sobre todo a poblaciones vulnerables y países en desarrollo. Su diagnóstico requiere exámenes bacteriológicos e histopatológicos y se trata principalmente con antibióticos antituberculosos.