Toulouse-Lautrec superó su condición física a través del arte, retratando la vida nocturna en Montmartre sin juicios. Su agudo trazo capturó las estrellas de París y exploró su psicología, marcando profundamente el cartel y la ilustración en el umbral del siglo XX. La exposición sigue una lógica temática y cronológica para describir su obra pictórica y gráfica.