Carlos IV abdica la Corona de España y de las Indias en favor de Napoleón en mayo de 1808 en Bayona, Francia, justificando su decisión debido a las divisiones en su familia y la necesidad de restaurar el orden. Carlos establece dos condiciones para la cesión: que se mantenga la integridad de España y las Indias, y que la religión católica sea la única permitida. Fernando VII posteriormente también renuncia a la Corona a favor de Napoleón. Las abdicaciones se producen en un contexto de debilidad del Estado espa