El profeta Eliseo visita a una mujer rica que lo acoge generosamente. Como recompensa, Eliseo le promete que tendrá un hijo a pesar de su edad avanzada. San Pablo explica que el bautismo nos une a la muerte y resurrección de Cristo, liberándonos del pecado. Jesús advierte que seguirlo requiere desprenderse de apegos mundanos y amarlo sobre todas las cosas.