El documento explora las preguntas sobre qué es el arte y si es subjetivo u objetivo. Argumenta que aunque depende de la opinión del artista, el público también tiene derecho a entender y apreciar el arte. También discute si el arte debe expresar belleza o puede ser feo, y si ha perdido sus normas de calidad. Concluye sugiriendo que el arte actual puede ocultar la verdad y que los artistas no son necesariamente creadores, sino que transforman, descubren e interpretan la realidad.