Este documental muestra cómo el mundo se deterioraría si los humanos desaparecieran repentinamente, con la naturaleza reclamando gradualmente las ciudades y la vida silvestre propagándose sin control. Los animales domésticos y de zoológico se dispersarían y las instalaciones industriales explotarían, liberando humos tóxicos. Aunque la naturaleza florecería sin la huella humana, el mundo se volvería peligroso e inhóspito.