El documento discute procesos y estrategias para afirmar la identidad cultural, como apelar a significados culturales distintivos y desarrollar procesos negociados para resignificar contenidos culturales. También habla de usar contenidos culturales vigentes en la cotidianidad de una comunidad para comprometer a sus miembros y promover expresiones de la cultura nacional que faciliten la interiorización de valores y lazos emocionales con el patrimonio cultural.