Tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin se consolidó como líder de la Unión Soviética alejando a sus rivales como Trotsky. En 1929, Stalin inició una política de rápida industrialización y colectivización forzada de la agricultura para abastecer las ciudades y modernizar la economía, a pesar de las consecuencias como la crisis de las cosechas de 1927-1929. Esto marcó el inicio de su política conocida como el Gran Giro que transformó la Unión Soviética en una potencia industrial a costa de enormes sacrificios humanos