La ley penal contra los delitos informáticos tiene como objetivo proteger los sistemas que utilizan tecnologías de información y prevenir delitos como el acceso indebido, sabotaje, espionaje informático y falsificación de documentos. Define conceptos clave como sistema, hardware, software, datos e información. Describe delitos como el acceso no autorizado a sistemas, daño intencional o negligente, y posesión de equipos para sabotaje. También tipifica delitos contra la propiedad como hurto y fraude a través de sistemas tecnológicos