La maestra Virtudes Choique le dio a cada uno de sus 56 alumnos una nota diciendo que eran el mejor alumno. Esto llevó a una disputa en la fiesta organizada por el boticario para celebrar a su hijo. Virtudes explicó que cada niño tiene virtudes diferentes y que ella valora a cada uno por sus propias cualidades, no solo por sus logros académicos. Los padres comprendieron que deben apreciar las fortalezas únicas de sus hijos.