El documento presenta una visión ético-cristiana del trabajo. Explica que el trabajo es fundamental para el ser humano y su dignidad, aunque ha evolucionado a través de la historia. También analiza la relación entre el capital y el trabajo, señalando la necesidad de armonizarlos y reconocer la dignidad en el trabajo. Finalmente, destaca los derechos de los trabajadores como la justa remuneración.