La vitamina K es una vitamina liposoluble esencial para la coagulación de la sangre y la mineralización de los huesos, identificada por su papel en la producción de factores de coagulación en el hígado. Se presenta en dos formas principales: filoquinona (K1) en vegetales y menaquinona (K2) en productos fermentados y de origen animal. Su deficiencia puede resultar en problemas de sangrado y debilidad ósea, por lo que es importante obtenerla en cantidades adecuadas a través de la dieta o suplementos.