La web primitiva del siglo 20 era unidireccional y estática, mientras que la web moderna que surgió a mediados de la década de 2000 es bidireccional, dinámica y aprovecha las conexiones más rápidas y las herramientas de desarrollo mejoradas. La web actual es semántica, basada en la nube, con aplicaciones y accesible desde múltiples dispositivos, ofreciendo servicios inteligentes a los usuarios que almacenan su información en la nube sin necesidad de hardware local complejo.