La ley federal de protección de datos personales establece que todos los datos personales son privados y deben ser protegidos. Los encargados de datos personales deben asegurar la privacidad de los datos y obtener el consentimiento de las personas antes de recopilar o usar sus datos personales sensibles. Además, la ley otorga a las personas derechos sobre sus datos personales, incluido el derecho a acceder, rectificar y cancelar sus datos personales.