El acueducto es un sistema para transportar agua de forma continua desde su fuente hasta un punto de consumo distante. Había tres tipos principales: subterráneo, semienterrado y descubierto. Los acueductos romanos suministraban agua a poblaciones y también servían como alcantarillas. Además de proveer agua limpia, los acueductos tuvieron implicaciones políticas como una forma para los emperadores de emplear a ciudadanos y demostrar dominio sobre territorios conquistados.