El documento describe el autocuidado como una estrategia política para defender los derechos humanos de manera sostenible. Explica que el autocuidado incluye dimensiones personales y colectivas como la física, psicológica, mental, energética y espiritual. También destaca que el autocuidado no elimina el estrés o los conflictos, pero ofrece herramientas para enfrentarlos de manera amorosa y colectiva.