ESTO NO ES NATURAL

En un día normal, un mes casual, un año cualquiera, me encuentro sentado
en mi sofá mirando mi foto de infante y recordando esos momentos de
pequeño que viví y disfrute, hasta donde me dejaron.

-Julián, levántate, necesito agua para el desayuno-Dijo Mercedes, mi
mamá.

Se me había olvidado por completo, tenía una cita con mi amigo Camilo en
la cascada del pueblo, para bañarnos y luego traerle agua a mi mamá. Me
levanté más rápido y entusiasmado que nunca, cogí la ropa que estaba al
lado de mi cama y salí corriendo. Cuando llevaba más de tres cuadras me
di cuenta que no había desayunado, pero enseguida me acorde del árbol
de mandarinas que había llegando a la cascada, así que no me devolví a mi
casa a comer sino que corrí más rápido para alcanzar a comer y llegar a
tiempo con Camilo.

-Hermano, has llegado tarde-Dijo Camilo.

-Lo siento, me quede dormido, tu sabes, pero bueno a lo que vinimos-Dije
haciendo una mueca que los dos interpretamos a la perfección.

Sin más que decir, nos echamos al agua. Caímos con la fuerza más
impresionante que había visto, cuando de repente escuché un grito
ahogado…

-¡Camilo! ¡Camilo! ¿Dónde estás hermano?-Preguntaba desesperado.

Y nadie respondía, seguí llamando a mi amigo pero nada pasaba, me
sumergí en el agua e intente abrir los ojos, pero me gano la presión de la
cascada, no pude ver nada. Cuando subí a la superficie, vi a mi amigo
detrás de una piedra, nade a toda prisa y me hice al lado de él.
-¡Carajo!-Exclamo mi amigo

-¿Qué te paso? ¿Estás bien?

-Me he pegado en la pantorrilla con la piedra que tengo abajo-Dijo
refunfuñando.

-¿Es en serio? Eso siempre te pasa, me has preocupado, mejor vámonos a
llevarles el agua a nuestras madres, deben estar bien preocupadas-Dije
entre risas.

-¡No sé porque siempre que me lastimo te burlas de mí!-Dijo mientras se
incorporaba e intentaba salir de la cascada por una escalerita.

-¡Vamos! Deja de intentar eso, yo te ayudo a salir, recuerda que estas
lastimado.

Me miro con rabia, se dio la vuelta y volvió a intentar salir, después se
rindió y me miro pidiéndome ayuda, me reí y después de un rato salimos
los dos. Recogimos el agua de lo que llamábamos mis amigos y yo “pozo” y
echamos a caminar para volver a casa.

-¡Anda! Pero estás muy lento Camilo.

-¡Si sigues con esa actitud, te juro que la próxima vez que vengas a esta
cascada será solo, o con tu madre!

-Cálmate hermano, solo comentaba la situación-Dije y me reí.

Seguimos caminando hacia el pueblo, hasta que nos topamos con
Alejandra y Juana, nuestras amigas con las que íbamos a la cascada
generalmente, debo admitir que eran bastante hermosas y era indudable la
atracción que yo sentía por la hermosa Alejandra y me entusiasmaba de
gran manera el hecho de ir a la cascada con ella a pasar un rato de amigos.
Claramente mi amigo Camilo sabia de mis sentimientos hacia ella así que
no se le ocurrió mejor cosa que decirle a las muchachas:
-¿Y entonces chicas? ¿La próxima semana vamos a la cascada?-Y me miró
haciendo una mueca.

-¡Claro!-Exclamó Juana-A menos que Alejandra no quiera-Se miraron y se
rieron entre ellas, Camilo y yo no pudimos hacer otra cosa que hacer lo
mismo, porqué, no sé.




Nos separamos y nos dirigimos cada uno a su casa, cuando llegue mi
mamá me acorraló y cuestiono todo lo que se le ocurrió para averiguar
dónde estaba, con quienes y qué hacía. Ella sabía que siempre que me
mandaba por agua al “pozo” y me demoraba, solo podía tener una razón de
ser, me había quedado bañándome con los muchachos, no sabía porque
seguía preguntándome cada vez lo mismo.

Todos los días de esa semana tuve que ir a recoger agua y llevarla a la
casa, y cada hora no hacía más que pensar y anhelar que llegara el día
pactado con mis amigos para jugar en el agua, era una sensación tan
inexplicable, era tan hermoso, ver todo el paisaje, los arboles, la cascada
cayendo con toda la fuerza y la presión del caso, los animalitos que de vez
en cuando se aparecían, era simplemente acogedor.




-Mamá, me voy con los chicos a la cascada, ¿Necesitas agua del pozo?-Dije
mientras me dirigía a la puerta.

-¡Eso no se pregunta hijo! Claro, tráeme la que puedas.

Reí, me devolví por los baldes, y salí a encontrarme con Alejandra, y el
resto.

Cuando nos encontramos todos, sin decir ni una palabra nos dirigimos a
nuestro lugar, nuestra guarida; nos bañamos, reímos, golpeamos con las
piedras, comimos de los frutos de los alrededores y cuando ya estaba
cayendo el atardecer nos dirigimos al pozo para llenar los baldes de agua.

De repente Juana se detuvo y dijo:

-¡Miren! Hay una cerca, no podemos entrar al pozo.

Nos detuvimos también y observamos, era increíble, era cierto. Y cuando
nos fuimos acercando vimos a dos hombres uniformados a los lados de la
única parte que no estaba encercada, que parecía ser la entrada. Mi amigo
y yo nos dirigimos hacia los señores y les preguntamos:

-Disculpe señor, ¿Qué está pasando aquí?-Pregunté con mi voz de infante

-Pasa que ya no pueden ingresar, es propiedad privada-Respondió uno de
los señores-¿No habían oído que esto es un manantial? No podemos
perder esta oportunidad, diciéndole unas cuantas palabras al alcalde de
este municipio pudimos comprar esto, ahora es nuestro, ¿Acaso sabes
cuánto dinero podemos recaudar vendiendo esta agua natural?

-¿Pero cómo es posible esto?-Dijo Camilo- Esto es nuestro, de la
comunidad, no nos lo pueden quitar. ¡Nos quedaremos sin agua!

-¿Que no has escuchado niño tonto? Ya no es de ustedes, lo hemos
comprado, ¿Entiendes? C-O-M-P-R-A-D-O… -Respondió el otro señor- Al
igual que la cascada de la que los acabamos de ver saliendo, será nuestra
en cuanto terminemos de hacer unas cuantas modificaciones a esto.

-¡NO! ¡No lo voy a permitir!-Dije exaltado.

-¡Cálmate Julián!-Me dijo Alejandra

Fue tal la furia que me dio que no me importó también mirar mal a esta
hermosa niña, pero no iba a dejar que me quitaran algo que consideraba
mío, de mi pueblo.
-¡Niño! Piensa, todo será mejor para ti y tu familia, ya no tendrás que venir
a recoger el agua, no tendrás que cargar esos pesados baldes, solo tendrás
que dar una módica suma de dinero a cambio de una bolsa de agua, ¿No te
parece de lo mejor?

-¿Mejor? ¿Se atreve a decir que es mejor pagar por algo que podía adquirir
gratis al mismo tiempo que jugaba con mis amigos? –Dije casi gritando.

-Julián, acuérdate que no es la única cascada que hay por aquí, de hecho
hay una más cerca a nuestras casas, que aunque no es tan grande y
hermosa, es cascada. –Dijo Camilo.

-¿Hablan de la cascada que está a unos cuantos kilómetros de aquí? ¿Una
que está al lado de unas palmeras grandísimas?

-Sí. ¿Por qué? ¿Acaso también la van a comprar?-Exclame furioso.

-¡JA! Cómo se nota que no visitas esa cascada hace mucho tiempo. La
hemos comprado hace más de un mes. Es solo para expandirnos, tu sabes,
plan b si este manantial no nos da frutos, solo con hacer unos cuantos
mantenimientos podemos purificar el agua de la cascada y hacerla rica
para el consumidor, claro que ustedes son muy pequeños aun para
entender esto del capitalismo. En unos años si aun quieren hablar del
tema, los escucharemos.

¡Cómo era posible esto, nos estaban quitando algo nuestro para
vendérnoslo, solo nos están costeando un capricho, la pereza de no venir a
recoger el agua que es nuestra! No podía creer que ni siquiera mis amigos
me apoyaran en esta pelea, se estaban resignando a ser abusados por la
nueva economía y las industrias prometedoras.

-Mire señor…-Dije antes de ser interrumpido
-¡Ya Julián, no más, no vas a hacer nada, piensa, en serio es mejor que nos
la vendan, no tenemos que venir        cargar esos pesados baldes, aun
podemos jugar cerca a la casa con otras cosas!-Dijo casi gritando Camilo.

No supe que más decir, me di media vuelta y me fui dando pasos fuertes y
firmes. Cuando llegue a mi casa estaba con lágrimas, inconscientes, en los
ojos. Mi madre, al verme así me pregunto qué tenía, le conté y era
increíble, me dijo lo mismo que Camilo, ella también pensaba que era un
beneficio para nosotros, dolido, defraudado me fui a mi dormitorio y no
salí en un muy buen tiempo.




Unos pocos años después me atreví a hacer una excursión con mi adorada
novia, Alejandra, por aquellos lugares en donde mi “pozo” se convirtió en
un manantial que alimentaba una economía consumista, y fue realmente
devastador, estaba todo encercado, aun, pero me inventé la forma de mirar
por encima de la cerca y me pude dar cuenta, mi pozo y mi cascada estaba
siendo consumida hasta donde más pudieron, los árboles de los cuales nos
alimentábamos de vez en cuando estaban secos, las rocas con las cuales
siempre nos golpeábamos mis amigos y yo estaban a la vista de todos, el
nivel del agua había disminuido dramáticamente, mi pozo estaba casi hasta
al fondo, no había casi agua, y pensar que antes no supimos aprovechar el
agua que había ahí, la utilizábamos para jugar y ahora no tocaba pagar
para consumirla, y tras del hecho la estábamos acabando, era increíble.

Curiosamente cuando me estaba retirando de este lugar me encontré con
uno de los señores que tanto odie en los años pasados y estoy
completamente seguro que me reconoció, me sonrió y me saludo, yo, en
cambio, lo mire con el mismo odio de ese entonces, pero me llene de valor
y le hice una observación:
-Me doy cuenta que se les está acabando el agua de mi, perdón, de SU
pozo.

-¿Verdad? Estamos en búsqueda de otros, ¿Acaso conoces alguno?-Dijo
mientras veía la ira que yo irradiaba.

No fui capaz de seguir ahí de pie mirando y recordando que nadie hizo
nada por esto, esto que era nuestro, lo perdimos y ahora perderemos más,
y todo eso nunca lo supimos cuidar, o no hasta que ya no lo teníamos.




Ahora, En un día normal, un mes casual, un año cualquiera, me encuentro
sentado en mi sofá mirando mi foto de infante y recordando esos
momentos de pequeño que viví y disfrute, hasta donde me dejaron, hasta
donde me dejo la economía capitalista, el consumismo. Solo pienso y
recuerdo cómo era el paisaje y la calidad de vida de mi niñez y lo comparo
a cómo es ahora, y es realmente trágico. No lo supimos cuidar, y solo
anhelo que las actuales generaciones piensen que si esto paso cuando
éramos menos, menos individuos, cómo será y seguimos con este
consumismo y no controlamos la sobrepoblación.

OSORIO MENDIETA IVONNE MICHELL

FORERO ROA ANA MARIA

INSTITUTO ALBERTO MERANI
Una historia mas

Más contenido relacionado

PDF
Experiencia de Vida nº 2
PDF
Cuentos bio relatables
PDF
PDF
Cuentos del Abuelito: Insectos de fábula
PDF
Cuentos del Abuelito: Chiquisaurios
DOCX
La Montaña 16 febrero 2014
PDF
No hay verano sin ti
PPT
Un ramo diferente
Experiencia de Vida nº 2
Cuentos bio relatables
Cuentos del Abuelito: Insectos de fábula
Cuentos del Abuelito: Chiquisaurios
La Montaña 16 febrero 2014
No hay verano sin ti
Un ramo diferente

La actualidad más candente (19)

PPS
Un Ramo Diferente
PDF
Crimen, condena y fuga
DOCX
cuentos peruanos
PDF
El secreto de cristina
PDF
Cielo, tierra e infierno
PDF
try not to breathe Jennifer R H
PPTX
Laculpaesdelavaca
DOCX
Relatos breves-de-ibero-america
PDF
Historias de amor - imagenes bonitas - imagenes de amor - imagenes lindas - i...
DOCX
Cuento de bryan
RTF
Taller de lectura
DOCX
Akim y el burro
PDF
Novela mi creación de un texto narrativo
PDF
IYOB_Cap Uno
PDF
7 colores 7_miradas.
PDF
Cuentos para quedarse en casa
PPS
Es precioso
PDF
50 poemas madre 2018
Un Ramo Diferente
Crimen, condena y fuga
cuentos peruanos
El secreto de cristina
Cielo, tierra e infierno
try not to breathe Jennifer R H
Laculpaesdelavaca
Relatos breves-de-ibero-america
Historias de amor - imagenes bonitas - imagenes de amor - imagenes lindas - i...
Cuento de bryan
Taller de lectura
Akim y el burro
Novela mi creación de un texto narrativo
IYOB_Cap Uno
7 colores 7_miradas.
Cuentos para quedarse en casa
Es precioso
50 poemas madre 2018
Publicidad

Destacado (20)

PPTX
Japón
ODP
Los agujeros negros
PPTX
Axiologia y anomia
PPTX
Cuestionario moodle.
PDF
Web 2.0 ajax con SharePoint
DOCX
Autoevaluacion prod1
DOCX
Procesador de textos.
DOCX
Misterios de los astronautas
PPT
Panorama de la_salud_ambiental
PPTX
PPTX
Formatos
PPTX
Emprendimiento
PPTX
Presentación Matemática-Estadística
ODP
Trabajo lengua tema 5
PPTX
Cv slideshare
PPTX
ConeXSionRD INTRO - Publicidad Digital & Exterior
DOCX
Proyecto 2... ◘
PPTX
Mantenimiento
Japón
Los agujeros negros
Axiologia y anomia
Cuestionario moodle.
Web 2.0 ajax con SharePoint
Autoevaluacion prod1
Procesador de textos.
Misterios de los astronautas
Panorama de la_salud_ambiental
Formatos
Emprendimiento
Presentación Matemática-Estadística
Trabajo lengua tema 5
Cv slideshare
ConeXSionRD INTRO - Publicidad Digital & Exterior
Proyecto 2... ◘
Mantenimiento
Publicidad

Similar a Una historia mas (20)

PPTX
La gran sequia
DOCX
Cuento
PDF
Las guerras del agua cameron stracher
DOCX
Cuento
ODP
Impress AnéCdotas De 5º A
ODP
Impress AnéCdotas De 5º A
ODP
Impress Anécdotas De 5º A(08-09)
PDF
PDF
La casa que se dejo ser tomada
PDF
Karla mi vida como un árbol
PDF
El muro
PDF
ODP
Presentación Anécdotas De 5º A
PDF
PPS
Canicasrojas
PDF
DOCX
PDF
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
PDF
Llantodemudo nueva epoca 01
La gran sequia
Cuento
Las guerras del agua cameron stracher
Cuento
Impress AnéCdotas De 5º A
Impress AnéCdotas De 5º A
Impress Anécdotas De 5º A(08-09)
La casa que se dejo ser tomada
Karla mi vida como un árbol
El muro
Presentación Anécdotas De 5º A
Canicasrojas
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
Llantodemudo nueva epoca 01

Más de yaparrar (8)

PDF
Lectura trimestre ii cumbre mundial desarrollo_sostenible_2012
PDF
Introduccion problematica ambiental_-_conceptos_ecologicos_aula
DOCX
Energí nuclear una postura
PDF
Bonilla, h. ¿cuál es la sed del hombre
DOCX
Cuento seminario camila y esmeralda
DOCX
Cuento seminario camila y esmeralda
PDF
Introduccion problematica ambiental
PDF
Desarrollo_sostenible
Lectura trimestre ii cumbre mundial desarrollo_sostenible_2012
Introduccion problematica ambiental_-_conceptos_ecologicos_aula
Energí nuclear una postura
Bonilla, h. ¿cuál es la sed del hombre
Cuento seminario camila y esmeralda
Cuento seminario camila y esmeralda
Introduccion problematica ambiental
Desarrollo_sostenible

Una historia mas

  • 1. ESTO NO ES NATURAL En un día normal, un mes casual, un año cualquiera, me encuentro sentado en mi sofá mirando mi foto de infante y recordando esos momentos de pequeño que viví y disfrute, hasta donde me dejaron. -Julián, levántate, necesito agua para el desayuno-Dijo Mercedes, mi mamá. Se me había olvidado por completo, tenía una cita con mi amigo Camilo en la cascada del pueblo, para bañarnos y luego traerle agua a mi mamá. Me levanté más rápido y entusiasmado que nunca, cogí la ropa que estaba al lado de mi cama y salí corriendo. Cuando llevaba más de tres cuadras me di cuenta que no había desayunado, pero enseguida me acorde del árbol de mandarinas que había llegando a la cascada, así que no me devolví a mi casa a comer sino que corrí más rápido para alcanzar a comer y llegar a tiempo con Camilo. -Hermano, has llegado tarde-Dijo Camilo. -Lo siento, me quede dormido, tu sabes, pero bueno a lo que vinimos-Dije haciendo una mueca que los dos interpretamos a la perfección. Sin más que decir, nos echamos al agua. Caímos con la fuerza más impresionante que había visto, cuando de repente escuché un grito ahogado… -¡Camilo! ¡Camilo! ¿Dónde estás hermano?-Preguntaba desesperado. Y nadie respondía, seguí llamando a mi amigo pero nada pasaba, me sumergí en el agua e intente abrir los ojos, pero me gano la presión de la cascada, no pude ver nada. Cuando subí a la superficie, vi a mi amigo detrás de una piedra, nade a toda prisa y me hice al lado de él.
  • 2. -¡Carajo!-Exclamo mi amigo -¿Qué te paso? ¿Estás bien? -Me he pegado en la pantorrilla con la piedra que tengo abajo-Dijo refunfuñando. -¿Es en serio? Eso siempre te pasa, me has preocupado, mejor vámonos a llevarles el agua a nuestras madres, deben estar bien preocupadas-Dije entre risas. -¡No sé porque siempre que me lastimo te burlas de mí!-Dijo mientras se incorporaba e intentaba salir de la cascada por una escalerita. -¡Vamos! Deja de intentar eso, yo te ayudo a salir, recuerda que estas lastimado. Me miro con rabia, se dio la vuelta y volvió a intentar salir, después se rindió y me miro pidiéndome ayuda, me reí y después de un rato salimos los dos. Recogimos el agua de lo que llamábamos mis amigos y yo “pozo” y echamos a caminar para volver a casa. -¡Anda! Pero estás muy lento Camilo. -¡Si sigues con esa actitud, te juro que la próxima vez que vengas a esta cascada será solo, o con tu madre! -Cálmate hermano, solo comentaba la situación-Dije y me reí. Seguimos caminando hacia el pueblo, hasta que nos topamos con Alejandra y Juana, nuestras amigas con las que íbamos a la cascada generalmente, debo admitir que eran bastante hermosas y era indudable la atracción que yo sentía por la hermosa Alejandra y me entusiasmaba de gran manera el hecho de ir a la cascada con ella a pasar un rato de amigos. Claramente mi amigo Camilo sabia de mis sentimientos hacia ella así que no se le ocurrió mejor cosa que decirle a las muchachas:
  • 3. -¿Y entonces chicas? ¿La próxima semana vamos a la cascada?-Y me miró haciendo una mueca. -¡Claro!-Exclamó Juana-A menos que Alejandra no quiera-Se miraron y se rieron entre ellas, Camilo y yo no pudimos hacer otra cosa que hacer lo mismo, porqué, no sé. Nos separamos y nos dirigimos cada uno a su casa, cuando llegue mi mamá me acorraló y cuestiono todo lo que se le ocurrió para averiguar dónde estaba, con quienes y qué hacía. Ella sabía que siempre que me mandaba por agua al “pozo” y me demoraba, solo podía tener una razón de ser, me había quedado bañándome con los muchachos, no sabía porque seguía preguntándome cada vez lo mismo. Todos los días de esa semana tuve que ir a recoger agua y llevarla a la casa, y cada hora no hacía más que pensar y anhelar que llegara el día pactado con mis amigos para jugar en el agua, era una sensación tan inexplicable, era tan hermoso, ver todo el paisaje, los arboles, la cascada cayendo con toda la fuerza y la presión del caso, los animalitos que de vez en cuando se aparecían, era simplemente acogedor. -Mamá, me voy con los chicos a la cascada, ¿Necesitas agua del pozo?-Dije mientras me dirigía a la puerta. -¡Eso no se pregunta hijo! Claro, tráeme la que puedas. Reí, me devolví por los baldes, y salí a encontrarme con Alejandra, y el resto. Cuando nos encontramos todos, sin decir ni una palabra nos dirigimos a nuestro lugar, nuestra guarida; nos bañamos, reímos, golpeamos con las
  • 4. piedras, comimos de los frutos de los alrededores y cuando ya estaba cayendo el atardecer nos dirigimos al pozo para llenar los baldes de agua. De repente Juana se detuvo y dijo: -¡Miren! Hay una cerca, no podemos entrar al pozo. Nos detuvimos también y observamos, era increíble, era cierto. Y cuando nos fuimos acercando vimos a dos hombres uniformados a los lados de la única parte que no estaba encercada, que parecía ser la entrada. Mi amigo y yo nos dirigimos hacia los señores y les preguntamos: -Disculpe señor, ¿Qué está pasando aquí?-Pregunté con mi voz de infante -Pasa que ya no pueden ingresar, es propiedad privada-Respondió uno de los señores-¿No habían oído que esto es un manantial? No podemos perder esta oportunidad, diciéndole unas cuantas palabras al alcalde de este municipio pudimos comprar esto, ahora es nuestro, ¿Acaso sabes cuánto dinero podemos recaudar vendiendo esta agua natural? -¿Pero cómo es posible esto?-Dijo Camilo- Esto es nuestro, de la comunidad, no nos lo pueden quitar. ¡Nos quedaremos sin agua! -¿Que no has escuchado niño tonto? Ya no es de ustedes, lo hemos comprado, ¿Entiendes? C-O-M-P-R-A-D-O… -Respondió el otro señor- Al igual que la cascada de la que los acabamos de ver saliendo, será nuestra en cuanto terminemos de hacer unas cuantas modificaciones a esto. -¡NO! ¡No lo voy a permitir!-Dije exaltado. -¡Cálmate Julián!-Me dijo Alejandra Fue tal la furia que me dio que no me importó también mirar mal a esta hermosa niña, pero no iba a dejar que me quitaran algo que consideraba mío, de mi pueblo.
  • 5. -¡Niño! Piensa, todo será mejor para ti y tu familia, ya no tendrás que venir a recoger el agua, no tendrás que cargar esos pesados baldes, solo tendrás que dar una módica suma de dinero a cambio de una bolsa de agua, ¿No te parece de lo mejor? -¿Mejor? ¿Se atreve a decir que es mejor pagar por algo que podía adquirir gratis al mismo tiempo que jugaba con mis amigos? –Dije casi gritando. -Julián, acuérdate que no es la única cascada que hay por aquí, de hecho hay una más cerca a nuestras casas, que aunque no es tan grande y hermosa, es cascada. –Dijo Camilo. -¿Hablan de la cascada que está a unos cuantos kilómetros de aquí? ¿Una que está al lado de unas palmeras grandísimas? -Sí. ¿Por qué? ¿Acaso también la van a comprar?-Exclame furioso. -¡JA! Cómo se nota que no visitas esa cascada hace mucho tiempo. La hemos comprado hace más de un mes. Es solo para expandirnos, tu sabes, plan b si este manantial no nos da frutos, solo con hacer unos cuantos mantenimientos podemos purificar el agua de la cascada y hacerla rica para el consumidor, claro que ustedes son muy pequeños aun para entender esto del capitalismo. En unos años si aun quieren hablar del tema, los escucharemos. ¡Cómo era posible esto, nos estaban quitando algo nuestro para vendérnoslo, solo nos están costeando un capricho, la pereza de no venir a recoger el agua que es nuestra! No podía creer que ni siquiera mis amigos me apoyaran en esta pelea, se estaban resignando a ser abusados por la nueva economía y las industrias prometedoras. -Mire señor…-Dije antes de ser interrumpido
  • 6. -¡Ya Julián, no más, no vas a hacer nada, piensa, en serio es mejor que nos la vendan, no tenemos que venir cargar esos pesados baldes, aun podemos jugar cerca a la casa con otras cosas!-Dijo casi gritando Camilo. No supe que más decir, me di media vuelta y me fui dando pasos fuertes y firmes. Cuando llegue a mi casa estaba con lágrimas, inconscientes, en los ojos. Mi madre, al verme así me pregunto qué tenía, le conté y era increíble, me dijo lo mismo que Camilo, ella también pensaba que era un beneficio para nosotros, dolido, defraudado me fui a mi dormitorio y no salí en un muy buen tiempo. Unos pocos años después me atreví a hacer una excursión con mi adorada novia, Alejandra, por aquellos lugares en donde mi “pozo” se convirtió en un manantial que alimentaba una economía consumista, y fue realmente devastador, estaba todo encercado, aun, pero me inventé la forma de mirar por encima de la cerca y me pude dar cuenta, mi pozo y mi cascada estaba siendo consumida hasta donde más pudieron, los árboles de los cuales nos alimentábamos de vez en cuando estaban secos, las rocas con las cuales siempre nos golpeábamos mis amigos y yo estaban a la vista de todos, el nivel del agua había disminuido dramáticamente, mi pozo estaba casi hasta al fondo, no había casi agua, y pensar que antes no supimos aprovechar el agua que había ahí, la utilizábamos para jugar y ahora no tocaba pagar para consumirla, y tras del hecho la estábamos acabando, era increíble. Curiosamente cuando me estaba retirando de este lugar me encontré con uno de los señores que tanto odie en los años pasados y estoy completamente seguro que me reconoció, me sonrió y me saludo, yo, en cambio, lo mire con el mismo odio de ese entonces, pero me llene de valor y le hice una observación:
  • 7. -Me doy cuenta que se les está acabando el agua de mi, perdón, de SU pozo. -¿Verdad? Estamos en búsqueda de otros, ¿Acaso conoces alguno?-Dijo mientras veía la ira que yo irradiaba. No fui capaz de seguir ahí de pie mirando y recordando que nadie hizo nada por esto, esto que era nuestro, lo perdimos y ahora perderemos más, y todo eso nunca lo supimos cuidar, o no hasta que ya no lo teníamos. Ahora, En un día normal, un mes casual, un año cualquiera, me encuentro sentado en mi sofá mirando mi foto de infante y recordando esos momentos de pequeño que viví y disfrute, hasta donde me dejaron, hasta donde me dejo la economía capitalista, el consumismo. Solo pienso y recuerdo cómo era el paisaje y la calidad de vida de mi niñez y lo comparo a cómo es ahora, y es realmente trágico. No lo supimos cuidar, y solo anhelo que las actuales generaciones piensen que si esto paso cuando éramos menos, menos individuos, cómo será y seguimos con este consumismo y no controlamos la sobrepoblación. OSORIO MENDIETA IVONNE MICHELL FORERO ROA ANA MARIA INSTITUTO ALBERTO MERANI