Después del 'body positive' llega el 'body neutrality': ¿sabes qué es?
Cómo acabar con la dictadura de los cuerpos perfectos en verano... sin morir en el intento
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Todavía nos queda algo de verano y a estas alturas ya hemos visto en playas y piscinas cuerpos de todo tipo, incluido el nuestro. Y ... nos hemos comparado. Hasta quizá nos hemos agobiado en algún momento y nos hemos propuesto que ahora, cuando llegue septiembre, vamos a hacer dieta a tope y ejercicio en serio para tener un cuerpote tremendo el año que viene (que este ya está perdido para la causa). ¿Hemos entrado en esa rueda? La llamada 'operación bikini' lleva décadas impulsándonos a dar lo mejor de nosotros mismos para quitarnos esos kilos de más antes del verano y año tras año acaba la cosa... pues regular.
Además, esta dinámica de culto al cuerpo, tremendamente dañina para la salud mental según los expertos, se ha exacerbado de un tiempo a esta parte con la expansión de unas redes sociales en las que abundan los filtros de belleza y los cuerpos perfectos, presentados como naturales pese a obedecer a una férrea disciplina de gimnasio. Y esta presión por lucir musculado o carente de celulitis está impactando especialmente entre los adolescentes, como bien reconoce Álvaro, de 19 años: «Empecé a ir al gimnasio porque es la costumbre entre mis compañeros de clase. Nos animamos unos a otros para entrenar y cogemos ideas de los influencers de fitness que vemos en Instagram. Es imposible abrir la aplicación y no encontrarse con vídeos sobre rutinas o alimentos altos en proteínas».
En las antípodas se encuentra Juan José, de 48 años, quien constata con extrañeza cómo ha cambiado el cuento respecto a su juventud: «En mis tiempos, tener 16 años era atiborrarse de sándwiches de Nocilla antes de bajar al parque con los colegas. Ahora esos mismos parques están llenos de chavales practicando calistenia para hacerse fotos y presumir en las redes sociales». Para hacer frente a este contexto tan exigente y siguiendo la estela del concepto 'body positive' (surgido a comienzos de los 2000 como reivindicación de que todos los cuerpos son válidos), nos topamos con un movimiento que está ganando cada vez más fuerza: el 'body neutrality'.
¿De qué se trata? Mientras que el 'body positive' aboga por sentirnos felices con nuestro aspecto físico en todo momento ('quiérete sin importar que seas gordo, bajito, delgado...'), el 'body neutrality' dicta que nuestra felicidad no tiene que depender en absoluto de lo que vemos en el espejo: no hace falta que te guste tu cuerpo todos los días, basta con que no lo odies y aprecies sus capacidades. Dicho de otra forma, los adscritos a la filosofía 'body neutrality' pueden desear quitarse ese michelín o perder algunos kilos en lugar de aceptarlos desde un optimismo impostado, pero su estado de ánimo ya no depende de ello porque agradecen las funciones que su cuerpo realiza por ellos; las posibilidades que les brinda y cómo les hace sentir.
Obviamente, abrazar esta mentalidad no resulta fácil para quienes se topan a diario con los cuerpos cincelados al milímetro de las redes sociales, por lo que algunos optan por cerrar sus perfiles, al menos de manera temporal. ¿Una solución factible en los tiempos eminentemente digitales que vivimos? Desde luego que no. Por este motivo se está popularizando el hashtag #bodyneutrality en plataformas como Instagram, asociándose a fotos y vídeos de cuerpos no normativos que se acompañan de frases como 'mi peso no define mi valía', 'me libero de la necesidad de comparar mi cuerpo con el de los demás' o 'elijo tratar a mi cuerpo con bondad y compasión'.
Entre pensamientos
Otra tendencia relacionada es 'hot girl walk', aparecida en TikTok como una alternativa al ejercicio físico enfocado a resultados. Consiste en caminar durante unos minutos al día sin pensar en las calorías que vamos a quemar o cuánto pesaremos al cabo de unos meses, tras convertirse estos paseos en rutina. De hecho, es justo lo que la creadora del concepto (la usuaria '@exactlyliketheothergirls') buscaba evitar: las mujeres no deben entender estas caminatas como una imposición, sino acometerlas libremente y en base a sus respectivos estilos de vida.
Al poner en práctica este 'hot girl walk', la idea es centrarnos en nuestros pensamientos más que en el ritmo o la distancia recorrida: elaborar una lista mental de agradecimientos por cuanto se tiene en la vida; reflexionar sobre nuestras metas y comprometernos con ellas; y recordar que somos los protagonistas de nuestra existencia, por lo que no tiene sentido minusvalorarnos o castigarnos. Si a este torrente de pensamientos positivos le sumamos los beneficios de romper con el sedentarismo y la liberación de endorfinas asociadas, descubrimos que todo son ventajas.
Ojo al doble rasero:aceptación, pero a tope de fitness
Aunque ciertas marcas de moda están empezando a promocionar sus productos en modelos ajenos a los tallajes considerados ideales, la dictadura del cuerpo veraniego sigue más que vigente. Por culpa, en parte, del doble rasero que practican algunos creadores de contenido: mientras promueven mensajes de aceptación a todos los tipos de cuerpos, se someten a programas de fitness con los que mantener enganchados (y motivar) a sus seguidores durante meses, en pos de cambios físicos sorprendentes que rentabilizan más si cabe.
La única buena nueva es que, como hemos visto, están asomando otros discursos mucho más propicios para la salud mental de nuestros adolescentes, quienes poco a poco van atreviéndose a publicar instantáneas playeras sin retoques ni ansiedades de por medio, como si dijeran: 'Este soy yo, y si no te gusta es tu problema'.
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