El documento habla sobre la contaminación sónica, definida como sonidos desagradables producidos por fuentes urbanas e industriales que pueden causar daños a la salud mental y física. Enumera algunas fuentes comunes de ruido como máquinas, vehículos y artefactos domésticos. Explica que los daños incluyen sordera, problemas de sueño, estrés y trastornos auditivos. Finalmente, recomienda medidas preventivas como controlar los niveles de ruido de industrias y denunciar situaciones que afecten