La inteligencia artificial (IA), definida por John McCarthy en 1951, se refiere a máquinas diseñadas para realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el autoaprendizaje y el procesamiento de datos. A medida que avanza, la IA mejora la eficiencia en áreas como la salud, la manufactura y las finanzas, aunque no está destinada a reemplazar a los humanos, sino a aumentar sus capacidades. Sin embargo, su implementación presenta retos, incluyendo la dependencia de datos precisos y el potencial impacto en el empleo, con predicciones de que la IA podría suplantar un porcentaje significativo de trabajos en el futuro.