Nadal derrotó a Richard Gasquet en los octavos de final del Masters de Madrid para defender los puntos necesarios y mantenerse a solo 7,000 puntos del número uno mundial. El artículo contrasta el instinto asesino y la constancia de Nadal que le ha permitido acercarse a ser el mejor del mundo, con la dependencia de Gasquet de la inspiración y su incapacidad para mantener un nivel consistente.