Este documento describe dos tipos de motricidad en los niños: motricidad fina y motricidad gruesa. La motricidad fina implica pequeños grupos musculares como las manos y los dedos, permitiendo acciones como agarrar objetos. La motricidad gruesa implica grandes grupos musculares como las piernas y los brazos, permitiendo acciones como caminar y mantener el equilibrio. La motricidad es importante para que los niños se muevan, exploren su entorno y desarrollen sus habilidades cognitivas y de lenguaje