Las parasitosis intestinales son infecciones causadas por la ingestión de protozoos u huevos de gusanos. Afectan principalmente a niños en países en desarrollo, con factores como el consumo de agua sin tratar y malos hábitos de higiene. Los síntomas incluyen diarrea, vómitos y dolor abdominal. El diagnóstico se realiza mediante exámenes fecales y de sangre, y el tratamiento depende del agente causal, incluyendo medicamentos como metronidazol y albendazol.