El documento discute la efectividad del e-learning, resaltando que su implementación puede ser costosa y que la participación de los trabajadores es a menudo limitada. Propone adoptar un enfoque blended, priorizar la mejora de la productividad y fomentar la comunicación y colaboración entre los alumnos. Se sugiere el uso de herramientas accesibles y soluciones rápidas que se alineen con las necesidades laborales, enfatizando que el e-learning debe ser un medio para mejorar el rendimiento, no un objetivo en sí mismo.