El autor critica duramente al presidente saliente por su incompetencia y mala gestión durante sus 7 años de gobierno. Según el autor, el presidente convirtió la mentira en un deber patriótico, corrompió nobles causas, dejó un estado desmantelado y en manos de la derecha conservadora, y fue un gobernante patético que hizo quedar en ridículo a España en el extranjero. El autor concluye diciendo que este tipo de políticos no deberían representar a la democracia española.