Este documento es una carta de una madre a su hijo donde promete aprovechar el día para disfrutar tiempo de calidad juntos, desde dejarlo elegir su ropa y jugar en el parque, hasta hacer burbujas y contar estrellas. También reflexiona sobre lo afortunados que son al poder estar juntos y dar las gracias a Dios por este regalo, a diferencia de otros padres que han perdido a sus hijos. Concluye pidiendo pasar el mensaje a otras familias para que aprecien cada día con sus hijos.