En 2013, Repsol reportó un beneficio neto recurrente de 1.823 millones de euros, un 6,7% menos que el año anterior, y un resultado neto de 195 millones de euros afectado por saneamientos extraordinarios relacionados con la expropiación de YPF. El acuerdo con el gobierno argentino para compensar la expropiación permitió a la compañía iniciar una nueva etapa y mantener una sólida estrategia de inversiones, destacando un aumento del 4% en la producción de hidrocarburos. Además, la deuda neta se redujo un 27,9%, y se llevaron a cabo importantes iniciativas en materia de responsabilidad corporativa y creación de empleo.