En 2014, Repsol mostró solidez financiera a pesar de la caída en los precios del crudo, destacando un incremento del 27% en el beneficio neto ajustado y una producción de hidrocarburos de 355,000 barriles equivalentes de petróleo al día. La compañía culminó su proceso de desinversión de YPF, obteniendo más de 6,300 millones de dólares, lo que permitió el pago de un dividendo extraordinario. Además, Repsol adquirió Talisman Energy, fortaleciendo su posición en el mercado y enfocándose en oportunidades de crecimiento en América del Norte.