La capacidad de almacenamiento de un almacén depende de factores como la infraestructura, los productos y el clima. Existen dos tipos de capacidad: estática, que es el volumen máximo de productos que puede almacenarse; y dinámica, que es el volumen total que ingresa en un período según los movimientos de entrada y salida. Los almacenes se pueden clasificar según su relación con la producción, ubicación, material almacenado o función logística.