Este documento analiza la historia bíblica de un hombre rico al que Jesús llamó "necio". Aunque era próspero, Jesús advirtió que su alma le sería arrebatada. El documento explica que Jesús no condenó la riqueza en sí, sino su mal uso cuando se vuelve el objetivo principal en lugar de buscar primero el reino de Dios. Finalmente, el documento concluye que debemos utilizar nuestros recursos para ayudar a los pobres y necesitados.