Pablo escribe la primera carta a los corintios desde Éfeso para corregir problemas en la comunidad de Corinto. La carta aborda divisiones dentro de la comunidad basadas en preferencias por diferentes predicadores, así como cuestiones de inmoralidad sexual e idolatría. Pablo también responde preguntas sobre virginidad, comer carne ofrecida a ídolos, y el uso apropiado de dones espirituales. Busca corregir una visión humana de la sabiduría con una perspectiva divina, y recordar a los corintios que él y otros predicadores