El sobrevuelo realizado en el Parque Nacional Yasuní encontró que no había evidencia de deforestación, sino cultivos de ciclo corto establecidos por las comunidades indígenas que viven allí como parte de su dieta, y que los cambios observados en los meandros de los ríos se debían a procesos naturales de erosión y sedimentación. Las conclusiones determinaron que no había deforestación que comprometiera la integridad ecológica del bosque y que el compromiso de las comunidades y las autoridades aseguran la conservación del