El documento presenta una serie de preguntas sobre el hombre que calculaba. Se mencionan detalles sobre la vida de Beremis Samir, un pastor persa que desarrolló la habilidad de realizar complejos cálculos matemáticos contando ovejas y otros animales. Más adelante, Samir aplica sus habilidades para resolver problemas matemáticos y gana reputación como calculista, lo que le permite conseguir un puesto como visir y tesorero en la corte del califa en Bagdad.