Este documento discute el don de profecía según lo enseña la Biblia. Explica que Dios revela sus designios a los profetas, y se comunica con ellos a través de visiones o sueños. Indica que tanto hombres como mujeres pueden ser profetas, y que la iglesia primitiva también tuvo profetas. Predice que este don profético estaría presente en la iglesia verdadera. Finalmente, resume que la Iglesia Adventista del Séptimo Día contó con el don de profecía a través de Elena G. White.