Las interfaces y las clases abstractas son conceptos clave en programación orientada a objetos, cada una con propósitos y características distintas. Las interfaces definen contratos y permiten flexibilidad al implementar múltiples, mientras que las clases abstractas facilitan la reutilización de código y pueden contener implementaciones parciales. En resumen, las interfaces son adecuadas para modularidad, y las clases abstractas son útiles para compartir estado y comportamientos comunes entre clases relacionadas.