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N REVISTA HISPANO-AMERICANA
Argentina ............. M$N180
Bolivia .................. BS 6.00
Brasil ................ NCr 1.20
Colombia ............. Col. $8.00
Costa Rica .............. l 3.50
Chile .................... E°1.80
Ecuador .................. S/.11
EE.UU . .................... 50¢
El Salvador ............. 0 1.25
España ................... P 25
Guatemala ................. 500
Honduras ................ L 1.00
México .................. $ 5.00
Nicaragua ............... 3.50
Panamá ................... 50¢
Paraguay ................. G 65
Perú .................... S/ 14
Puerto Rico ................ 500
Rep. Dominicana ........... 500
Uruguay ................ Ur $40
Venezuela .............. Bs 2.25
NORTE
REVISTA HISPANO-AMERICANA
TERCERA EPOCA
Publicación bimestral del Frente de Afir-
mación Hispanista, A. C.-Lago Ginebra
N'' 47 C, Tel.: 45-37-17.-México 17, D. F.
Registrada como correspondencia de 2a.
Clase en la Administración de Correos
N° 1 de México, D. F., el día 14 de junio
de 1963.
MIEMBRO DE LA CÁMARA NACIONAL'
DE LA INDUSTRIA EDITORIAL.
•
DIRECTORIO
FUNDADOR :
Alfonso Camín Meana
DIRECTOR:
Fredo Arias dé la Canal
JEFE DE REDACCIÓN:
Leopoldo de Samaniego de la Sota
COORDINADOR GENERAL:
Ricardo Arrioja Cortés
JEFE DE CIRCULACIÓN :
Daniel García Caballero
FORMATO:
Manuel Rivera Mutio y Arce
COLABORADORES:
Miguel Malo Zozaya
Roberto Lámbarri de la Canal
Diego León de Masapolo
Juan López Sánchez
Marqués de Cortés
Antonio Barrilado
El contenido de los artículos publicados en
esta revista, es de la exclusiva responsa-
bilidad del firmante.
Impresa en Tipografía y Offset en los talle-
res de "La Impresora Azteca", S. de R. L.
-Avenida Poniente 140 No. 681, Colonia
Industrial Vallejo.-México 16, D. F.
SUMARIO
Año XXXVIII Septiembre-Octubre No. 219
PAGINA
CAMÍN LLEGA A GIJÓN . . . . . . . . . . . 2
DOS POEMAS DE ALFONSO CAMÍN . . . . . . . . 4
DON VASCO DE QUIROGA - EDITORIAL . . . . . . . 5
COSAS DE ESPAÑA . . . . . . . . . . . . . 7
LÓPEZ RODÓ Y ESPAÑA . . . . . . . . . . . 8
LA EPOPEYA DEL GAUCHO . . . . . . . . . . 13
¿QUÉ VOCAL SE USA MÁS EN CASTELLANO? . . . . 14
LETRAS ESPAÑOLAS - LETRAS MEXICANAS . . . . . 16
ESPAÑOLES Y PORTUGUESES EN FRANCIA . . . . . 23
ENTRE ESPAÑOLES - SOCIALES . . . . . . . . 25
BALLET... ¡Y LO RADICALMENTE NUEVO! . . . . . 33
BOMARZO - ÓPERA . . . . . . . . . . . . . 34
¿POR QUÉ GIBRALTAR NO ES ESPAÑOL? . . . . . . 36
EL GRECO - PINTURA . . . . . . . . . . . . 43
LA BATALLA DE LEPANTO . . . . . . . . . . 49
¿SABÍA USTED QUE... . . . . . . . . . . . 54
FILOSOFÍA - TIEMPO, ESPACIO Y MOVIMIENTO . . . . 57
RELATO DE UN SUCESO EXTRAORDINARIO . . . . . 59
UNA SOLA RAZA LA VIU1bIANA . . . . . . . . . 61
EL CORDOBÉS . . . . . . . . . . . . . . 64
QUIÉN FUE CARLOS V . . . . . . . . . . . 67
¿DE QUIÉN FUE HIJO EL GENERAL MAXIME WEYGAND? 73
EL GRAN CARUSO . .
CUENTO - LA LEONA
76
79
MAXIMILIANO Y CARLOTA EN SU VISITA A PUEBLA DE
LOS ÁNGELES . . . . . . . . . . . . . 83
LIBROS . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
NUESTRA
PORTADA
Cristo expulsando a los
mercaderes del Templo.
El Greco. - Londres,
Galería Nacional.
LcAMIN LLEGA A GIJON
Enfermo y casi ciego, Alfonso Camín,. ya en su
tierra gijonesa
``Vengo a enterrarme en España"
Hemos que ido que de viva voz, al volver a su tierra asturiana,
el poeta Alfonso Camín nos cuente sus impresiones después de tantos
años de ausencia. El autor de tantos versos posmodernistas, tan ligado
al recuerdo de Madrid del primer tercio de siglo y tan popularmente
recordado en Asturias, ha llegado enfermo y casi ciego para hundir
las raíces en la España que nunca olvidó. Queremos desde estas pá-
ginas rendirle homenaje, haciendo votos porque los aires de la tierra
y el cariño de sus paisanos, que le han recibido con emoción, restau-
ren sus fuerzas y ayuden esta vida entregada a las letras, parte de la
cual se ha realizado, desde el exilio, en un afán por el entendimiento
de españoles e hispanoamericanos a través de su revista "Norte". Nues-
tro corresponsal César Alvarez le ha entrevistado en el domicilio del
poeta, en el pueblo gijonés de El Fresno.
« ... Si soy el roble con
[el viento en guerra,
¿cómo pude vivir con la
[raíz ausente?,
¿cómo se puede florecer
[sin tierra?».
Al encontrarse en Asturias, Al-
fonso Camín ha vuelto a recordar
el verso, inspirado a lo largo de
treinta años de lejanía, transcu-
rridos en tierras de Méjico.
Enfermo y casi ciego, a veces
desmemoriado y en ocasiones au-
sente, con los nervios agarrotán-
dole la lengua; pero erguido como
el viejo roble, con su capa es-
pañola sobre los hombros y su
sombrero de ala ancha cubrién-
dole la cabeza, el poeta ha llega-
do hasta el pueblecito gijonés de
El Fresno para reencontrarse con
los prados verdes y las pomaradas
en fruto, con el mastín ladra-
dor y el sol pegando en el hórreo,
con la fuente cantarina y los
pájaros en la enramada ...
-Vengo a enterrarme en Es-
paña. Vengo a realizar un sueño
muchos años acariciado.
-¿Y quién dirigirá ahora la re-
vista «Norte»? ¿Seguirá saliendo
con normalidad?
2 / NORTE
-La hemos dejado en manos de
un grupo de jóvenes, que nos ha
prometido editarla puntualmente.
De todos modos, tengo alguna
desconfianza de que «Norte» pue-
da seguir como hasta ahora. Ya,
durante los dos últimos años, ha
estado dirigida solamente por mi
mujer, debido a mi enfermedad.
-¿Cree usted que la revista
ha cumplido una misión impor-
tante, al servicio de enlace lite-
rario entre Hispanoamérica
España?
Sus doscientos diecisiete nú-
meros, la variedad de las firmas
que en ella colaboraron, su cla-
ra orientación hispanista, su difu-
sión intercontinental, son un buen
balance en su favor.
Alfonso Camín me habla fati-
gosamente, tumbado en la cama.
A su lado, en otra cama, está
su mujer, Rosario Armesto. Los
dos se reponen de un largo via-
je, que ha acentuado el quebran-
tado estado de salud de ambos.
Han venido de Méjico en compa-
ñía de una joven ahijada, Fran-
cisca Nieves, y residen, por el
momento, en la casa de un her-
mano del poeta.
-¿Podría usted decirme cuál
es en general la reacción de los
escritores mejicanos respecto a
España?
-Se viene observando espe-
cialmente entre las nuevas gene-
raciones, un deseo total de acer-
camiento. Claro que todavía hay
alguna figura suelta que desen-
tona, pero son las menos.
-¿Y qué opinión le merece a
usted el actual momento histó-
rico por el que atraviesa nuestro
país?
-No es necesario que emplee
usted eufemismos en su pregunta.
Le advierto que no quiero saber
nada de política. La política nun-
ca me ha dado nada, quizá por-
que nunca me interesó.
-Sin embargo, usted jamás ha
renunciado a su condición de es-
pañol, jamás ha desoído la lla-
mada de la Patria ...
-Eso es otra cosa muy distin-
ta. Yo siempre he llevado a Es-
paña en el corazón, a la que he
cantado en infinitas ocasiones.
Nuestra conversación se va des-
lizando a partir de aquí hacia el
mundo de la literatura, de la que
Alfonso Camín, «el asturiano uni-
versal», como le calificó Federico
de Onís, ocupa un lugar destaca-
do, con una copiosa producción
y
Ya está Alfonso Cain o t u su Asturias, después de treinta años de ausencia.
Viene a España, se.qún sus palabras, a «enterrarse en ella». Méjico y la
revista «Norte» ya están nany lejos del poeta, en kilómetros, pero esa
distancia la acorta Camín con los afectos que le unen a la tierra azteca
y a la obra que realizó allí.
que está ahí, esperando que sea
estudiada con imparcialidad, pa-
ra sorpresa de los que se han
atrevido en un principio a juz-
garla ligeramente.
-¿Cuántos libros lleva usted
publicados, Camín?
-Yo creo que alrededor de
sesenta.
-¿Y de cuál se siente más sa-
tisfecho?
-No podría responderle con
exactitud. Si acaso, siento prefe-
rencia por alguna poesía.
-¿Qué horas son para usted
las mejores para escribir?
-La verdad es que no tengo
horas preferidas. Yo suelo dic-
tarle a mi mujer cuando me sien-
to inspirado.
Salen a relucir en la charla los
nombres de viejos amigos del poe-
ta, con los que vivió momentos
inolvidables en el viejo café Pom-
bo y con los que paseaba, de no-
che, por los viejos barrios de Ma-
drid. Alfonso Camín fuerza visi-
blemente su memoria para recor-
dar detalles que se han ido esfu-
mando. Su mujer le ayuda en
esta tarea, haciéndole oportunas
aclaraciones que el poeta recoge
con agrado.
De pronto Alfonso Camín nos
pregunta:
-¿Qué es de Antonio Macha-
do?
Le respondemos que murió en
Francia, con el recuerdo puesto
en España.
NORTE / 3
-¿También se ha muerto Ju-
lio Romero de Torres?
-Hace ya bastantes años.
-Me lo figuraba. ¡Es una lás-
tima. Era un magnífico tipo hu-
mano.
-¿Se venden los libros de Gar-
cía Lorca?
Le decimos que el poeta gra-
nadino está totalmente reinvindi-
cado, que sus libros son devora-
dos por los jóvenes, que su teatro
es conocido en toda Europa.
-¡Cuánto me alegro! Se le ha
hecho justicia.
A duras penas tengo que ocul-
tar la fuerte impresión que me
produce éste como alejamiento
mental de Alfonso Camín del
acontecer literario español. El
«poeta de América y España», el
«poeta con todo el trópico en sus
manos», el «precursor de la poe-
sía negra del Mar Caribe» el au-
tor de «La Pregonada», de «El
retorno a la tierra», de los «Poe-
mas del Indio Juan Diego». El
hombre que mejor ha sabido can-
tar a Asturias se aparece ante mí
como hundido en la niebla de le-
janos recuerdos...
-Julián Marías declaró recien-
temente que la poesía social ha-
bía fracasado, que no había sido
comprendida. ¿Cómo cree usted
que debe ser la poesía del año
1967?
-Quizá tenga razón Julián Ma-
rías; no sé... Yo opino que la
poesía debe expresar el sentir del
pueblo. Debe albergarse en la
entraña popular...
-¿En qué situación se encuen-
tra actualmente la poesía en los
países sudamericanos?
-Hay una generación muy in-
teresante de jóvenes con ganas de
trabajar. Esta promoción está
abriendo a la poesía un tercer ca-
mino.
-¿Qué le dicen a usted, por
ejemplo, los nombres de Rafael
Alberti y de Juan Ramón Jimé-
nez.
-A Juan Ramón Jiménez le
conocí en Puerto Rico, cuando es-
taba ya muy enfermo. De Rafael
Alberti sólo puedo decirle que
le encuentro un poco estancado.
Alfonso Camín urga en su dé-
bil memoria y me cita los nom-
bres de Gerardo Diego, hacia
quien guarda simpatía; de Luis
Astrana Marín, con el que estuvo
en estrecho contacto; de Federi-
co de Onís, que ha estudiado su
«Antología poética de Asturias».
Yo le he preguntado después so-
bre sus proyectos, una vez defi-
nitivamente instalado en España.
Él me ha respondido que lo pri-
mero que hará será empaparse de
asturianismo. Luego, reconcen-
trándose y mirándose fijamente,
me recitó como reflexionando
para su interior.
«... Si soy el roble con el vien-
to en guerra, / ¿cómo pude vivir
con la raíz ausente?, / ¿cómo se
puede florecer sin tierra?».
César ALVAREZ
Publicado en el diario "Pueblo" de Gi-
jón. España.
Para nuestros lectores, ofrecemos dos poemas de don Alfonso Camín
tomados de su libro "La Ruta y Nuevos Poemas"
SER ESPAÑOL
Ser español entero en esta hora
en que en todo se imita al extranjero,
es ser dos veces español entero,
Castilla en tierra y mar ama y señora.
Defender las murallas de Zamora,
ir con el Cid trazando el Romancero;
el mástil hecho cruz en el velero
y el "Non Plus-Ultra" al mascarón de prora.
Tener un ideal, una esperanza
donde otros piensan en llenar la panza,
no importan el presente ni el pasado.
Ser un Quijote donde no hay Quijotes
darles la libertad a los Galeotes
y ser por los Galeotes ultrajado.
BOHEMIA EN MADRID
En el Madrid que aún sueña con el verso y la gloria
somos los caballeros de la "media tostada";
si el porvenir nos brinda un palacio en la Historia,
nada importan los fríos ni la mala posada.
Viene Antonio Machado de las tierras de Soria,
"Azorín" pasó hambres y venció en la cruzada;
Valle Inclán nos repite su epopeya ilusoria
y en el arte admiramos los pinceles de Anglada.
Dei "Café de Varela" al del "Reina Victoria",
el bastón, el chambergo y la capa embozada,
al café de castañas y el tazón de achicoria,
el sereno que espera nuestra fuerte palmada.
Mientras vamos soñando ser un Drake y un Doria,
huele a churros la noche por la Calle de Abada.
4 / NORTE
í ON Vasco de Quiroga ilumina con sus casi cien años de existencia el
panorama de la Nueva España. Fue un prócer al que mucho le deben
estas tierras y, especialmente, las de Michoacán, donde ejerció un ver-
dadero patriarcado en favor de los purépechas , que le dieron el tra-
tamiento de "Tata" o sea, el de padre, pues, en verdad, fue un padre
para ellos.
Venido a México ya de edad. avanzada, como miembro de la
Audiencia que juzgó a Nuño de Guzmán por sus desmanes, en 24
horas recibió todas las órdenes sagradas y fue consagrado obispo.
Claro está que su paciencia y sus virtudes le hicieron acreedor a ello
y a más; pero el hombre era humilde y no pretendió honores ni pre-
bendas, contentándose con lo que se le dio y haciendo de su minis-
terio un verdadero apostolado lleno de amor, de devoción y de cari-
dad que se le reconocen por propios y extraños.
D0N Amó a los indios como no los amó nadie; se preocupó no sólo
VASCO
DE
QUIROGA
por sus necesidades espirituales, sino porque vivieran mejor en lo ma-
terial, enseñándoles las cosas que todavía perduran y marcándoles
reglas y preceptos que todavía se admiran y se reconocen como de
una altura y una significación muy por delante de su época.
Padre y pastor, su caridad no tuvo límites; su amor no reconoció
distinciones; su sapiencia le hizo ver lo que otros ni siquiera alcan-
zaron a avisorar.
El nombre de don Vasco, de Tata Vasco, debe figurar entre los
grandes paladines de la hispanidad, a la que dio lustre y señorío,
prez y altura, brillo y fama.
Nació don Vasco en Madrigal de las Altas Torres, en las secas
llanuras de Castilla la Vieja y allí también se le quiere , se le admira
y se le respeta.
El Alcalde de Madrigal , nombre de suyo poético , sugestivo y pro-
fético, por aquello de las Altas Torres, como altos fueron los hechos
de don Vasco, recibió hace unos días una carta del ministro de la
Suprema Corte de Justicia de nuestro país, licenciado don Felipe
Tena Ramírez, carta en la que sugiere la erección , allí, de un monu-
mento a don Vasco, agregando que la idea es un deseo del pueblo
mexicano y suyo personal.
Mucho honra esta carta al licenciado Tena Ramírez y NORTE
la aplaude y hace suya.
Ya el Alcalde de Madrigal de las Altas Torres ha pedido un
presupuesto y un proyecto para la realización de la obra y ha con-
testado al señor ministro que en cuanto estén listos los enviará a
México.
Exaltar la memoria de todos aquellos hombres que contribuye-
ron al engrandecimiento de México , de todos aquellos creadores y for-
jadores de nuestra raza y de nuestra civilización, es una de las me-
tas que se ha impuesto NORTE , como órgano del Centro de Afirma-
ción Hispanista A. C. y elevar una estatua a un hombre cuya vida
estuvo, consagrada a esas tareas, a un hombre que sólo recogió ben-
diciones y sembró el bien , es algo que parece no sólo justo , sino de-
bido, conveniente y necesario y que ayudará a barrer con los restos
de la leyenda negra que, desafortunadamente, empañan todavía el
nombre de España.
NORTE / 5
COSAS DE ESPAÑA
Tan tradicional es en España,
porque a su - tradición pertenece,
es decir, al mismo tronco de su
historia, el Poder Real como los
Comuneros de Castilla; tan tradi-
cional el absolutismo fernandino
como las Cortes de Cádiz; tan
tradicional el carlismo como el li-
beralismo; tan tradicional el par-
tido moderado como el progresista
que tanto forcejearon durante el
reinado de Isabel II.
Y ahora tan tradicional se está
haciendo en nuestro siglo el de-
rechismo como el izquierdismo.
Lo cual nos autoriza a pensar que
andando el tiempo, serán consi-
deradascomofigurasigualmente
tradicionales el cardenal Plá y
Deniel,y"laPasionaria",
Un falso sentido del tradicio-
nalismo ha tergiversado la verda-
dera significación de este concep-
to sin que nos saquen de dudas
(a quienes las tengan) sus pane-
giristas, que ya sabemos todos a
qué sector político pertenecen.
Desde luego los actuales catedrá-
ticos de Historia de la Universi-
dad española no convencen con
sus explicaciones del tema a los
estudiantes despiertos . A los dor-
midos, sí. Sobre todo en la Uni-
EMBOTELLADO
EN ESCOCIA
Reg. S. S. A.
2175 "A"
versidad del Opus, sita en Pam-
plona. A algunos despiertos les
gustaría ir a pedirle explicaciones
al Padre Escrivá de Balaguer,
rector de dicha Universidad y
fundador, pensador máximo y ge-
rente general del Opus Dei. Pero
les parece un poco fuerte moles-
tarle sólo para eso.
De modo que a quienes abri-
guen dudas respecto a la materia,
los mayores en edad, saber y go-
bierno que más obligados están
a disipárselas, lejos de esto les
dejan in albis, sumiéndoles no en
un mar pero sí en un charco de
confusiones. Con ello padece la
honrada sindéresis de cuantos as-
piran a esclarecer el problema.
Ysinembargo,elasuntoessen-
cillo. Eso que se llama Tradición
en un concepto histórico -filosófico
que los reaccionarios españoles
usufructúan a su manera y en ex-
clusiva. Para saber lo que ellos
creen que es, no hay más que leer
a Ramiro de Maeztu. Cosa mala
si lo hay. Que claro que lo hay.
Y lo que es peor para todos los
españoles, ese concepto crea una
contraposición, una pugna, un di-
vorcio permanente. Crea un sepa-
ratismo intrínseco entre dos po-
DISTRIBUIDORA
PUIG, S. A.
BOULEVARD
MIGUEL
DE CERVANTES
SAAVEDRA
No. 15.
Tels.:
45-09-72 y 45-09-92
Apartado Núm. 7410
México 17, D. F.
ciones del alma nacional; una
radical contraposición, proclama-
da por los cabecillas derechistas
desde mucho antes de nuestra
guerra civil. Crea la España y la
Antiespaña. Así, como quien cor-
ta con un cuchillo.
Operación cisoria que, como en
otra ocasión dijimos, y no es ino-
portuno repetirlo, se nos antoja
idéntica, a la que pudiera reali-
zar un individuo que cortase un
queso en dos partes y a una de
ellas la llamase queso y a la otra
antiqueso.
Y se da la paradoja de que son
los más unitarios -los de la Es-
paña Una-, los más furiosos an-
tiseparatistas, es decir, los que
abominanconmayorbríodelos
separtismos regionales, catalán,
vasco y gallego quienes fomentan
el más profundo separatismo de
todos. El más íntimo , el más des-
tructor. El que ataca en su raíz a
toda posibilidad de convivencia
nacional.
Porque ¿qué excitante de ma-
yor virulencia puede haber para
la hostilidad entre unos y otros
españoles que ese mutuo, rever-
sible y cruel anatema España-
Antiespaña?
Un Whisky
escocés se destaca
N1,11,1'(in
LÓPEZ RODÓ
V
ESPAÑA
LAUREANO LOPEZ RODO
Ministro comisario del Plan
de Desarrollo
Abogado, que al igual que Na-
varro Rubio, presidente del Ban-
co de España; Faustino García-
Moneo, ministro de Comercio;
Gregorio López Bravo, ministro
de Industria y Alberto Ullastres,
embajador en el Mercado Común
Europeo; pertenece a la organi-
zación "Opus Dei",* fundada ha-
ce cuatro décadas por el sacerdote
español José María Escrivá, quien
escribió un libro intitulado "El
Camino", que ha vendido más de
2 millones de ejemplares en quin-
ce idiomas diferentes. El libro
exhorta a ser firme, fuerte, nom-
bre para alcanzar la beatitud.
Esta organización la componen
70,000 miembros de los cuales
30,000 son españoles pertenecien-
tes a la élite, que llevan una vida
'° Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz
y Opus Dei.
ordinaria de trabajo y de fami-
lia, dedicando parte de su tiempo
y mucho de su dinero a la orga-
nización. Ha pregonado Escrivá
que "Los laicos que dediquen su
trabajo a Dios, tienen la misma
oportunidad que los sacerdotes
de alcanzar la Santidad".
El Banco Popular Español, sex-
to en importancia, pertenece por
completo a miembros del Opus
Dei y según se informa controlan
otras 13 instituciones bancarias y
de Seguros. Además un comple-
jo de 5 fábricas químicas, dos
diarios matutinos en Madrid y
una docena de casas editoriales.
Tres miembros del Opus Dei per-
tenecen al Consejo Privado de
Don Juan de Borbón. La única
Universidad privada de España,
la de Navarra, también pertene-
ce a la organización.
8/NORTE
López Rodó de 46 años de edad,
hombre de voz queda y afable,
se le conoce por la "Eminencia
gris", porque viste de gris de pies
a cabeza. Hijo de un industrial
catalán, fue cuando la República,
el profesor de Leyes más joven
de España a los 25 años y se ha
convertido en una autoridad in-
ternacional sobre administración
pública. Es un buen jugador de
tenis, levantándose todos los días
a las 6:45 para estar en su ofi-
cina a las 8 en punto. Perso-
nalidad brillante e incansable ha-
ce cabeza dentro del cuerpo
económico del régimen.
El Doctor en Derecho, expone
durante la celebración del Semi-
nario sobre Estabilidad Moneta-
ria los logros alcanzados en Es-
paña por el Plan de Desarrollo.
EL Plan de Desarrollo preveía
alcanzar en 1967 una renta indi-
vidual de 462 dólares; esto es, de
5,775 pesos.
Este objetivo ha sido superado:
La renta por persona es hoy
de 665 dólares, o sea de 8,312.50
pesos.
El crecimiento económico re-
gistra índices superiores al 8 por
ciento anual acumulativo.
La expansión industrial tiene
un ritmo del 11 por ciento anual
y las exportaciones, especialmen-
te de productos manufacturados,
se caracterizan por el extraordi-
nario auge que está impulsando
venturosamente todos los renglo-
nes económicos.
Indice de este incremento ma-
nufacturero es la generación de
energíaeléctrica.
En 1935 se producían 5,000 mi-
llonesdekIlQtios•hor,
Hoy la cifra se ha elevado a
37,000 millones de kilovatios-
hora, con una vigorosa tendencia
a incrementarse.
En 1959 España poseía reser-
vas por 50 millones de dólares.
En este año, dijo el abogado
López Rodó, las reservas se ele-
van a 1,100 millones de dólares.
El crecimiento español es el
que anota ritmo más elevado en-
tre los países de la OCDE -Or-
ganización de Cooperación y
Desarrollo-, a saber, los pueblos
libres de Europa, Estados Unidos,
Canadá y el Japón.
La pujanza económica y finan-
ciera es inmensurable.
Sólo en el capítulo turístico,
España recibió en 1966 más de
17 millones de visitantes y sus in-
gresos fueron mayores de 1,500
millones de dólares, que son
18,750 millones pesos mexicanos.
Asimismo, la afluencia de ca-
pitales extranjeros crece continua-
mente.
ESPAÑA AL MERCOMUN
Por otra parte España ingresa-
rá al Mercomún Europeo.
En septiembre próximo, se ini-
ciarán las pláticas tendientes a
formular un acuerdo de comercio
entre el Reino- de España y el
Mercomún, que será el antece-
dente a su ingreso a la comuni-
dad como miembro de pleno de-
recho.
Este progreso sin paralelo en el
mundo beneficia a 32.500,000 es-
pañoles.
Al iniciarse el Plan de Des-
arrollo se previó que, en 1967,
la población hispánica sería de
32.200,000 seres humanos.
PLAN DE DESARROLLO
El plan cuya realización termi-
nará en diciembre próximo se
centró, fundamentalmente, en la
industria.
Pero está redactándose el Se-
gundo Plan de Desarrollo, que
abordará todos los capítulos de
la producción agrícola para ter-
minar la integración de una só-
lida economía, que sustente vigo-
rosamente el progreso y el bien-
estar del pueblo ibérico.
INFORME A LAS
CORTES ESPAÑOLAS
El abogado López Rodó dio el
informe oficial del Ministerio del
PlandeDesarrollo,quehace unos
díasfueentregadoalascortes
españolas.
La exposición, todavía no co-
nocida en la misma España, ofre-
ce, en 191 páginas, la visión in-
tegral de lo que se ha logrado en
materia económica.
CRECIMIENTO ECONOMICO
Apunta el ministro comisario
del Plan de Desarrollo Español
que la economía peninsular expe-
rimentó en 1966, como en los años
anteriores, fuerte crecimiento.
Según cifras provisionales, en el
tercer año del Plan de Desarrollo,
el producto nacional bruto au-
mentó en un 7.8 por ciento en tér-
minos reales.
El crecimiento registrado en
1966, unido al de los dos anterio-
res, ha supuesto el aumento del
producto nacional bruto durante
el trienio 1964-66 en un 24 por
ciento.
BIENESTAR
Fruto de este trienio de des-
arrollo ha sido la elevación del
grado de bienestar del pueblo es-
pañol.
Los aumentos de producción
alcanzados han permitido situar
la renta por habitante, al final de
los tres primeros años del Plan,
en 39,885 pesetas. El nivel de vi-
da se ha elevado paralelamente.
ELEVACION DEL
NIVEL DE VIDA
En efecto, el consumo de ali-
mentos básicos en los tres últi-
mos años -concretamente, el de
carne se ha incrementado en un
21.4 por ciento y el de pescado
en un 26.7 por ciento- ha regis-
trado sensibles aumentos debidos,
en especial, a la mejoría de la
dieta de los habitantes de rentas
más bajas.
Una interpretación similar pue-
de deducirse de las cifras de una
producción de bienes de consu-
mo duradero, cuyo espectacular
aumento refleja, también, sin du-
da, la mejoría social que ha acom-
pañado al desarrollo económico de
los últimos años.
La producción de frigoríficos
aumentó en un 159.3 por ciento
en tres años, y el estacionamiento
de vehículos de turismo se du-
plicó, pasando de 529,700 en 1963
a 1.057,907 en 1966.
SALARIOS Y DIVIDENDOS
Estamejoríadelniveldevida
ha sido posible por la redistribu-
ción de rentas operadas en fa-
vor de los asalariados, cuyas re-
tribuciones, deducidas las cuotas
de seguridad social, pasaron de
320,315 millones de pesetas en
1966, lo que representa un au-
mento del 62.4 por ciento en pe-
setas de cada año.
Si bien en el mismo período,
el costo de la vida aumentó en
un 28.6 por ciento, el poder ad-
quisitivo del salario medio mejo-
ró muy sensiblemente.
DIVIDENDOS
En el mismo período los divi-
dendos pagados por las socieda-
des han pasado de 33,610 millo-
nes de pesetas a 40,863 millones;
es decir, aumentaron en un 21.9
por ciento en pesetas de cada
año, disminuyendo su participa-
ción relativa en la renta nacional,
que pasaron del 4 por ciento en
1963 a 3.2 por ciento en 1966.
Asimismo, el ahorro de las so-
ciedades descendió del 5.9 por
ciento de la renta nacional en 1963
al 5.2 por ciento en 1966.
Es también importante el enor-
me progreso realizado en el cam-
po de la promoción social, que se
manifiesta fundamentalmente en
el incremento de empleos esco-
lares registrados en cada uno de
los distintos grados de enseñanza,
particularmente en la media, en
la que han aumentado en un
87.3 por ciento.
NORTE / 9
VIVIENDA
El número de viviendas cons-
truidas con protección oficial du-
rante el trienio, fue de 682,384.
Esta cifra, unida a la de la pro-
moción libre, que asciende a unas
90,000, hace que el ritmo total
de construcción haya sido de 8.6
vivienda al año por 1,000 habi-
tantes; índice superior a la media
europea.
Es importante subrayar, dijo el
abogado López Rodó que el nota-
ble incremento de la actividad
económica en 1966, aunque muy
similar en intensidad al de los dos
años anteriores, se produjo con
características distintas.
En primer término, este creci-
miento fue acompañado de una
menor alza de precios, 6.2 por
ciento de aumento del costo de
la vida frente a un 13.2 por ciento
en 1965.
Otra nota característica fue el
mayor déficit de la balanza de
pagos: 210 millones de dólares
frente a 177 millones en el año
anterior.
Un rasgo importante a tener
en cuenta es el debilitamiento de
la inversión durante los últimos
meses de 1966.
Estos desequilibrios son en par-
te consecuencia de que se han
sobrepasado ampliamente los rit-
mos de crecimiento previstos en
el plan, distinguiéndose por su
grado de desviación el consumo
público y el privado 21.5 y 14.5
por ciento de aumento, respec-
tivamente, en 1.966 sobre el año
anterior.
AGRICULTURA
El sector primario, que aportó
en el pasado año un 17.6 por cien-
to del producto interior bruto,
tuvo una evolución favorable, ex-
perimentando un crecimiento real
del 8.2 por ciento.
La última campaña supuso un
incremeto respecto al anterior de
un 9.8 por ciento registrándose
excelentes cosechas en general y,
particularmente, los aumentos de
producción de carne.
DESEQUILIBRIOS
Sin embargo, siguen acentuán-
dose los desequilibrios entre la
oferta y la demanda, que provo-
can problemas de excedentes de
trigo, vino y carne de cerdo e
importantes deficientes de cerea-
les, carne de vacuno y semillas
oleaginosas.
Ha sido precario el crecimien-
de la inversión privada en la agri-
cultura e insuficiente para com-
pensar la emigración campesina.
La inversión pública ha perma-
necido al mismo nivel del ejer-
cicio precedente.
SALARIOS AGRICOLAS
Rasgo también notable ha sido
la continuada elevación de los
salarios del campo: 14.3 por ciento
respecto del año anterior, cir-
cunstancia que contribuyó a en-
carecer los costos y que obligará
a una mejor asignación de los re-
cursos y a una capitalización más
intensa.
Los precios de los productos
agrarios fueron mucho más esta-
bles que en los dos años ante-
riores.
En 1966 aumentaron en un 4.4
por ciento frente a un 15.4 por
ciento en 1965.
INDUSTRIA
El producto industrial bruto
aumentó en 1966 un 10.3 por cien-
to en términos reales. Los creci-
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mientos de mayor importancia se
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electricidad, gas y agua.
INVERSION PRIVADA
El informe del ministro comi-
sario del Plan de Desarrollo se-
ñala que se hará una inversión
de 18,292.5 millones de pesetas y
la creación de 18,922 nuevas plan-
tas de trabajo.
La inversión pública realizada
en 1966 alcanzó una cifra de
85,464.8 millones de pesetas; ...
71,557.5 millones, si se descuenta
la inversión financiera, lo que
supone una realización del 99.5
por ciento de los créditos para
inversión consignados en el Pro-
grama de Inversiones Públicas del
Plan de Desarrollo.
POBLACION
La población española empa-
dronada el 31 de diciembre de
1966, era de 32.1 millones de ha-
bitantes.
En 1966 creció en un 1.25 por
ciento, llegando a 32.5 millones.
La población activa en el pasa-
LA POTRANCA, S. A.
La Potranca, fina y blanca,
siempre a su crédito fiel
y al día, jamás se espanta;
pues, para objetos de piel
sólo existe "LA POTRANCA".
GERENTE: BALTASAR ISOBA
do año aumentó en 127,900 per-
sonas, es decir, el 1.04 por ciento.
Este aumento de la población
activa y el intenso éxodo rural,
estimado en 149,900 personas, fue-
ron absorbidos por la creación de
129,200 puestos de trabajo en el
sector industrial y de 139,800 en
el de servicios; es decir, por un
total de 269,000 nuevos puestos
de trabajo.
POLITICA MONETARIA
"La política monetaria ha cons-
tituido una vez más el resorte
principal para reconducir las fuer-
zas dinámicas de nuestra econo-
mía a los cauces del crecimiento
equilibrado -dijo el abogado Ló-
pez Rodó-. El peso del ajuste
recayó de manera particular so-
bre el sector privado, aunque en
cierta medida también se han re-
sentido las inversiones públicas.
"Las menores disponibilidades
crediticias han servido para po-
ner al descubierto las deficien-
cias del sistema productivo.
"Se ha visto afectado especial-
mente el sector industrial, com-
probándose de nuevo que los de-
fectos estructurales impiden en
gran medida el crecimiento ar-
mónico y sostenido de la econo-
mía española, y que muchos de
las mejoras de este tipo, previs-
tas en el Plan, no se han llevado
todavía a la práctica.
"Los problemas cualitativos si-
guen restando posibilidades al
desarrollo futuro".
FORMIDABLE EXPANSION
COMERCIAL
El comercio exterior de Espa-
ña experimentó durante 1966 un
crecimiento del 21.5 por ciento.
La nota más significativa fue
el importante incremento de las
exportaciones, que alcanzaron una
cifra nunca igualada: 1,253.5 mi-
llones de dólares.
Las importaciones, 3,590.7 mi-
llones de dólares, siguieron una
marcha ascendente hacia media-
dos de año.
En junio el crecimiento sobre
el primer semestre de 1965 era
del 33.8 por ciento. A partir de
junio los aumentos relativos de las
cifras acumuladas descendieron
constantemente.
Para los doce meses el incre-
mento registrado fue del 18.9 por
ciento.
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LA
EPOPEYA
DEL
GAUCHO
por Antonio ESPINA
La pampa y su héroe, el gau-
cho, como tema, y sus diversas
versiones ricas todas en materia
folklórica, están dando lugar en
España a una reactivación de es-
te sector del costumbrismo argen-
tino, literariamente centrado aho-
ra en el recuerdo, y no sólo
editorial y periodístico, de la mag-
níifica novela pampera Don Se-
gundo Sombra, de Ricardo Güi-
raldes, a los cuarenta años de la
publicación del libro, y al medio
siglo de la salida a luz de Proa,
la revista vanguardista fundada
por Güiraldes, con Rojas Paz y
Brandau Caralta.
Como Güiraldes y antes que él
toda una constelación de poetas
y costumbristas -Ascasubi, Hi-
dalgo, Del Campo, obligado-
proporcionaron a la literatura ar-
gentina valores de primer orden
y la puesta en circulación uni-
versal de un gran tipo racial que
es de los más fuertes y definidos
del mundo hispanoamericano: el
gaucho.
En el individuo de este grupo,
físicamente recio y ágil, predomi-
nó con mucho la sangre invasora,
hasta el punto de no ser ni más
ni menos -dice Leopoldo Lugo-
nes- que el campesino andaluz
extremeño adaptado a distinto
ambiente geográfico y social. El
gaucho jinete-pastor, conductor
de grandes tropas de vacas, toros
y caballos por los campos sin ca-
minos de la pampa llevaba una
vida mucho más dura que la que
pudiera suponerse. Amaba sobre
todas las cosas su independencia
y su libertad, le tenían sin cuida-
do las leyes y los códigos y man-
tenía una actitud constante de
rebelión contra las autoridades.
Era muy parecido en muchos as-
pectos de su vida y hazañas al
caballista andaluz. Era, decimos
hablando en pretérito, porque hoy
es difícil encontrar al gaucho tí-
pico tal como lo describe Güi-
raldes o lo canta el poema de Mar-
tín Fierro, o Don Segundo
Sombra, o Santos Vega o cual-
quier otro gaucho de cepa, estaba
siempre dispuesto a resolver sus
cuestiones personales, facón en
mano, frente a frente del ofensor
o del rival.
Martín Fierro es inteligente,
enamoradizo, generoso y cuando
hay festejo en la estancia o el po-
blado allí se encuentra él metido
en jarana. Baila, bebe y, como
buen payador o cantor que es,
canta tristes, cielitos y vidalitas
acompañándose de su vihuela. La
guitarra no falta nunca en hacien-
das y pulperías.
A veces Martín Fierro se en-
zarza con otro cantor en una paya
o sea en un toma y daca de co-
plas, cuya majeza y alusiones sa-
tíricas divierten al corro que las
escucha. Este duelo verbal se lla-
maba payada de contrapunto y
todavía se practica en algunos
pueblos argentinos. El gaucho,
con su prestancia y costumbres es
descrito por primera vez por Con-
coloncorvo en su Lazarillo de
ciegos y caminantes (1773) don-
de se le presenta como poblador
de las llanuras de Buenos Aires,
Tucumán y Uruguay. Poco des-
pués el virrey Vértiz cita a estos
pamperos en un bando en el que
les califica de vabagundos y les
amenaza con severo castigo si no
acuden para emplearse en la sie-
ga. José Hernández, nació en una
estancia de la zona de San Mar-
tín y fue gaucho en su juventud
y después militar, político, perio-
dista y burócrata en Buenos Ai-
res, publicó las dos partes de su
Martín Fierro en 1872 y 1879, res-
pectivamente. El éxito fue inme-
diato y siguió creciendo. El pú-
blico y la crítica acogieron la obra
en términos tales que llegó a for-
marse entre el pueblo argentino
un tipo de lector en torno al cual
se congregaba la gente para es-
cuchar con deleite los versos del
gaucho Martín.
Es conocida la anécdota del ten-
dero de una pulpería campesina
que hizo un pedido a la capital
de la provincia en el que figura-
ban doce gruesas de fósforos, una
barrica de cerveza, veinte mar-
tinfierros y cien cajas de sardinas.
Si Don Segundo Sombra es la
gran novela del gaucho, Martín
Fierro es él su espléndido poe-
ma. El poeta desarrolla a lo largo
de más de siete mil versos octo-
sílabos repartidos en variadas
combinaciones estróficas, la vida
de su héroe colmada de peripe-
cias. Al final, Martín ya viejo,
retirado de la pompa, habla de la
decadencia del gauchismo y, nos-
tálgico, exclama:
¡Ricuerdo! ¡Qué maravilla!
Cómo andaba la gauchada.
Siempre alegre y bien montada
y dispuesta pa'el trabajo.
El gaucho más infeliz
tenía tropilla al pelo
no le faltaba un consuelo
y andaba la gente lista
teniendo el campo a la vista.
¡Sólo vía hacienda y cielo!
Martín Fierro es uno de los más
hermosos poemas escritos en
nuestra lengua. De él se ha dicho
con no infundadas razones que
viene a ser para la literatura ar-
gentina lo que es el Cantar de
Mío Cid para la literatura espa-
ñola. El lenguaje empleado en el
dialecto gauchesco es el castellano
arcaico, pero con muchas altera-
ciones. El medio ambiente, los gi-
ros y las voces del habla popular,
componen juntamente con la fi-
gura de Martín y las superficies
que le ocurren, la fuerte y senci-
lla en su grandeza epopeya del
gaucho.
NORTE / 13
¿QUE VOCAL SE
USA MAS EN
CASTELLANO?
por Alfonso JUNCO
Si usted se lo pregunta de gol-
pe a cualquiera, concederá la pri-
macía a la primera de las letras
del alfabeto. Y si del hombre de
la calle pasa usted al hombre
de estudio, podrá encontrar la
misma respuesta. Por ejemplo, en
un "Elogio de la lengua española"
que trazó el preclaro lexicógrafo
don Julio Casares, salía al sesgo
esta afirmación que me hizo cos-
quillas: "Una lengua en que la
vocal «a», como sucede en espa-
ñol, disfrutlrá de más clara y
eficaz sonoridad que otra lengua
en que predomine cualquiera d3
las restantes vocales".
Pero, ¿en efecto, predomina la
a en español? Mi cavilación se
finca en dos recuerdos infanti-
les.
Primero: Antes de venir los
linotipos, conocí y frecuenté las
"cajas" de imprenta, de donde los
cajistas tomaban con agilidad los
tipos movibles para ir componien-
do sus galeras; y tengo presente
-porque no me lo imaginaba y
me sorprendió-, que el departa-
mento más espacioso era el que
daba alojamiento a la e.
Segundo: Después de haber
compuesto cinco sonetos, cada uno
de ellos sin una de las vocales, mi
padre -don Celedonio Junco de
la Vega-, me contaba que el que
más lo hizo sudar fue el soneto
SIN E. Reflexiónese: ni un solo
que, ni un en, ni un de, ni los
otros monosílabos me, te, se, le
que a cada paso lo estorban si de
la e se prescinde.
Pero...
¿No existirá algún error en mi
doble recuerdo? ¿No se habrá
hecho por ahí la prueba experi-
mental, contando con intrépida
tozudez las vocales en páginas o
libros enteros Porque para todo
hay apetitos.
Y me vino, con la duda, la co-
mezón indagadora. En escala me-
nor, naturalmente, y por vía de
muestra: que nunca me he dedi-
cado ni espero dedicarme -aun
que soy contador- a contar le-
tras.
Repase usted, lector, la mismí-
sima frase de don Julio que va
copiada al principio y donde se
proclama la supremacía numéri-
ca de la a. Cuente usted. Yo en-
cuentro 23 veces la a y 24 la e.
Pero una frase aislada y corta,
nada prueba. Fácilmente puede
darse con otra de signo inverso.
Hay que tomar trozos más am-
plios. Y de distintas etapas, de
distintos asuntos, de distintos au-
tores: porque cada uno de estos
tres elementos puede implicar pe-
culiares léxicos y modos prefe-
rentes que por ventura resultaran
favoreciendo, ya a la e, ya a la a.
Puse risueñas manos a la obra,
como quien juega a las escondi-
das, o resuelve un acertijo, o se
entretiene en descifrar las formas
de las nubes. Salté-de siglo en si-
glo; busqué en prosistá:, de alcur-
nia trozos de tamaño semejante y
asunto desemejante, que además
no tuvieran nombre o citas en
lengua forastera; computé a pos-
teriori, naturalmente. Y he aquí
lo que salió. Breve muestrario en
que, burla burlando cataremos el
pensamiento y el estilo de céle-
bres autores.
SIGLO DIECISEIS.
FRAY LUIS DE LEON
En sus Nombres de Cristo, ha-
blando de Él como "Príncipe de
la Paz", encarece fray Luis cómo
el espectáculo del cielo estrellado
nos pacifica, y pone luego estos
párrafos:
"Mas ¿qué digo de nosotros,
que tenemos razón? Esto insen-
sible y aquesto rudo del mundo,
los elementos y la tierra, y el
aire y los brutos, se ponen todos
en orden y se quietan luego que,
poniéndose el sol, se les represen-
ta aqueste ejército resplande-
ciente.
"¿No veis el silencio que tie-
nen ahora las cosas, y cómo pa-
rece que, mirándose en este es-
pejo bellísimo se componen todas
ellas y hacen paz entre sí, vuel-
tas a sus lugares y oficios y con-
tentas con ellos?
"Es, sin duda, el bien de todas
las cosas universalmente la paz,
y así, dondequiera que la ven, la
aman.
"Y no sólo ella, mas la- vista
de su imagen de ella las enamora
y las enciende en codicia de ase-
mejársele, porque todo se inclina
fácil y dulcemente a su bien".
Yo encuentro 53 veces la a y 98
la e: ésta excede, pues, a la otra
en un 85 por ciento.
14 / NORTE
¿Qué vocal se usa más?
Pero anticipo, lector, que la
proporción es desmesurada. En
otro párrafo, más amplio, de fray
Luis, encontré el 44 por ciento.
Y aun esta proporción supera a
las que vamos a tomar adelante.
SIGLO DIECISIETE.
QUEVEDO
De su Política de Dios, gobier-
no de Cristo, esta inicial admoni-
ción:
"Pontífice, Emperador, Reyes,
Príncipes.
"A vuestro cuidado, no a vues-
tro albedrío, encomendó las gen-
tes Dios nuestro señor, y en los
estados, reinos y monarquías os
diotrabajoyafánhonroso,no
vanidadnidescanso,Elqueos
encomendó los pueblos os ha de
tomar cuenta de ellos, si os hacéis
dueños con resabios de lobos. Si
os puso por padres y os introducís
en señores, lo que pude ser oficio
y mérito hacéis culpa, y vuestra
dignidad es vuestro crimen. Con
las almas de Cristo os levantáis,
a su sangre y a su ejemplo y a su
doctrina hacéis desprecio. Proce-
saron han por amotinados contra
Dios, y seréis castigados por re-
beldes. Adelantarse ha el castigo
a vuestro fin; y despierta y pre-
venida en vuestra presunción, la
indiginación de Dios fabricará en
vuestro castigo escarmientos a los
por venir. Y con nombre de tira-
nía irá vuestra memoria difaman-
do por las edades vuestros hue-
sos, y en las historias serviréis
de ejemplo escandaloso".
La a 74 veces; la e, 90 : excede,
pues, a la otra en un 22 por
ciento.
SIGLO DIECIOCHO.
FEIJ00
Unpárrafodesu Defensade
las mujeres, primer tomo del Tea-
tro crítico universal, discurso
XVI:
"El falso profeta Mahoma, en
aquel mal plantado paraíso que
destinó para sus secuaces les ne-
gó la entrada a las mujeres, limi-
tando su felicidad al deleite de
ver desde fuera la gloria que ha-
bían de poseer dentro los hom-
bres. ¡Y cierto que sería muy
buena dicha de las casadas ver
en aquella bienaventuranza com-
puesta toda de torpezas, a sus
maridos en los brazos de otras
consortes que para efecto fingió
fabricadas de nuevo aquel grande
artífice de quimeras! Bastaba pa-
ra comprender cuánto puede errar
el hombre, ver admitido este de-
lirio en una gran parte del mundo.
"Pero parece que no se aleja
mucho de quien les niega la bien-
aventuranza a las mujeres en la
otra vida, el que les niega casi
todo el mérito en ésta".
Cómputo: 82 para la a, 93 para
la e: supera ésta en un 13 por
ciento. (EnotropárrafodeFeijoo
encuentroun 15 por ciento.)
Y aquí, lector, se agota el es-
pacio, y hemos de dejar para
nuestra próxima entrevista el es-
cuchar a Menéndez Pelayo en el
siglo diecinueve, a Alfonso Reyes
en nuestros días, y el sacar la con-
clusión de esta microscópica aven-
tura.
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Teléfonos: 35-37-93 y 35-73-94
MEXICO 1, D. F.
Pedro GarÍias
Pedro Garfias, uno de los últimos bohemios que han pasado por esta.
América nuestra, nació en la universitaria ciudad de Salamanca en 1901 y
a poco de nacer, marchó con sus padres a radicarse en Osuna, Sevilla, donde
se impregnó del ambiente andaluz, sin dejar por eso de tener la hondura
castellana.
En su obra, hay reminiscencias de la de García Lorca, de quien parece
fue condiscípulo.
Garfias fue director de la última revista ultraísta HORIZONTE (1920),
aunque él no siguió esa tendencia. Su poesía arranca del imaginismo, y a par-
tir de la guerra civil española cobró más honda humanidad y realidad.
Su última obra RIO DE AGUAS AMARGAS, resume poética y antici-
padamente la azarosa vida de sus últimos años que pasó en México.
Pedro Garfias falleció en Monterrey, N. L., el 9 de agosto del corriente
año.
Para deleite de los lectores de NORTE publicamos algunos de sus últi-
mos poemas y también EPISTOLA AL POETA, de Raúl Rangel Frías, con
motivo de la muerte del bardo.
Intermedio. Noche con Estrellas
Aunque te rompas, frágil bóveda en mil pedazos,
esta noche estrellada
yo tengo que gritar en este bosque inglés
de robles pensativos y altos pinos callados.
He de arrancar los árboles a puñados convulsos,
he de batir el cielo con mis manos cerradas
y he de llenar a voces este dolor mordido
que brota a borbotones de mi raíz más honda.
Solo en medio de un pueblo que forja su destino
y rueda sus azares con temple calculado
que trabaja y que juega y el domingo descansa
y toda la semana vigila los confines
con la mirada alerta de un perro de rebaño
que traza sus caminos como quien peina a un niño,
que devora las negras entrañas de su suelo,
con una verde lengua de parques y jardines,
que cuida con ternura franciscana sus flores,
sus aves y sus peces y esclaviza a la India,
solo, en medio de un pueblo que duerme en esta noche,
yo he de gritar mi llanto.
Aunque el silencio cruja y se despierte el cisne
-que es propiedad del rey- y quiebre aleteando
las aguas impasibles; aunque las aguas corran
a golpear la orilla con su tiernos nudillos
y el rumor se propague por el bosque curioso
y llegue a despertar la brisa que dormía
tras la colina curva, aunque la brisa vuele
a sacudir los prados y a pulsar las ventanas,
aunque el temblor sonoro se extienda a las estrellas
y perturbe un momento su formación tranquila,
mientras duerme Inglaterra, yo he de seguir gritando
mi llanto de becerro que ha perdido a su madre.
16 / NORTE
ÁRBOL
Yo he conocido a un árbol
que me quería bien.
Jamás supe su nombre,
no se lo pregunté
y él nunca me lo dijo:
cuestión de timidez.
Nunca vio mi silueta,
era ciego al nacer,
por eso a mí me quiso
lo mismo que yo a él.
Le dije muchas cosas
que a nadie más diré,
más que a la vieja estrella
que alguna vez hablé.
£l estaba más cerca ,
no palpaba su piel,
a él le dolía el tronco,
a mí el tronco y la sien.
Un día lo perdí;
qué amor no perderé;
pregunté a sus hermanos
que debieran saber;
a los hombres que saben
nada les pregunté.
Acaso él me buscó
como yo lo busqué,
pero los dos andamos
tan torpes de los pies.
Cosas, terribles cosas,
que hoy quisiera saber.
Nunca me contestó.
¿Sería mudo también?
Como el árbol de Heine
-eso sí que lo sé-
movía la cabeza
oyéndome ...
RECIENMUERTO
Me gustaría
que fuese tarde y oscura
la tarde de mi agonía.
Me gustaría
que quien cerrase mis ojos
tuviese manos tranquilas.
Me gustaría
que los presentes callasen
o llorasen en sordina.
Me gustaría
que fuesen pocos y aún menos
de los que se necesitan.
Me gustaría
que en silencio del mundo
se oyese crecer la espiga.
Me gustaría
que la tierra fuese dura
como piedra conmovida.
Me gustaría
que me llenasen la boca
de tierra mía.
Si a los que van a matar
les dan todo lo que pidan
dejadme pedir de muerto
lo que a mi me gustaría.
Epístola al Poeta
de Raúl Rangel Frías.
A Pedro Garfias, en Monterrey, México, 10
de agosto de 1967. Día de su inhumación.
Óyeme Pedro: unas palabras de partida.
Sabes, somos unos pocos de tus amigos.
Otros no pudieron venir, los pájaros y las
estrellas. Mira: esto se acabó: tu dolor y tu
soledad. Ahora empiezan los nuestros.
En el umbral del tránsito oscuro, antes de
que te vayas, déjame decirte:
"eras un viejo madero inútil,
herido en el costado,
ay, los arrecifes,
batido por las aguas,
comido de la sal".
¡Viejo madero inútil, mascarón de proa!
Tu ojo inmóvil y estrábico, escrutaba el mis-
terio, poeta de tu España de siglos.
Como ella eran tus versos, que no están
hechos de palabras. Sus pasos y estancias de
su andar. El duro pecho de su tierra, como
tú mismo que no, no se deja morir. El lloro
y la risa de los niños, El río , la espiga y la
espada del ciprés.
Hoy ha doblado por ti la esquila de este
cementerio mexicano.
Y otra ha tañido, igual, desde las torres
de Ecija maternal.
Baja tierra, que has llegado por fin a puer-
to, para que te ablande la ternura de nues-
tro suelo. Quedas cual dormido gorrión.
Deja aquí tu sangre dulce en los terrones
nuestros, alza la voz al cielo y tiende tus poe-
mas al sol entre México y España.
Ahora, Pedro, nos vamos: nosotros que a
velas rotas navegamos, vamos a partir.
Tú, permaneces.
Pero antes voy a recordar de la prócer
Salamanca, unas voces y unas piedras de un
corral como éste: el padre Unamuno daba
-gritos llamando a resucitar:
"méteme -Padre Eterno- en tu pecho
misterioso hogar.
dormiré allí vengo deshecho
del duro bregar".
Hasta luego, Pedro.
NORTE / 17
Remembranza de
Federico
GARÜAHORCA
Mi nostalgia de aquellos días
se complace en rememorar los
coloquios entre aquellos amigos.
Eramos amigos, y con una comu-
nidad de afanes y gustos que me
ha hecho conocer por vía directa
la unidad llamada "generación".
Pedro Salinas y yo, Gerardo Die-
go, Federico García Lorca, Dáma-
so Alonso, Vicente Aleixandre,
Rafael Alberti. Y Pepe Bergamín,
y Melchor Fernández Almagro.. .
Menciono a los sentados tantas
veces alrededor de mesas más
amistosas aún que intelectuales.
Mediada la comida, ya era Fede-
rico el centro de la habitación, y
no de la escena, porque nada ar-
tificioso se interponía entre aque-
llos comensales, que alternaban
o superponían su tiroteo verbal.
Allí no había comparsas. Melchor,
tan circunspecto cuando escribe,
tan nervioso y pigmentado cuan-
do habla; Bergamín, para quien
no ir ensartando sutilezas -y sin
parar- sería vicio contra Natura;
Alberti, el más joven y dueño de
una perfecta maestría; Vicente
FEDERICO GARCIA LORCA.
OBRAS COMPLETAS.
AGUILAR, S. A. MADRID, ESPAÑA.
por Jorge GUILLEN
Aleixandre, correctísimo, que
aporta un sol rubicundo y lo re-
gala, siempre generoso; Dámaso,
formidable esdrújulo, ¡Dámaso!,
no hijo de la ira, que en la hora
alegre es el más alegre. ¡Cómo se
divertían juntos Dámaso y Fede-
rico! Nadie se engañe con la se-
riedad de Gerardo, fervoroso y
caprichoso, tierno y de repente
Equis y Zeda (Fábula de). ¡Qué
jocundidad añadía la recitación
de Federico a los versos del Ge-
rardo más formal!
Por eso, Clementina,
por eso yo te espero
el veintitrés de enero
sobre mi hamaca gris...
Y Salinas, nada don Pedro, con
su humor madrileñísimo, humano
como ninguno; a todos entiende
y con todos se las entiende muy
bien.
Otros nombres relevantes ha-
bría que subrayar -de Juan La-
rrea a Pedro Garfias- si esta
enumeración, limitada a ciertos
momentos gratísimos de mesa y
sobremesa, se convirtiese en ma-
nual de Historia. No sería posi-
ble dejar fuera del cuadro a tres
ausentes de algunas de aquellas
reuniones en Madrid: Luis Cer-
nuda, Emilio Prados, Manuel Al-
tolaguirre. ¡Exquisitos andaluces!
(era durante la hegemonía del
Sur). Luis Cernuda, con voz tan
personal desde su primera obra;
Emilio Prados, en carne viva, en
alma viva a flor de piel, dentro
de su soledad no falsificada. Y
ese fantástico Manolito, que pa-
rece soñar cuanto más vive y se
desvive; y ninguno con más bio-
grafía que él. ¡Cuántos poetas!
Los unen afinidades no del todo
electivas. Pero ¡qué diferentes!
Helos juntos -con ocasión de la
comida en que se festeja a Luis
Cernuda- el 20 de abril de 1936.
Quien ofrece el homenaje es Fe-
derico; no podía ser otro el rector
de aquellos ágapes de amistad y
poesía: "Entre todas las voces de
la actual poesía española, llama y
muerte en Aleixandre, ala inmen-
sa en Alberti, lirio tierno en Mo-
reno Villa, torrente andino en
Pablo Neruda, voz doméstica en-
trañable en Salinas, agua oscura
de gruta en Guillén, ternura y
llanto en Altolaguirre, por citar
poetas distintos, la voz de Luis
Cernuda erguida suena original,
18 / NORTE
1
sin alambradas ni foros para de-
fender su turbadora belleza". A
todos aquellos escritores se les
veía amigados en unidad de gene-
ración, antípoda de escuela: no ha-
bía programa común. Algunos
firmamos la invitación a celebrar
un centenario, el de Góngora. Pe-
ro nada más remoto de un mani-
terales y extranjeros: el super-
fiesto. Y los "ismos" eran ante-
riores o de uso particular -el
ultraísmo, el creacionismo- o la-
rrealismo. En cuanto a la poe-
sía pura... ¿Quién de nosotros
habría osado sin rubor ridículo
presumir de puro? No, ninguna
línea de partido literario. La ge-
neración -si creemos a nuestra
experiencia y no porque nos lo
propongan lasteorías- seanuda
encomunidadvital,ynose la
sistematiza desde dentro, (Esto
acaecerá más tarde sobre las pi-
zarras pedagógicas).
¡Cuántos colaboradores hetero-
géneos asocia el aire de una épo-
ca! La generación de Federico
García Lorca ignoraba el marfil
de torre. Las puertas no servían
para defender ninguna clausura,
que habría sido "putrefacta". (Vi-
tuperio que inventó Federico.
Café de la Alameda, Granada. Los
Putrefactos: dibujos de figuras
grotescas. "El cancro abrasador
de los desiertos"... El adjetivo
pasa a Salvador Dalí, a Pepín Be-
llo, y todos lo empleamos.) La
putrefacción de la encerrona es-
tética no fue nuestro pecado. Y
un día -diciembre del 27- Fe-
derico y algunos de sus compañe-
ros vamos a Sevilla en excursión
literaria. (Dámaso Alonso y Ge-
rardo Diego lo han contado admi-
rablemente.) La excursión está
patrocinada por un mecenas. Y
este mecenas es... un torero.
Personaje de primer orden, que
será inmortal poéticamente gra-
cias a los poetas de aquellos años.
Ignacio Sánchez Mejías nos inte-
resaba mucho, y no sólo por su
hombría de gran sevillano y aquel
porte de quien se jugara muchas
veces la vida, "la suerte o la
muerte". Aquellas calidades, a las
que nosotros -pobres de nos-
otros- no estábamos acostumbra-
dos, podrían haberse resuelto en
una gallardía pintoresca. Y no
era así. Lo más sorprendente es
que Ignacio discurría con una de
las cabezas más claras de nuestro
tiempo. En su mente no se em-
brollaban las ideas. Esta capaci-
dad intelectual se extendía hasta
los más finos escarceos irónicos.
(Había que oírle desarrollar una
de sus paradojas favoritas: cómo
Ortega -¡don José Ortega y Ga-
sset!- era gitano).
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza.
Y su elogio requería la palabra
indispensable: "inteligencia". Ra-
fael Alberti fue el poeta preferido
de Sánchez Mejías. En la tradi-
ción de un Pepe Hillo, de un
Francisco Montes, cuyos tratados
sobre el arte de torear se desen-
vuelven a modo de artes poéticas,
Sánchez Mejías juzgaba paralelos
a Belmonte y Lorca, a Joselito y
Alberti: los primeros, con su po-
deroso "yo" romántico, triunfan
magníficamente, irregularmente,
mientras los otros dos, atentos a
las esencias y a las formas, se atie-
nen con todo rigor a las condicio-
nes de la lidia. Este esquema aquí
simplificado, daba motivo a Sán-.
chez Mejías para multitud de ob-
servaciones muy sagaces. Respec-
to a Federico, he de recordar el
entusiasmo con que nos habló de
Bodas de sangre en el Palace,
.donde nos congregábamos un vez
a la semana durante algunos me-
ses del 33. Sánchez Mejías, uno
de los primeros a quienes el autor
leyó la obra, vio muy claro in-
mediatamente que Bodas de san-
gre daba principio a una gran
etapa dramática. Era fatal que la
muerte dé Ignacio inspirase a los
dos insignes andaluces sus famo-
sas elegías: el "Llanto" y "Verte
y no verte".
Sangre Derramada
¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
La luna de par en par.
Caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras.
¡Que no quiero verla!
Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!
¡Que no quiero verla!
La vaca del viejo mundo
pasaba su triste lengua
sobre un hocico de sangres
derramadas en la arena,
y los toros de Guisando,
casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos
hartosdepisarlatierra,
No.
¡Que no quiero verla!
Por las gradas sube Ignacio
con toda su muerte a cuestas.
Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era.
Busca su perfil seguro,
y el sueño lo desorienta.
Buscaba su hermoso cuerpo
y encontró su sangre abierta.
¡No me digáis que la vea!
No quiero sentir el chorro
cada vez con menos fuerza;
ese chorro que ilumina
los tendidos y se vuelca
sobre la pana y el cuero
de muchedumbre sedienta.
¡Quién me grita que me asome!
¡No me digáis que la vea!
No se cerraron sus ojos
cuando vio los cuernos cerca,
pero las madres terribles
levantaron la cabeza.
Y a través 'de las ganaderías,
hubo un aire de voces secretas
que gritaban a toros celestes,
mayorales de pálida niebla.
No hubo príncipe en Sevilla
que comparársele pueda,
ni espada como su espada
ni corazón tan de veras.
Como un río de leones
su maravillosa fuerza,
y como un torso de mármol
su dibujada prudencia.
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza
donde su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué gran serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tinieblas!
Peroya duerme sin [in,
Yalosmusgos y la hierba
abren con dedos seguros
la flor de su calavera.
Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas,
resbalando por cuernos ateridos,
vacilando sin alma por la niebla,
tropezando con miles de pezuñas
como una larga, oscura, triste lengua
para formar, un charco de agonía
junto al Guadalquivir de las estrellas.
¡Oh blanco muro de España!
¡Oh negro toro de pena!
¡Oh sangre dura de Ignacio!
¡Oh ruiseñor de sus venas!
No.
¡Que no quiero verla!
Que no hay cáliz que la contenga,
que no hay golondrinas que se la beban,
no hay escarcha de luz que la enfríe,
no hay canto ni diluvio de azucenas,
no hay cristal que la cubra de plata.
No.
¡¡Yo no quiero verla!!
argarito Ledesma
Nota de L. de S.
Entre los más brillantes escritores mexicanos del presente siglo, brilla
con refulgentes luces el poeta Margarito Ledesma -humorista involuntario-
como se llama a sí mismo, cuyos poemas han recorrido el mundo. El primero
de sus libros -y decimos el primero, porque esperamos más de él-, lleva
ya doce o trece ediciones y se cuenta que el Papa Pío XII lo tenía entre sus
libros de cabecera. `
Margarito dice haber nacido en Comonfort, Guanajuato, antes Chama-
cuero, que está a la vera del río de La Laja, que riega sus huertas y las inun-
da, según corra pacífico o crecido y contribuye a la gran cosecha de limas
que le han dado fama. Por ello dice Ledesma que Chamacuero es la "ciudad
más limítrofe de Guanajuato"; por ello, también, suspira por Chamacuero
y lo canta en sus versos y gusta de las limas como su fruta predilecta.
Pero ¡ay! que no hay tal Margarito, ni tal Ledesma y que nuestro per-
sonaje dista mucho de ser un humorista "involuntario". Humorista sí que
lo es, pero voluntaria y talentosamente.
En efecto: así como Cide Hamete Benengeli encondía en el Quijote el
nombre de don Miguel de Cervantes Saavedra, así Margarito Ledesma encu-
bre el del señor licenciado don Leobino Zavala, gran escritor, gran poeta
y gran humorista, del que esperamos todavía muchos y muy sabrosos ver-
sos, sí que también unas leyendas sobre San Miguel de Allende que tiene
ofrecidas y que no acaba de resolverse a publicar.
Para los lectores de NORTE que no conocen la obra del señor licenciado
Zavala, van aquí unas cuantas poesías de Ledesma, es decir, del talentoso abo-
gado guanajuatense y que, seguramente les han de gustar; para quienes ya
han leído alguna cosa suya, les será grato recordar lo que aquí estampamos.
Y dicho esto, leamos al poeta de Chamacuero o—. de San Miguel de
Allende.
0RILLEJOS*
¿Qué como cuando hago rimas?
-Unas limas
¿Qu_ é pueblo es el que más quiero?
-Chamacuero.
¿Y quién murió alrededor?
-Comonfort.
For eso con gran sabrosor
seguiré haciendo mis rimas
y gustando de las limas
de Chamacuero de Comonfort.
¿En dónde se hogó mi tío?
-En el río.
¿Dónde tu amor te pedí?
-También allí.
¿Dónde juego a la baraja?
-En La Laja.
Por eso, si no hace frío
en días que no se trabaja,
luego lloro y luego me río
junto al río de La Laja.
* Ya se entiende que se quiere decir "ovillejos'", ,
de la combinación métrica de tres versos octosi]
seguidos cada uno de ellos de un pie quebrado y de
redondilla cuyo último verso se compone de los tre
quebrados.
NORTE
¡AY QUE COSAS!
Se han visto cosas muy duras
con estas revoluciones.
Estropiriós, quemazones
golpizas y colgaduras.
Al señor don Evaristo,
mayordomo de La Palma,
por poco le sacan la alma
pues estaba muy mal quisto.
Le rebanaron los pies
con un machete filoso
y hasta el cuero cabelloso
querían voltiarle al revés.
Las narices le achataron
con las patas de un caballo
y para darse más gallo;
hasta un oído le picaron
Le dijeron hartas cosas
que no se pueden decir ...
En fin, lo hicieron sufrir
vergüenzas muy vergonzosas.
Le jalaron las patillas,
le flamiaron el asiento
y para mayor aumento
le metieron zancadillas.
Le dieron hartos pisones
en los callos de los pies,
y con buñiga de res
le emporcaron los calzones.
Le doblaron las orejas,
le arrancaron el bigote,
lo hicieron correr al trote
con unas pantuflas viejas.
Entre todos le pegaron
un montón de cachetadas,
y le dieron de patadas
y en el común lo aventaron.
Y después de esta contienda
y de tan grandes fracasos,
le aventaron de balazos
y se fueron de la hacienda.
Por eso digo y repito
que en estas revoluciones
hay que andar con precaucione
y tener su valorcito.
EL GRAN NAPOLION
Dicen que Napolión, cuando era chico,
antes de andar metido en los balazos,
se agarraba en la escuela a los piedrazos,
pero con piedras que al momento explico.
No eran piedras de tierra declarada,
de las que aquí se ven en los baldíos;
sino piedras de nieve manoseada
que se usan por allá en tiempo de frios.
Es decir, hacían bolas con el velo
y todos los muchachos en unión
guerreaban y se daban harto vuelo
mandados por el grande Napolión,
Y había descalabrados y hasta heridos,
porque todos guerreaban por iguales,
porque también en los Estados Unidos
les cuadra, como aquí, ser generales.
¡Cómo se echa de ver desde un principio
los que tienen valor y son entrones,
pues se ensayaban a guerrear con rips
para entrarle después a los cañones!
Y desde entonces se vio muy clarito
aue Napolión, el rey de las batallas,
era muy de deveras hombrecito,
y ni fuerza le hacia de las metrallas.
¡Oh Napolión! ¡Oh genio tan ínclito!
Déjame que declare tus victorias.
Ya verás que este humilde Margarit
también las puede con tus grandes gi
Y ojalá que también en Chamacuero
naciera un Napolión de esos grandio
que acabara con tanto limosnero
y que corriera a tantos envidiosos.
Nota de Margarito Ledesma. ;Esta sí es poi
sí es bueno! Me la corrigió y me la compuso
dista de Celaya; pero en todo lo demás que¿
a como yo la hice. ¡Esta si me salió bien y
gusto! ¡Bendito sea Dios!
22 / NORTE
E s p añ ol es y
po rt ugu eses
e n Franci a
por Julio JUST
Españoles y portugueses, los
dos pueblos peninsulares, hicie-
ron grandes, épicas cosas que es-
tán inscritas en la historia. Unas
veces las hicieron juntos, por
ejemplo, luchando contra los ára-
bes que habían invadido la penín-
sula, y luchando, la última vez,
en los umbrales del siglo xix
contra la invasión de los ejérci-
tos de Napoleón. Juntos, bajo el
mando de Wellington, luchan dos
veces, en la batalla de Vitoria, la
última que se libra en territorio
peninsular, y luego en Toulouse,
frente al mariscal Soult que hizo
cuanto pudo para evitar una ca-
tástrofe militar, y que por cierto
no perdió su tiempo en España
pues se llevó consigo, en la reti-
rada, un copioso y rico botín en
el que figuraban muchas obras
maestras de la escuela de pintura
española.
Portugueses y españoles hicie-
ron grandes descubrimientos en
Africa, en América y Asia, sur-
caron todos los mares del mundo,
dieron nombre, generalmente de
santos y de héroes nacionales a
las tierras que descubrieron, con-
tinentes e islas, y que luego co-
lonizaron dándoles el tesoro de
una lengua, principios morales y
religiosos, costumbres y conoci-
mientos científicos. Hubo en Amé-
rica universidades e imprentas
que no había en algunas naciones
de Europa. El castellano, y luego
español, y el portugués, palpitan-
te trasunto del gallego, eran len-
guas de nautas, de capitanes de
geógrafos, de médicos, de botáni-
cos y diplomáticos, en el mundo
entero.
Pues bien, esos dos pueblos,
acostumbrados a andar por el
mundo, andar y mandar con aplo-
mo imperial, esos dos pueblos que
tanto hicieron hablar de ellos por
sus grandes hazañas, son hoy dos
pueblos atrasados, dos pueblos
subdesarrollados, dos pueblos en-
fermos a pesar de que guardan
aún algunas de sus grandes cua-
lidades, carácter, recio carácter;
energía moral; valor en la des-
gracia, valor frente al destino ad-
verso, estoica apostura, iluminada
por una leve sonrisa, propia del
que está de vuelta de muchas co-
sas, cuando se cierra el horizonte
de la vida, cuando todo aparece
negro.
Pero esas grandes cualidades
no prosperan y desarrollan cuan-
do se vive en un régimen de opre-
sión, cuando no hay libertad de
pensar, de obrar, de criticar,
de proponer, de corregir, que es
lo que pasa en la España de Fran-
co y en el Portugal de Oliveira
Salazar.
Y porque no hay nada de eso,
ni hay escuelas, ni caminos que
lleven a un mañana de bienestar
y gusto de vivir, y hay en cambio
hambre, mucha hambre. Portu-
gueses y españoles emigran, se
van a otras tierras. Los que ayer
enseñaron y mandaron, hoy van
pidiendo trabajo aquí y allá co-
mo pobres peones, como hombres
que no pueden ofrecer otra cosa
que sus brazos.
Aquí en Francia hay muchos
españoles y portugueses como
trabajadores, no como obreros es-
pecializados, ni como capataces,
ni menos como ingenieros -los
que en el mundo mandan, diri-
gen, administran, enseñan son
suizos, franceses, belgas, ingleses,
alemanes y norteamericanos-; los
pobres españoles y portugueses,
los que ayer fueron señores, co-
mo decía antes, trabajan de lo
que sea. La cuestión es comer, co-
mer y dejar correr el tiempo, con
la vaga esperanza de que un día,
un día problemático, mejore su
suerte.
Los que están peor, los que vi-
ven más mal y están peor consi-
derados son los portugueses. Hay
muchos de ellos en París. Habi-
tan en hoteles malos de los subur-
bios negros evocados por el lá-
piz rebelde de Steilen; habitan,
si eso es habitar, es decir tener
habitación, habitaciones, en algu-
nos fuertes de las antiguas forti-
ficaciones, y en poblados de cho-
zas miserables, hechas de tablas,
de telas, bidones, trozos de hoja-
lata y piedras imbricadas; pobla-
dos que llaman "bidonvilles". En
esos "bidonvilles", sin higiene,
sin maestros, sin médicos, hay
portugueses, argelinos y marro-
quíes. Las riñas, muchas veces
sangrientas, son el pan de cada
día. La policía ha de intervenir
con frecuencia. La vida en ese
medio es un infierno. En una pa-
labra, que los líricos y palabreros
panegiristas de Oliveira Salazar
y de Franco podrían pasar algu-
nos días en medio de la miseria
y sorda desesperación que reina
en los "bidonvilles", de los que
con frecuencia, en la crónica de
sucesos, habla la prensa de modo
compasivo, y a veces con un cier-
to dejo de menosprecio.
NORTE/23
Entre españoles
Al hacer nuestra entrada a las
páginas de la revista NORTE po-
dríamos ponernos sentimentales
mencionando a su fundador, ese
eminente hombre de letras cuya
pluma enterneció corazones y pu-
so en la mente de sus paisanos
el paisaje y, el clima y hasta' la
luz de la lejana Asturias. Don
Alfonso Camín ha dejado sin du-
da entre los españoles de México
el gratísimo recuerdo de su pre-
sencia, recuerdo que estamos se-
guros será largamente recompen-
sadoconlal>nalenquede Merma
sellevóasuAsturiaselautor de
"EntrePalmeras",
Escierto,repetimos,quepo•
dríamos ponernos sentimentales;
pero no. El gran maestro Camín
no lo consentiría. Por eso, nos li-
mitamos a recordarlo con el en-
trañable cariño que él merece y
a decirle hola desde esta puerta
por la que entramos a su propie-
dad, donde hemos de sentirnos
como en nuestra propia casa.
Y, una vez dentro, pasaremos a
hacer un resumen de los aconte-
cimientos más importantes de los
que nos han llegado noticias en
las últimas fechas.
Valga destacar a esa gran per-
sonalidad de las finanzas que es
la distinguida Luz María Díaz-
Caneja, quien en su calidad de
presidenta del Consejo de la pres-
tigiada firma "Inves Mex". S. A.
inauguró una sucursal de esta em-
Por Antonio BARRILADO
Don Sandalio Miranda, Sra. de Castillo, don Vicente Gutiérrez Bayón,
Martínez Paz.
presaenlaciudaddeGuadala-
jara. Las nuevas instalaciones
fueron bendecidas por el cardenal
Garibi Rivera, en ceremonia que
se vio muy concurrida por desta-
cadas personalidades del Gobier-
no y de las finanzas. Una gran
fiesta ofrecida en el salón Belve-
dere del hotel Guadalajara Hil-
ton fue el broche con que quedó
cerrado el acto inaugural de es-
tas nuevas oficinas.
Como grandes festejos hemos
de mencionar también los orga-
nizados por el Colegio Madrid,
la Academia Maddox y la Acade-
mia Hispano-Mexicana, con mo-
tivo de la terminación del ciclo
escolar 1967. Fueron el Club Im-
perial, el Centro Gallego y el ho-
tel María Isabel, respectivamente,
los lugares elegidos por los men-
cionados centros de estudio para
Luz Moría Día-,-Coneja; Lic. luan Delgado Navarro, director de Eco-
nomía del Gobierno de Jalisco; Eduardo Cola Medina, ejecutivo de "Inves
Mex", S. A.
celebrarsusbailesdegraduación
que,comoera deesperarse,re-
sultaron muy animados.
En el momento de cerrar la
presente edición continúa en ple-
na organización de un largo ciclo
de actos el Colegio de Las Viz-
caínas, celebrando el segundo cen-
tenario de su fundación. Un gran
programa de actividades artísti-
cas y culturales, como homenaje
a los vascos que dieron vida a esa
institución y a la obra educativa
que realizaron en Iberoamérica en
el siglo XVIII, se encuentra ac-
tualmente en pleno desarrollo.
Entre esos actos mencionaremos
tres conciertos sinfónicos dirigidos
por el maestro José Ives Liman-
tour, otros con obras de Giacomo
Facco, dos recitales del pianista
Joaquín Achúcarro; conferencias,
exposiciones, teatro y una cere-
monia vasca.
Con el lujo de detalles a que
el Club España tiene acostumbra-
dos a sus socios y amigos, cele-
braron en sus salones el tradicio-
nal banquete de confraternidad
hispanoamericana, con motivo del
Día de la Raza. La presencia
del Cuerpo Diplomático de Ibero-
américa acreditado en México pu-
so una vez más de relieve la her-
mandad de los pueblos de habla
española. Don Vicente Gutiérrez
Bayón, presidente del Club Espa-
íia, pronunció las palabras de ri-
gor, que fueron calurosamente
aplaudidas por la numerosa con-
currencia. Asimismo, recibieron
aplausos y felicitaciones las seño-
ritas María del Carmen Niebla
Menéndez y María del Pilar Bla-
Ala. del Carmen Niebla, madrina sa-
liente del Club España y don Antonio
Ariza, presidente de la Cámara Es-
pañola de Comercio e Industria.
nes Prieto, madrinas saliente y
entrante, respectivamente, del
Club España, quienes en acto pre-
vio al banquete efectuaron el
cambio de banderas con el que
se simboliza el cese y la toma de
posesión de la representación en
México de la mujer española.
Animadísima, como siempre,
resultó la tertulia-baile llevada a
cabo en los lujosos salones del
Centro Gallego. También la galle-
guía de México presenció el cam-
bio de madrina de su centro so-
cial. Se despidió cariñosamente a
Aurorita Sánchez Lorenzo, quien
durante un áño representó entre
nosotros a la mujer gallega, a la
vez que se le daba la bienvenida
a Marta Caridad Carrillo, nueva
madrina del Centro.
Otra entidad social hispana que
también organiza en estos días
uqa serie de actos, para conme-
morar sus veinticinco años de vi-
da, es la Casa Regional Valen-
ciana, presidida actualmente por
don Enrique Aracil Ripoll. Entre
el extenso programa de festejos
no podía faltar en manera alguna
la consabida paella, que en esta
ocasión se sirvió como homenaje
a los señores José Castelló-Tá-
rrega, ex presidente de la asocia-
ción, y Enrique Tineo Escamilla.
Felicidades.
Pero la nota que los valencia-
nos destacan dentro de sus actos
conmemorativos es la llegada a
México del cantante-poeta Rai-
mon, cuya presencia entre nos-
otros consideran sus paisanos
como "un acontecimiento memo-
rable". Para la llegada de este
artista, postergado actualmente en
España por sus canciones de lu-
cha, la Casa Regional Valenciana
y el Orfeó Catalá preparan un
recibimiento extraordinario que
se iniciará en el aeropuerto y con-
tinuará en el domicilio social del
centro valenciano.
Y entre las esperanzas de que
la animada colectividad hispana
cuente en el futuro con nuevos
festejos y lugares de diversión,
ha surgido -¡por qué no decir
que ya era hora!- la decisión del
Círculo Vasco Español de entrar
a remover aún más el ambiente
social de los paisanos. De organi-
zar buenos festejos se encargarán
José Luis Ocejo y Xavier de Ire-
zábal, presidente y vicepresidente
de la recientemente creada Comi-
sión de Festejos. Ambos parecen
personas de iniciativa y cori de-
seos de "hacer cosas"; veremos
hasta dónde llegan, por eso de
"con la Junta hemos topado", fra-
se acertadamente adaptada por
Joaquín Menéndez Coalla, presi-
dente de la Sección de Festejos
del Centro Asturiano, antes de
liberar la comisión que preside
y demostrar que rigiéndose a sí
mismo cada centro español trata-
ría de superarse, único medio de
conseguir el éxito dentro de la
colectividad española.
Por cierto que, puestos a medi-
tar sobre la forma de actuar que
se sigue en los centros españoles
de esta gran metrópoli a la ho-
ra de organizar actos culturales o
artísticos, se nos ocurre pensar
que viven en México decenas de
ilustres españoles, científicos, li-
teratos, conocedores de las bellas
artes, etcétera , conocidos interna-
cionalmente y algunos famosos ya
en el ámbito nacional, pero igno-
rados entre sus compatriotas. Re-
cordamos sobre esto que en uno
de los principales centros hispa-
nos se habló de hacer venir al
poeta José María Pemán, sin te-
ner en cuenta que teníamos entre
nosotros a León Felipe y a Pedro
Garfias, tan desconocidos como
aquél entre los españoles de,Mé-
xico, e incomparablemente más
importantes.
En otros aspectos, yéndonos ya
a lo que mayormente atrae al pú-
blico a la hora de asistir a los fes-
tejos, no podemos dejar pasar el
hecho de que los centros españo-
les ofrezcan la consabida variedad
regional, a base de aficionados,
cuando en nuestra capital viven
algunos de los más grandes artis-
tas españoles de la época. Guita-
rristas extraordinarios, cantantes
de fama, bailarines para todos los
gustos, declamadores y hasta ani-
madores profesionales, con los
que se podría formar la variedad
más envidiable hasta por el más
lujoso de los centros nocturnos.
Y más aún: tenemos eminentes
autores de teatro, directores de
cine y de televisión, actores para
todos los tipos y de cualquier ca-
tegoría que se exija... Pero ahí
están, alejados de la masa hispa-
na donde, sin saber por qué, no
se les tiene en cuenta. Ah, pero
eso sí: en cualquier reunión don-
de se hable de España oiremos
decir que la principal misión de
cada grupo social es dignificar a
la patria. Pues, señores, la patria
se ensalza ensalzando a sus hi-
jos; no basta decir que es muy
bonita la campiña del norte e im-
presionante Despeñaperros.
Y otra cosa: al hombre de valía
hay que buscarlo. Se hace cuando
se contrata a alguno de los que
viven en el interior de España y
lo mismo debería hacerse para
solicitar la presencia de los que
radican en México. En cuanto a
las actuaciones de algunos artis-
tas eminentes, estamos seguros de
que podrían lograrse con poco di-
nero y, en ciertos casos, hasta
gratuitamente. No olvidemos que
el artista es, en general, infantil
y tímido y agradece como nadie
que se le preste calor fraternal
y se le apoye moralmente con
aplausos.
Pero volvamos al relato de los
últimos acontecimientos, mencio-
nando el hecho de que en un cen-
tro de cultura, el Ateneo Español,
y en otro social, el Centro Vasco,
se han efectuado recientemente
elecciones de directivos, sin que
en ninguno de los principales car-
gos de las mencionadas juntas se
hayan verificado cambios. El Ate-
neo continúa bajo la presidencia
del doctor don José Puche Alva-
rez, ex rector de la Universidad
de Valencia; como vicepresidente,
el licenciado don Alfonso Ayensa
y, como secretario general, el in-
geniero don José Luis de la Loma.
El Centro Vasco sigue presidido
por don Eduardo Ahedo y conti-
núa como secretario don Jacinto
Lasa. El resultado, pues, de las
elecciones coincide con nuestra
idea de que tanto el Ateneo como
el centro de la calle de Madero
lograron con sus nombramientos
anteriores una directiva eficaz,
dentro cada una de ellas, natural-
mente, de las exigencias requeri-
das para lograr los mayores acier-
tos en sus funciones.
Los amigos de Antonio Medina
Castrejón se han convencido al
fin de que el joven maestro de
escuela cordobés, traído a México
por Santa Claus en su Nochebue-
na de 1959, no es -aunque lo pa-
reciera-, el prototipo del eterno
solterón. Y todo porque una gua-
pa chiquilla ha conseguido enlo-
quecerlo y colocarlo ante un juez
de paz. Después, la iglesia. Más
tarde, no saben todavía los ami-
gos de Medina Castrejón si la paz
continuará a lo largo del tiempo
que perdure el sacramento del
matrimonio, que es, como todos
sabemos, de por vida.
Sencilla y extraordinariamente
guapa se presentó María Barrila-
do de la Vallina ante un grupo de
amistades que esperaba su apari-
ción, allfen su domicilio de La-
martine, para felicitarla por el
aniversario de su nacimiento. Pas-
tel y animación. Regalos y la fe-
liz presencia de los progenitores
de la gentil festejante, don Fran-
cisco Barrilado Medina y doña
Carmen de la Vallina de Barrila-
do. Más pastel para todos y una
lágrima oculta en el corazón del
matrimonio, dedicada al recuerdo
del hijo que se les fue hace ape-
nas diez meses.
Cuando don Augusto Vizcarra
Prados, administrador general del
Casino Español, y su esposa doña
Carmen Valero de Vizcarra regre-
saron de su primer viaje a Espa-
ña después de veintitantos años
de mexicanos, se encontraron con
un nuevo vástago en la familia:
su hijo, Augusto como el padre,
le presentó a su primer varoncito
que, por seguir la tradición, fue
bautizado con el nombre del pa-
pá y del abuelo.
Desde San José (Costa Rica)
nos llega la noticia de que el doc-
tor y catedrático de aquella Uni-
versidad don Rafael Angel Uma-
ña Umaña y su esposa doña Ma-
ría Teresa Fernández de la Mora
de Umaña han visto aumentada
su felicidad conyugal, con el ad-
venimiento del primero de sus
descendientes. Enhorabuena.
Don Francisco Barrilado Medina, Sra. Carnra, de la )'aluna de Barrilado,
María Barrilado de la J'aIlina, Sra. Taoa Diez de Barrilado, Matilde
Barrilado Diez y don Antonio Barrilado.
NORTE/27
WFINITAFIBRO( HAPA ECONOMI(A,INALTERABLE RESISTENTE,
DE DURACION ILIMITADA.
^ I^ ;crup
1 —gil 111
Km, 14.5 Carretera México-Laredo
Tels.: 69-32-17 y 69-34-06 de Sta. Clara.
Santa Clara, Estado de México.
28 / NORTE
Germán y Ninette y de algunas
de las más íntimas amistades de
la familia, entre quienes figura-
ban la señora Tana Diez de Barri-
lado con su hija Ruth Matilde,'
Patricia Ibarrola y Montserrat y
Mónica de Soto.
Madeleine Ruló.
En la residencia que el comer-
ciante gallego don Germán Rañó
y su esposa Elma S. de Rañó po-
seen en la colonia Polanco hubo
gran alegría en días pasados, con
motivo de cumplirse el segundo
aniversario del nacimiento de la
hija menor del matrimonio. Ma-
deleine, la guapa rubia festejante,
estuvo rodeada de sus papás, de
su abuelo el señor Diedrich See-
dorf, de sus hermanos Magalí,
Como nota cultural sobresalien-
te, mencionaremos la interesante
conferencia que fray Arturo Al-
varez y Alvarez sustentó en los
salones del Casino Español, sobre
el tema de "Colón-Guadalupe-La
Rábida" o "América nació en
La Rábida y se bautizó en Gua-
dalupe". Con ella, tanto el con-
ferenciante como el centro social
en que pronunció sus palabras
brindaron su homenaje al nave-
gante Cristóbal Colón, al cumplir-
se un aniversario más del descu-
brimiento de América.
Nelia Ferrer Hernández es la
guapa hija mayor de nuestro gran
amigo gallego don Inocencio Fe-
rrer Ovide y de la profesora Eva
Hernández de Ferrer. Esta joven
estudiosa, como lo demuestra el
hecho de ser poseedora de los tí-
tulos de profesora de Danza, de
Coreografía y de Artes .Plásticas
y ejercer como directora del
Nelia Ferrer Hernmínidez
Club de Danza de la Escuela Nor-
mal Superior de México, viene
hoy a nuestras páginas para reci-
bir nuestro elogio y nuestra ad-
miración. Y es que la guapa y tres
veces profesora acaba de obtener
una beca del gobierno francés pa-
ra que re traslade a París, donde
LA MARINA , S . A .
FABRICA TEXTIL
ALTA CALIDAD
AL SERVICIO DE LA
INDUSTRIA PESQUERA
Col. Sta. Ma. Insurgentes
Sándalo No. 58
México 4, D. F.
Teléfonos:
47-51-89
47-51-90
47-21-55
NORTE/29
realizará estudios durante el pe-
ríodo 1967-1968 sobre Pedagogía
de los idiomas. ¡Suerte, ilustre
preciosa!
He aquí uno de esos actos que
tanto ilusionan a las damas de to-
das las latitudes: exhibición de la
colección de modas del famoso
Pertegaz, efectuada en el Casino
Español bajo el patrocinio de El
Palacio de Hierro. El acto fue or-
ganizado por el Comité de Damas
Pro Beneficencia Española y cree-
mos que en favor de la ídem. Exi-
to, naturalmente, ya que estas
reuniones son de las que no fa-
llan, aunque continúen algunos
pensando en que sólo los hombres
acuden puntualmente a las citas.
Felicitaciones a montones reci-
bieron y siguen recibiendo don
Eduardo González-Sicilia y su es-
posa doña Amelia Cotter de Gon-
zález-Sicilia, por eso de tener un
hijo que destaca por estudioso, lo
serio, lo buenhombre y todo
lo que se necesita para, siendo tan
joven, quedar autorizado por un
tribunal estricto para poner bajo
su nombre, en las tarjetas de vi-
sita, la palabra "Médico". Eduar-
do González-Sicilia Cotter, el nue-
vo licenciado en Medicina, se ha
ganado a pulso el éxito que ob-
tuvo en su examen. Que los éxi-
tos continúen y que las aspirinas
lo ayuden a resolver problemas
futuros. Por lo pronto, el joven
médico ofreció una simpática fies-
ta allá en La Herradura, de don-
de algunos asistentes salieron con
Eduardo Gonzáles-Sicilia Cotter.
30 / NORTE
Antonio Día---Coneja Rod^iguez, P:,l-ificacióu R. de Díae Coneja, don An-
tonio Día---Cansja, Socorro Día---Can?ja Rodrígu55Z, los cuates Lnis Angel
ti' Juan Carlos y Ovvidio Rodríguez.
un catarro de aúpa. Esa podría
ser una buena medida para crear
clientela. Y conste que no cobra-
mos la sugerencia.
Dos cuates en fiesta. Buen tí-
tulo para una película protagoni-
zada por Juan Carlos y Luis An-
gel Díaz-Caneja Rodríguez. Pe-
lícula emotiva y divertida a la
vez, tal como se mostraron ellos
el día en que acudieron a un tem-
plo de Lindavista, donde tomaron
por vez primera el, Pan de la Eu-
caristía. Ahí todo fue emoción;
pero, más tarde, la diversión sur-
gió cuando el feliz papá don An-
tonio Díaz-Caneja y su esposa
Purina, en cuyos ojo brotaron
lagrimitas de emoción al ver a sus
hijos comulgando, ofrecieron un
copioso desayuno a un numeroso
grupo de invitados, de quienes
los alegres y deportistas cuates
recibieron regalos y felicitaciones.
Después, los guapotes se traslada-
ron a La Paz, Baja California,
para pasar unas vacaciones junto
a sus hermanos Antonio y Soco=
rro, esa chiquilla cuyo nombre
parece haber surgido de la excla-
mación de sus padres al verla tan
guapa.
Heidi Cueto, la activa y simpá-
tica jefa de Relaciones de Iberia.
Líneas Aéreas de España, salió
de México para asistir al IV Con-
greso Mundial de Relaciones
Públicas celebrado en Río de Ja-
neiro. Después, la guapa funcio-
naria se trasladó a otros países
sudamericanos y, posteriormente,
a Madrid. Gambas a la plancha
en "La Gaditana", tortas con na-
ta en "California" y alguna que
otra "cuba-libre" en los cientos
de cafeterías "tipo americano" de
la capital de España, podrían ser
buenos reconstituyentes para lo-
grar la fuerza necesaria, a fin de
soportar el agotador trabajo de un
jefe de relaciones tan eficaz co-
mo la señorita Cueto.
También efectuó un largo viaje
por el Viejo Continente el siem-
pre cordial amigo y hombre de
negocios don Enrique Martín Mo-
reno, persona que vende automó-
viles con la misma facilidad que
confecciona sabrosísimas paellas
o que dirige un suplemento pe-
riodístico, gracias al cual sus lec-
tores nos quedamos sin ver algún
que otro programa de "tevé".
Pero ni siquiera eso hace que don
Enrique pueda presumir de crear-
se antipatías entre sus amistades.
Creemos que el primer premio
obtenido como paellero en la Ca-
sa Regional Valenciana lo habría
logrado aunque no le hubiera
puesto sal a la paella. Suerte que
tiene.
Siempre son las noticias luctuo-
sas las que desearíamos no tras-
mitir a nuestros lectores. Sin em-
bargo, hemos de hacer notar lo
muy sentido que ha sido entre
los españoles de México el dece-
so del eminente musicólogo Vi-
cente Salas Viu, acaecido en la
hermana república, de Chile, don-
de ejercía como catedrático en el
Instituto Pedagógico y como di-
rector del de Investigaciones Mu-
sicales. Unimos, pues, nuestras
condolencias a las muchas que
diariamente reciben la hermana
del desaparecido, doña Emilia Sa-
las,y su cuñado el gran composi-
tor Rodolfo Halffter, quienes vi-
ven entre nosotros.
Ahí, en la esquina de Marsella
y Turín, quedó inaugurado el res-
taurante "Casa Mundo". Gran
fiesta, .,en la que como anfitriones
estuvieron el propio Raimundo
Fernández -con sus Cármenes,
como la morisca Granada, aunque
él presuma de ser de Coyoto-
y el copropietario del estableci-
miento, Adolfo Sieiro. Algarabía
y la promesa de éxitos, porque los
dueños de "Casa Mundo" saben
bien lo que hacen y cuando ofre-
cen sardinas en escabeche no dan
otra cosa. Ahora bien,, que a na-
ch e se le ocurra pedir galo, por
si acaso: es posible que le sirvan
liebre.
Aún nos queda alguien a quien
felicitar: Juan José San Millán
Casillas, quien a su nombre an-
tepone las letras C.P.T., el cual
asiste como delegado de México
al II Congreso Cooperativo Ibe-
roamericano que se inició recien-
temente en Madrid. El hombre
partió feliz, en compañía de sus
hermanas María Guadalupe y
María del Pilar, con quienes re-
correrá la Madre Patria y otros
países de Europa. Y felices, na-
turalmente, quedaron aquí sus
progenitores , don Enrique San
Millán, secretario general del Ins-
tituto Cultural Hispano-Mexica-
no, y doña Guadalupe Casillas de
San Millán.
De España llegaron a nuestra
metrópoli el ingeniero don Fidel
García Carrancedo y su esposa
María del Carmen Aja de García,
después de haber pasado una tem-
porada de descanso junto a sus
familiares, Santander, Barcelona,
Palma de Mallorca, Andorra y
Madrid, son algunos de los luga-
res por los que paseó su felicidad
la gentil pareja.
Un año más, los aragoneses ra-
dicados en México que aún sien-
ten honda, profundamente, la lla-
mada del amor fraternal, se dieron
cita en los salones del restaurante
El Hórreo para, como en veces
Toribio Góu Zapata, Celestino Falcó, Ang°l Roig, Mariano .losen, Juan
José Vilatela 1, Francisco Lucia.
anteriores, compartir una cena de
hermandad recordando a sus pai-
sanos deEspaña,Lareuniónse
efectuó en las fechas en que Za-
ragoza disfrutaba de sus tradicio-
nales festejos. Y, aquí, sus hijos
extendieron supensamientopara
demostrar que sus corazones vi-
bran continuamente en recuerdo
de la patria chica. Armonía y
buen humor entre los concurren-
tes, en cuyo honor El Hórreo
ofreció una grata selección de mú-
sica hispana.
'Y cerramos nuestro resumen de
hoy con una mención de honor
al señor Arsenio Gutiérrez, pre-
sidente de Festejos del Club Es-
paña, quien ha comenzado a llevar
ante los españoles que se reúnen
en los salones de Insurgentes Sur
a algunos de esos grandes artistas
hispanos a que nos hemos refe-
La bailarina Leonor Amaya,
rido anteriormente. Ahí tenemos,
como prueba, la presencia, ya
continuada en el España, de la
extraordinaria maestra Leonor
Amaya. Nadie como ella podría
haber conseguido ese grupo de
"bailaoras", porque para enseñar
se precisa eso: maestría, que es
de lo que la gran Leo anda pero
que muy bien surtida. Y por si
eso fuera poco el señor Gutiérrez
contrató en días pasados nada
menos que a Antonio de Córdoba,
uno de los mejores intérpretes
del cante "de verdad" de dentro
y de fuera de España. Lástima
que no todo el público que asis-
tió al banquete que precedió a la
actuación de Antonio se quedó
para admirarlo. Pero eso es defec-
to de organización y la experien-
cia es primordial en estas cosas.
Otra vez será y el promotor reci-
birá muchas más felicitaciones
por su acierto.
Y dejamos aquí el nombre de
un guitarrista: Pepe Sánchez.
Nombre y apellido sencillos, como
sencillo es el arte que este mu-
chacho demuestra, a la hora de
pulsar la guitarra y entonar la
buena música hispana, la misma
con que en este momento nos-
otros nos despedimos, diciendo:
hasta el próximo NORTE.
El guitarrista Pepe Sánchez.
BALLET...
¡y lo radicalmente nuevo!
por Marqués DE CORTES
Una intensa composición de figuras y la creación
de diversas posiciones, hacen la verdad del ballet
moderno, mezcla de estética y armonía individual
y de conjunto producen a través de escenarios a la
"pop" desenvolvimientos estilistas y de flexibilidad
increíble.
"EL PARAISO PERDIDO", novísima obra de
este tema, de danza más "hip" que miltónica,
de fruto vanguardista, tiene como tema central la
CREACION de un Adán que sale de un huevo gi-
gantesco y Eva se reúne enseguida con él para sim-
bolizar así, el nacimiento de la vida humana. El
comentario que hace el coreógrafo de esto, es: "Po-
dé el relato bíblico, nada de manzana. Sólo el hom-
bre y luego el hombre y la mujer".
Las cinco posiciones del ballet clásico son pocas
para este paraíso, ya que los múltiples cambios a
los que se somete la obra permiten que los baila-
rines dejen cobrar nueva vida a ocultos contrastes
de expresión en la danza. Como el momento más
dramático, en que Adán tras corretear frenético en
torno al escenario, se lanza de cabeza por los la-
bios entreabiertos de la diosa "pop" pintada en un
telón con ocho ojos que ven al público en espera
de su aplauso.
Lo radicalmente nuevo cabe en la descomposi-
ción clásica o sea lo que sale de los principios bá-
sicos, mas por esto, e]. gusto que representa para
cierto público, para otro, lo hostiliza. Falta de com-
prensión o de capacidad revolucionaria artística,
pueda ser, pero lo cierto es que el carácter snob
persiste y aceptación ha tenido, pero también des-
gano del conocedor.
Fotos: Life en Español.
i
Pantasilea y cl Príncipe jorobado en una escena de
ambiente romántico.
Lúgubre y
apasionante
ópera
creada por dos
argentinos,
que tuvo gran
éxito en la
pasada
temporada,
en la capital
norte-
americana
lllaerbale . ;^,ajnora asu cañada Julia Farnese.
OPERA ARGENTINA
BOMARZO
34 / NORTE
Opera argentina
B OMARZO
BOMARZO, reencarnación de un
duque angustiado, briosa ópera que
triunfa en Washington es el resul-
tado de un hombre sexualmente
ambivalente.
Esta lúgubre y apasionante ópe-
ra fue creada por dos argentinos:
el compositor Alberto Ginastera y el
novelista Manuel Mojica Láinez.
El público que presenció el estreno
en Washington a mediados de mayo
vibró de emoción al escuchar el re-
lato -la vida de un duque del Re-
nacimiento que duda de su virilidad
y vive obsesionado por la muerte-,
con un fondo musical de pasajes
aleatorios, raros efectos sonoros y
un coro que realza algunas frases
dramáticas o melódicas.
"Bomarzo combina escenas eróti-
cas y música vanguardista". "Mis
pechos desnudos son como perlas",
canta Pantasilea, y el príncipe joro-
bado se deja abrazar y besar por la
linda meretriz florentina; pero huye
frustrado al ver su grotesca silueta
en varios espejos. Así culmina una
de las escenas más angustiosas de
Bomarzo.
Uno de sus raros pasajes es cuan-
do se encuentra junto a un inmenso
atril, el astrólogo Silvio de Narni,
quien auguró a Pier Francesco que
sería Duque de Bomarzo, le ofre-
ce un filtro de inmortalidad: "la
fórmula del ignoto, el triunfo sobre
lo eterno".
Maerbale enamora a su cuñada
Julia Farnese y Pier Francesco man-
da matarlo. Incapaz de poseer a
Julia, Bomarzo besa al Minotauro:
"¿En qué otra carne podrían hallar
refugio mis labios?".
Frente a la boca del infierno una
de las monstruosas esculturas que
había esculpido Bomarzo exclama:
"¡Osos de Orsini, no me dejéis par-
tir! Porque yo soy la sangre de es-
tas rocas amadas...". "¿En dónde
sino aquí podría ser inmortal... in-
mortal?". Y expira víctima de un
veneno que tomó creyendo que era
el filtro de la inmortalidad.
El momento en que el astrólogo le ofrece un
filtro de inmortalidad.
por Leonor VENTURA
El director de la orquesta Jutiucs Endel admira a la
soprano Joanna Simon, cn un c.,ctel . Embajada
Argentina.
NORTE/35
Quicn detcuta las llares del Pcñúri, detenta las llaves del ILlediterráraeo. Sis guardián es sir Gerard TT'. Eatlil>ur^^, ^^ieja
pa re caidista, Héroe de Norz'ik y de ilroItato.
versión de
Diego LEON
Estamos en Medina del Campo, a prin-
cipios del año de 1504.
La reina Isabel la Católica, que acaba
de reconquistar a España del poder de los
moros, en unión (le su esposo don Fernando
de Yragón, ve con -alegría que el sol, que
por muchos años no se pondría en los do-
NORTE/37
minios españoles, acaba de alzar-
se con el descubrimiento del Nue-
vo Mundo a cuya empresa con-
tribuyó la soberana empeñando
sus joyas para ayudar a Cristóbal
Colón, según cuenta la leyenda.
La reina pensó que iba a morir
pronto y aunque gozando de com-
pleta lucidez, dictó su testamento
y última voluntad. Su memoria
infalible la hizo recordar muchas
cosas y muchos detalles y así,
minuciosamente, proveyó todo lo
necesario a los diversos Estados
que dependían de su corona. Y
entre lo que dijo, se encuentran
estas líneas proféticas:
"Que la Corona y el Patrimo-
nio conserven siempre la villa de
Gibraltar y todo lo que le perte-
nece y que no la cedan, ni la
empeñen, ni cedan una sola pul-
gada de su territorio". Algunos
días más tarde, el 12 de octubre
-día de la Fiesta de la Hispani-
dad-, Isabel la Católica firmó su
testamento con su puño y letra:
"Yo la Reina" en presencia del
notario Gaspar de Gricio y con el
testimonio de los obispos de Cór-
doba, Calahorra y Ciudad Real,
de los doctores Oropeza y Fernán-
dez de Lugo y del licenciado
Zapata, todos miembros del Real
Consejo.
El 26 de noviembre del mismo
año, falleció la más gloriosa so-
berana que España haya conocido
jamás.
Durante dos siglos -hasta la
fatídica fecha del 4 de agosto de
1704-, se cumplió con la volun-
tad de la reina; pero ese día, día
Sir Jolit} 1, ea, sr bate f rc
88 / NORTE
que los españoles consideran co-
mo una humillación nacional, el
capitán inglés Hicks, bajo las ór-
denes del almirante Rooke, izó el
pabellón inglés en Gibraltar.
Y allí está ondeando todavía.
¿Qué había pasado? Aquí se
hace necesario volver un poco
hacia el pasado?
El año de 1700, el último rey
español de la dinastía austriaca,
Carlos II, "El Hechizado", sintió
que la muerte estaba próxima. No
tenía descendientes y vivía en
una época en que los monarcas
podían disponer de sus reinos a
su placer y talante y dejarlos
por testamento a quien les vinie-
ra en gana. La herencia de que
iba a disponer "El Hechizado" era
por demás importante: España y
América.
De acuerdo con el Papa, con el
Sacro Colegio de Cardenales y
con el Consejo de Estado, hizo
su testamento el 3 de octubre de
1700, cuatro semanas antes de su
muerte y legó su reino al joven
duque de Anjou, nieto de Luis
XIV de Francia y en su defecto,
sucesivamente al duque de Be-
rry, al archiduque Carlos de
Austria y, por último, al duque
de Saboya.
Luis XIV aceptó encantado de
ver a su nieto rey de España. In-
glaterra le hizo la guerra para
sostener los derechos de Carlos
de Austria, quien partió de Lisboa
a bordo de un navío de la es-
cuadra británica. Tal escuadra no
tuvo más que cumplir con las
órdenes que se le habían dado y
ie a Gibraltar en 1704.
el almirante Rooke, que era el
comandante de la flota, se pre-
sentó primero ante Barcelona y
después ante algunos puertos de
Andalucía, sin haber obtenido
ningún éxito en su empresa. Dán-
dose cuenta de que Gibraltar es-
taba prácticamente sin defensa
alguna, ya que la guarnición del
fuerte se componía solamente de
150 hombres y de que sus habi-
tantes no pasaban de 1,800, deci-
dió atacarla.
El gobernador español, don Die-
go Salinas, reunió y equipó rápi-
damente a trescientos soldados
improvisados, en tanto que el ar-
chiduque Carlos, pretendiente a
la corona de España, intimó a
Gibraltar a reconocerle como su
soberano.
El Concejo de la Villa recha-
zó tales pretensiones y reafirmó,
valerosamente, su adhesión al rey
Felipe V, "su natural amo y se-
ñor" y declaró "que todos sus
habitantes estaban prestos a sa-
crificar su vida en la defensa de
su causa". Después de dos días
de ansiedad, el 4 de agosto de
1704 por la mañana, se inició un
bombardeo ininterrumpido contra
Gibraltar. En seis horas cayeron
unas 30,000 granadas sobre la po-
blación. Los marinos ingleses se
lanzaron al asalto desembarcando
de sus navíos, en tanto que el
comandante español del fuerte
Leandro, volaba junto con la for-
taleza que hizo saltar y causaba
la muerte de doscientos asaltan-
tes.
El gobierno español, de acuerdo
con el Concejo de la Villa, man-
dó izar la bandera blanca y en
estos momentos comenzó entre los
asaltantes una pelea por las ban-
deras.
El príncipe Georges Landgrave
de Hesse, que comandaba las
unidades alemanas y holandesas,
que juntas con las británicas par-
ticipaban en el asalto, hizo des-
plegar el estandarte imperial de
los Habsburgo y proclamó al ar-
chiduque Carlos amo de Gibral-
tar, bajo el nombre de Carlos III,
Por su parte, el almirante Rooke,
bajo su propia responsabilidad,
mandó izar el pabellón inglés
y tomó posesión de Gibraltar en
nombre, de la reina Ana de Ingla-
terra.
Durante esta querella, los ha-
bitantes de Gibraltar escribieron
una página gloriosa en la historia
ele su ciudad, a la que han per-
manecido fieles al correr de los
años.
Antes del 4 de agosto de 1704,
la villa de Gibraltar era una po-
blación española como las otras.
Su municipalidad estaba goberna-
da por tres regidores que repre-
sentaban a ciertos habitantes que
desde 1309 eran amos absolutos
tanto de la villa como de los te-
rritorios vecinos, a saber: Campo
Llano de Gibraltar, la Línea de
la Concepción, Algeciras, San Ro-
que, Los Barrios y Tarifa.
Después de la ocupación de la
ciudad, el gobernador Georges
Landgrave de Hesse, estableció
una guarnición de seis batallo-
nes cuyos miembros se dedicaron
al pillaje, cometieron toda suer-
te de desórdenes, profanaron to-
das las iglesias y entraron a sa-
co en todas las casas y fue a
consecuencia de ello que los
habitantes de la ciudad, siempre
fieles al rey de España , le diri-
gieron una carta llena de agravios
y abandonaron Gibraltar el 6 de
agosto.
El Concejo Municipal a la ca-
beza y bajo mazas, con la bande-
ra española, sus insignias, los
archivos parroquiales , que data-
ban de 1,500 años atrás y la carta
de Fernando e Isabel que un frai-
le español había salvado del pi-
llaje, inició la evacuación.
Entre la columna de los que
abandonaron Gibraltar, se en-
contraba don Bartolomé Luis Va-
rela, uno de los Regidores de la
ciudad. Al llegar a las ruinas de
Carteya y contemplando la roca
que había abandonado juntamen-
te con los suyos , grabó con su
daga sobre una piedra estas pala-
bras: "Aquí lloré a Gibraltar.
8-704. Varela".
Los habitantes se dispersaron
en los alrededores y en los po-
blados costaneros; pero el núcleo
más importante de exiliados se
instaló en San Roque y "desde
entonces y para siempre", mien-
tras no se reconquiste Gibraltar,
hace dos siglos y medio, que los
acros públicos se intitulan siem-
pre: "En la ciudad de San Roque,
donde reside la muy noble y muy
leal Villa de Gibraltar...".
Nueve años más tarde, el Tra-
tado de Utrecht fijará el desti-
no de Gibraltar.
Bastarán para demostrarlo aquí,
algunas líneas que es indispensa-
ble reproducir porque, después de
254 años, el conflicto de principio
que enfrenta a España con Ingla-
terra, reposa sobre ese texto.
He aquí lo que decidió el ar-
tículo 10 del Tratado del 19 de
julio de 1713, firmado en Utrecht
entre España e Inglaterra:
El rey de España, Felipe V "ac-
tuando por sí mismo y por sus
sucesores, cede a la Gran Bretaña
la propiedad plena y entera de la
villa y del Castillo de Gibraltar,
así como el puerto, las fortifica-
ciones y los fuertes que le perte-
necen y renuncia a la dicha pro-
piedad y a todos los derechos ne-
cesarios para siempre jamas y sin
restricción alguna; pero para que
sean evitados todos los abusos y
fraudes por la importación de
mercancías, el Rey Católico de-
cide y entiende que será conve-
nido que la dicha propiedad será
cedida a la Gran Bretaña sin com-
petencia territorial alguna y sin
comunicación abierta por la vía
terrestre con el país circunveci-
no.
Está previsto que no habrá co-
mercio entre la plaza de Gibral-
tar y España, salvo la compra de
aprovisionamientos del fuerte y
los navíos, contra plata contante.
Se decide que los súbditos de las
naciones en guerra contra España,
no puedan permanecer en el puer-
to y que los católicos que vivan
en Gibraltar puedan practicar li-
bremente su religión. y que si al-
gún día Inglaterra quisiera ven-
der, donar o arrendar la propie-
dad de la plaza, España tendrá
la preferencia para volver a po-
sesionarse de ella.
El texto parece claro: cesión
a Inglaterra de la ciudad, del cas-
tillo, de las defensas y del puer-
to, es decir: toda la parte rodea-
da por las murallas.
Por lo demás, la cesión de la
base militar, no daba a Inglate-
rra el derecho de instalar sus tri-
bunales; en cuanto a las aguas te-
rritoriales del Peñón, quedaban
bajo la jurisdicción española. Pero
entre el texto de un tratado y
su aplicación, hay mucho que de-
cir y el caso de Gibraltar es un
curioso ejemplo.
No tratamos de exponer aquí
toda la historia de la ciudadela
bajo el plan diplomático o el pun-
to de vista de la ocupación de
Gibraltar por Inglaterra como
medio de presión, ni tampoco so-
bre el plan militar. Jamás Espa-
ña ha renunciado a Gibraltar, e
Inglaterra, a pesar de una carta
del rey Jorge I, prometiéndole su
restitución a España, no ha pen-
sado jamás en abandonar esa po-
sesión clave. Durante la guerra
de Independencia de los Estados
Unidos, Francia y España ataca-
ron la ciudadela en julio de 1779.
Se lanzaron en un solo día 4,500
granadas; pero fueron totalmente
ineficaces contra los casamatas
emplazados en las rocas.
En 1782 se imaginó un disposi-
tivo de baterías flotantes dota-
das con 400 piezas de grueso ca-
libre y 50,000 soldados y marinos
para poder atacar la Roca. Con
sólo 7,000 hombres, el gobernador
inglés sir Eliot resistió a la flota
francoespañola que tuvo que re-
tirarse.
El famoso Peiti6n, en una -.,ista de la él ca ronuintica.
NORTE / 39
La población de Gibraltar, que
ha sido objeto en nuestros días
de discusiones apasionadas en las
Naciones Unidas, fue renovada
completamente en el curso de los
siglos, ya que en 1804, en el mes
de agosto, de cerca de 6,000 ci-
viles que la habitaban entonces,
5,000 murieron de diversas epi-
demias durante los años 1813,
1814 y 1828, a tal punto que por
las defunciones y las evacuacio-
nes en tiempos de guerra, para-
dójicamente los 18,000 residentes
gibraltareños (de los cuales casi
5,000 son súbditos británicos) la
mayoría son españoles. Esto per-
mitió decir al representante de
España en las Naciones Unidas
el 24 de septiembre de 1964 que
"si un día el Tratado de Utrecht
fuera abolido, parecería que los
únicos titulares de derecho sobre
el territorio de Gibraltar serían,
precisamente, los habitantes de
San Roque".
La trapacería comienza des-
pués de la firma del Tratado de
Utrecht que no había donado a
Inglaterra más que la propiedad
de la villa, del castillo y del puer-
to de Gibraltar, hasta el interior
de sus muros, sin ninguna juris-
dicción territorial. La famosa "Ro-
ca" no estaba cedida a Inglaterra.
Inglaterra ejerce sobre la plaza
de Gibraltar, "no solamente los
derechos de ocupante propietaria"
(únicos que le fueron acordados
lS l / ba ( a( s iit(Í71UUOS a..,,.... ;• tti-t
di, 1,1s pacas calles (;ibraltar.
40 / NORTE
por el Tratado de Utrecht), sino
los de potencia soberana, que ha
instalado su administración, sus
tribunales y se. ha apoderado de
la totalidad de la Roca. En 1727
los británicos tomaron posesión
hacia la Línea, de dos torres for-
tificadas. Esto, evidentemente, es
una trapacería.
Durante las guerras contra Na-
poleón, los ingleses construyeron
una línea defensiva avanzada ha-
cia el Istmo, hasta la Torre del
Diablo, obligando a los españoles,
entonces sus aliados, á desmante-
lar sus propias líneas de fortifi-
caciones.
En 1814, el general español
Alos, viendo el peligro que ame-
nazaba por parte de los franceses
que estaban abandonando Espa-
ña, emprendió la reconstrucción
de la línea de fortificaciones y re-
cibió un verdadero ultimátum de
parte del gobernador británico tan
preciso como amenazante que de-
cía: "Suspenda inmediatamente
los trabajos. Si no lo hace así, ti-
raré un cañonazo. Si ello no es
bastante, tiraré otro y si persiste,
lo bombardearé".
Un año más tarde, una epide-
mia de peste se extendió por Gi-
braltar y para aislar a los conta-
giosos, los ingleses establecieron
hospitales en el istmo y allí ente-
rraron sus muertos. Una vez do-
minada la epidemia , conservaron
la zona de que se habían apode-
rado. . . provisionalmente. Ade-
más, pretendían que el resto del
istmo debería considerarse como
zona neutral, lo que les permitía
disponer de terreno para que sus
tropas hicieran ejercicios. Y des-
pués, como los obuses, podían lan-
zarse las balas a mayor distancia
que los cañones en 1704, Inglate-
rra propuso durante la guerra
entre Cuba y España en 1898 y
cuando la guerra entre España y
los Estados Unidos, proteger los
puertos españoles a condición de
que España no fortificara ni em-
plazara artillería en Sierra Car-
bonera.
Después de los cañones, se ha-
ce la guerra con aviones, para los
que hacen falta aeródromos y así,
los inglsees instalaron pistas a
través del istmo, prolongándolas
hasta la bahía de Algeciras a tal
punto de penetrar en aguas es-
pañolas.
La importancia de Gibraltar,
llave del Mediterráneo, es tal, que
en septiembre de 1940, después
de haber renunciado Hitler a in-
vadir Inglaterra, preparó el ata-
que sobre Gibraltar partiendo de
territorio español. Hitler pensaba
así neutralizar a Malta y hacer
del Mediterráneo un mar interior
sometido al control alemán. El
plan "Félix" preveía también
el envío de paracaidistas y de za-
padores desde suelo de España
para someter la Roca. En Besan-
són, soldados alpinistas alemanes
hacían ejercicios de escalada de
la ciudadela, cuyas estribaciones
abruptas se parecen un poco a las
de Gibraltar.
Pero el plan falló a raíz del en-
cuentro famoso entre Hitler y
Franco, en Hendaya en octubre
de 1940. España se declaró neu-
tral y a partir de diciembre de
ese año, Hitler decidió diferir la
operación "Félix".
Y se salvó el Gibraltar inglés,
en donde, febrilmente , se empren-
dieron frenéticas obras de fortifi-
cación. Una gran parte de la Roca
fue cruzada por largas galerías
en las que se instaló un mundo
irreal con casas, tiendas, hospita-
les y grandes aprovisionamientos
de agua, de abastecimientos y
municiones, así como de vehícu-
los de todas clases.
Con 1.750,000 toneladas de pie-
dra removidas de la Roca, se cons-
truyó el aeródromo en los terre-
nos ganados al mar. Del lado de
España, hacia la Línea, grandes
zanjas transformaron Gibraltar en
una isla, unida al continente por
un solo punto minado.
Gibraltar, durante los días de
la segunda guerra mundial sufrió
unos cincuenta bombardeos y al-
gunos buques fueron hundidos
por los audaces marinos italianos;
pero la fortaleza desempeñó su
papel a maravilla. En 1942 Hitler
pensó de nuevo en atacar Gibral-
tar, de acuerdo con un nuevo
plan llamado "Gisela", pero re-
nunció por no contar con la co-
laboración española. Las campa-
ñas de Egipto, los desembarcos
aliados en Africa del Norte, Tú-
nez y, en fin, en Francia, se faci-
litaron considerablemente gracias
a la base inglesa del Peñón, que
fue, igualmente, la piedra sepul-
eral de los submarinos alemanes
al finalizar la guerra.
Once se hallaban todavía en el
Mediteráneo ; cuatro estaban en
Tolón, tres se hundieron por man-
dato de sus comandantes y tres
fueron destruidos en Salamina. El
último sucumbió heroicamente en
Nada falta en el
pequeño mundo de
la rocosa fortaleza
A la derecha: Problema vital: el agua. So-
bre los flancos de la montaña, se reciben
65 millones de litros. A la izquierda: La
hora del baño en Catalina Bay. Abajo, en
primer término: Rose Marie Viñals, Miss
Gibraltar, con uno de los 36 changos del
Peñón. Al centro, Auxiliares femeninos de
volibol y en tercer término, la gruta
de San Miguel, en donde se baila hoy día.
t%na leyenda dice que los ingleses
se Irún de Gibraltar, cuando muera
el , ltinio de los nionos que allí viven;
por lo tanto, las autoridades británi-
cas del reirán, los cuidan y renuevan
la e.i istencia de los simios.
un ataque desesperado contra un
convoy de los aliados.
El Peñón es uno de los más cu-
riosos lugares que existen en el
mundo. Todo allí es un problema
cuya solución parece insoluble.
La población fija es de 22,000
habitantes. -Solamente 863 son
oriundos y 131 refugiados-. Los
permisos para la residencia de
éstos se otorgan con una rigurosa
minuciosidad, a tal punto que to-
da mujer extranjera que dé a
luz en Gibraltar, será expulsada
inmediatamente. Hay, además,
10,000 personas que van a traba-
jar y que viven en los lugares ve-
cinos a donde tienen que volver
al ponerse el sol, para regresar al
día siguiente.
El problema del agua es vital
y se han establecido numerosas
reservas que se llenan con la pro-
veniente de los pozos que se han
excavado en puntos situados en
la frontera española. Para ayudar
a resolver la escasez de este ele-
mento indispensable para la vida,
se ha construido una destilería
del agua del mar; sin embargo, el
agua alcanza altos precios.
Los problemas de alimentación,
por lo que toca al gas y a la elec-
tricidad, han conducido a solu-
ciones originales. El gas es ex-
traído del carbón que llega de
Inglaterra; la electricidad se pro-
duce por medio de motores diésel,
alimentados por petróleo prove-
42 / NORTE
mente de Venezuela.
La cuestión de los alojamientos
presenta muchas dificultades, da-
do lo abrupto del Peñón y de lo
menguado del terreno de que se
dispone y ha habido necesidad de
utilizar procedimientos de los
más audaces y modernos en ar-
quitectura.
Poco a poco, Gibraltar, una vez
resueltos sus problemas de avi-
tuallamiento, gas y electricidad,
va viviendo; pero en calidad de
fortaleza sitiada y constituye una
curiosa entidad cuya situación ha
evolucionado bruscamente en los
últimos tiempos desde que Espa-
ña e Inglaterra han discutido en
el foro de las Naciones Unidas y
han reabierto el proceso que es-
taba prácticamente cerrado, des-
de los tiempos de Luis XIV, aun-
que España jamás ha dejado de
MAS TROPAS BRITÁNICAS
PARA GIBRALTAR
Uno de los principales perió-
oicos de Londres, publicó a mz-
diados de septiembre, esta
noticia:
"La Gran Bretaña va a incre-
mentar la fuerza de la guarni-
ción de Gibraltar a finales del
presente mes. Dos compañías
de los Fusileros Reales, más
destacamentos del Cuerpo Real
de Ingenieros y del Cuerpo
Real de Señales, serán envia-
dos allá entre el 25 y el 28 de
septiembre. Los refuerzos lle-
gan a 400 hombres y harán que
la guarnición actual suba a
1,000 efectivos.
"Estos hombres reforzarán al
Regimiento de Fusileros de
Worcestershire, que pronto será
relevado por los Rifleros Reales
de Ulster. Una compañía del
Regimiento de Worcestershire
está actualmente de guarnición
en Tobruk.
'El Ministerio de la Defensa
dijo que los refuerzos estarán
en Gibraltar por algún tiempo.
En realidad, se trata de otra
maniobra en la disputa con Es-
paña sobre el dominio del Pe-
ñón, lo que ha hecho tomar la
decisión de aumentar la guar-
nición permanente allí.
"Los Fusileros Reales de Wor-
cestershire estarán en Gibraltar
por espacio de seis meses. Su!
familias y una compañía se que-
darán en Watchet, Somerset, ya
que en Gibraltar no se cuenta
con los alojamientos apropia-
dos."
afirmar sus derechos y señalado
los abusos cometidos por Inglate-
rra, que se ha cansado de violar
el artículo 10 del famoso Tratado
de Utrecht.
España sostiene que no puede
estar de acuerdo con la autode-
terminación de los pobladores de
Gibraltar, ya que se trata de una
población "prefabricada". Por otra
parte, el tantas veces mencionado
Tratado de Utrecht no permite a
Inglaterra disponer de sus dere-
chos sobre Gibraltar sino en fa-
vor de España, que tiene prio-
ridad.
Por otra parte, Gran Bretaña
afirma que los 17,985 gibraltare-
ños tienen derecho a disponer de
sí mismos, derecho que está dis-
puesta a sostener por todos los
medios posibles. El gobierno in-
glés ha declarado igualmente que
la autodeterminación anulará el
Tratado de Utrecht.
¿Qué tendrá reservado el por-
venir a Gibraltar? Nadie lo sabe
y sólo el tiempo podrá decir la
última palabra.
EL REFERENDUM
La prensa mundial no le conce-
dió gran importancia al referén-
dum amañado por Inglaterra y
efectuado el domingo 10 de sep-
tiembre pasado. Ya se sabía y lo
sabía hasta le último mono de Gi-
braltar que el resultado tendría
que ser favorable a la Gran Bre-
taña. Es como si a usted o a mí
nos preguntaran si queríamos se-
guir viviendo en nuestra casa o
preferíamos vivir en la del vecino
y sujetos a su mando. El resul-
tado fue el que los ingleses es-
peraban 95 por ciento en pro por
cinco en contra.
Los periódicos ingleses, claro
es que se pronunciaron en favor
de sus compatriotas. Para Espa-
ña, el referéndum no tiene ningún
valor y se atiene a la resolución
de las Naciones Unidas del 20 de
diciembre de 1966, que decidió
que la suerte de Gibraltar debe
resolverse por negociaciones di-
rectas entre los gobiernos ingle-
ses y español.
Mientras tanto Harold Wilson
Primer Ministro de la Gran Bre-
taña, ha dicho: "Gibraltar es in-
glés y lo seguirá siendo".
Todo el mundo sabe del lado
de quién está la justicia y ésta,
pese al tezón, a la terquedad y a
los amaños de los ingleses, ten-
drá que imponerse. ¿Cómo?
¿Cuándo?
El tiempo habrá de decirlo.
1
EL
GRECO
por Ana PALLUCCHINI
omínicos Theotocópulos (o
Theotocópuli, en la forma
que el mismo artista adoptó en
Italia), quien desde su estableci-
miento en Toledo fue conocido, so-
bre todo, por el apelativo de El
Greco (grafía mixta de italiano y
español), aunque todavía hoy ro-
deado de una aureola mítica; bien
por los hechos de su vida, bien
por el mundo singular de imáge-
nes de que fue creador, no es
ya una ;figura tan legendaria
como pareció serlo a los redescu-
bridores modernos de su genio,
artistas y literatos que anticipa-
ron la paciente revisión de su arte
hecha por la crítica En la actuali-
dad, gracias a las investigaciones
de estudiosos de diversos países,
podemos contar con algunos datos
seguros sobre su vida, que vienen
a complementar las escasas fuen-
tes de la época del pintor. Es se-
guro su nacimiento en 1541, en la
isla de Creta, dominio veneciano
desde el siglo xiii; segura es, asi-
mnismo, su presencia en Venecia,
en la escuela de Ticiano, antes de
1570. Sus relaciones en dicha ciu-
dad fueron acaso fáciles porque
su hermano Manussio, quien des-
pués se reunió con él en Toledo
(donde murió en 1604), era ins-
pector de aduanas de la Serení-
sima República en Candía. Hasta
1562 no se descubrió (Mertzios)
un documento por el que sabemos
que el 6 de junio de 1566, "Mais-
tro Ménegos Theotocópulos ayo
,+pa^pos (pintor)" firmó un acta
como testigo en Candia. Este do-
cumento, aunque no excluye la
posibilidad de anteriores viajes a
Venecia, refuerza la hipótesis de
una formación en el ambiente
artístico cretense, que en aquella
época no era tan atrasado como se
creyó alguna vez, sino que, por
el contrario, constituía el punto
de encuentro de motivos y fór-
mulas iconográficas occidentales
(grabados de carácter "manieris-
ta") con el estilo fundamental bi-
zantino; en consecuencia, parece
verosímil la partida definitiva del
Greco para Venecia, ya hábil pin-
tor de tipo "madonero", después
del 1566, año de la muerte de
su padre, y, por tanto, la identi-
ficación de Theotocópulos con ese
"Greco de mucha valía, discípulo
mío", que Ticiano señalaba, en el
1567, a Felipe II; en fin, resulta
normal un discipulado de dos o
tres años con Ticiano, antes de la,
partida para Roma en el 1570, do-
cumentado por la carta de Julio
Clovio, pintor miniaturista, que
estaba, en Roma, al servicio del
Cardenal Grímani, y que reco-
mendó al Cardenal Farnesio "al
joven candiota discípulo de Ti-
ciano" como pintor excelente. El
período romano del Greco, que no
debió durar mucho, a juzgar por
el intenso retorno al estilo vene-
ciano de sus últimas obras ita-
lianas, está ilustrado por el relato
del médico Julio Mancini ( escrito
entre 1614 y 1630). Faltan docu-
mentos del período veneciano, en-
tre otras razones por el hecho
de que, como católico que era, El
Greco no entró en la floreciente
comunidad griega ortodoxa de Ve-
necia, que llevaba registros de sus
feligreses, pero el análisis estilís-
tico de sus obras de entonces
NORTE / 43
aboga por una vuelta a la Ciudad
de la Laguna, donde debió per-
manecer hasta 1576, partiendo de
allí en ese año, acaso para esca-
par a la peste que ocasionó la
muerte de Ticiano, para trasla-
darse a España. Se puede pensar,
razonablemente, que se sintiera
atraído a la península ibérica por
la esperanza de trabajar en la de-
coración del Escorial, comenzado
poco antes, o por la amistad que
lo ligaba a algunos altos prelados
españoles residentes en Roma y
amigos del bibliotecario del los
Farnesio, Fulvio Orsini, concreta-
mente don Pedro Chacón y don
Luis de Castilla, quien fue des-
pués ejecutor testamentario del
pintor, en 1614, y cuyo hermano,
don Diego se ocupaba de la cons-
trucción de la iglesia toledana de
Santo Domingo el Antiguo.
Con toda seguridad, en 1577, El
Greco se encontraba en Toledo,
donde había una notable colecti-
vidad griega, y recibió en esa
ciudad importantes encargos, co-
mo el conjunto de obras para
Santo Domingo el Antiguo y el
Expolio de la Catedral. En Toledo
se desarrollarán desde entonces
su vida y su actividad, aunque
recibía encargos de otras regio-
nes de España y de la Corte, (por
ejemplo el San Mauricio del Es-
corial, en 1580). En este período
documentos seguros se refieren a
algunas importantes (1586: El en-
tierro del Conde de Orgaz; 1596:
obras para el colegio de Doña Ma-
ría de Aragón en Madrid; el
1603/5: decoración de la iglesia de
Illescas, etc.). Pero pocas, confu-
sas y a menudo contradictorias
siguen siendo las noticias sobre su
vida privada: se ignora por qué
no se casó con doña Jerónima de
las Cuevas, amada y fiel compa-
ñera de su vida, de la que tuvo
a su hijo Jorge Manuel (como re-
sulta del testamento del pintor y
también de una declaración de
sus sobrinas María y Claudia); y
no se puede definir con seguri-
dad si su situación económica era
desahogada o no, es decir, si su
producción copiosa y en serie es-
taba determinada, más o menos,
por las necesidades materiales,
por la técnica tradicional de los
talleres bizantinos o por las po-
bres compensaciones que recibía
(están documentados largos pro-
cesos con algunos clientes). Indu-
dablemente, tenía una vasta resi-
dencia en el noble y venido a me-
nos palacio del Marqués de Vi-
llena, que le servía también de ta-
ller, y en el que trabajaban con
El Greco su hijo Jorge Manuel
y numerosos ayudantes; el mobi-
liario no era ni muy abundante ni
muy rico, pero había en la casa
muchas telas grandes de alto costo
y un copioso repertorio, en lienzos
de formato pequeño, de todas las
creaciones del pintor, evidente-
mente útil como modelo para po-
sibles réplicas (Pacheco). Allí
murió El Greco el 7 de abril de
1614, y su cuerpo fue depositado
en el sepulcro que había compra-
do en Santo Domingo el Antiguo.
La huella de sus restos, traslada-
dos por su hijo (1619) al conven-
to de San Torcuato, se perdió en
época imprecisa.
Retrato de Fray Hortensio Paravicino.
Boston, Musco de Bellas Artes. El sensible
poeta y gran orador barroco, Hortensio
Paravicino y Arteaga, amigo y admirador
del Greco, está retratado mientras se apoya
en el respaldo del sillón; ha interrumpido
la considta del svolumen y marca la página
con la mano, cn una actitud llena de natu-
ralidad.
"Su genio excepcional lo admirarán,
no lo imitarán las edades futuras"',
por Fray Hortensio PARAVICINO
xaminando los datos biográ-
ficos del Greco, se observa que el
período veneciano del gran artis-
ta es el menos documentado de
su vida, pero es, precisamente,
este período el que más contó en
su formación pictórica. El examen
de algunas obras fundamentales
podrá ilustrar la singular aventura
de este bizantino, que llega a Ve-
necia con el ansia de conocer di-
rectamente un mundo de formas
entrevisto a través de las pálidas
transcripciones grabadas que pu-
do ver en su nativa Creta; com-
pleta en Roma su iniciación en
el mundo europeo occidental, ad-
quiere conciencia de los ideales
del mismo y capacidad técnica
para representarlos; con ese ba-
gaje abandona Italia para ence-
rrarse en un ambiente pictórico
triste y neutro, pero espiritual-
mente rico y profundo, y allí rea-
lizar una concepción particular
suya, en la que su repulsa del na-
turalismo renacentista se va col-
mando, poco a poco, de ances-
trales recuerdos y de visiones de
gran espiritualidad. Es necesario
relacionar al Greco con la prác-
tica artesanal de los talleres bi-
zantinos; evidente es la analogía
de técnica y temática, más bien
estandarizadas, por las que el ini-
cial Greco "madonero" se conver-
tirá después en España en El Gre-
co "cristero". Pero, mientras un
gran número de artesanos, entre
Creta y Venecia, desarrolla dili-
gentemente un trabajo análogo,
aplicando a menudo las dos técni-
cas, veneciana y bizantina, El Gre-
co, con su altísima genialidad y
su potencia poética infunde nue-
vo vigor a las fórmulas.
Si la crítica está trabajando to-
davía para separar las primeras
obras de influencia bizantina del
Greco, de otros productos simila-
res, hay un grupo, no menos esti-
lísticamente compacto, de obras
italianas del artista, que no se
puede discutir; en algunas de es-
tas obras existe, incluso, la firma
"mano de Domenico"; de otras,
está documentada la procedencia
del fondo Farnesio y de la colec-
ción de Fulvio Orsini. Citemos las
principales: polípti co de 6 partes,
Módena, Galería Estense (firma-
do) ; Adoración de los pastores,
identificada por un grabado de
Cornelio Cort de 1567, Frederiks-
sund, Museo Willumsen; Adora-
ción de los pastores, Kettering,
colección del Duque de Buccleuch.
Vista del monte Sinaí, que estu-
vo en Budapest, colección Hatva-
ny (procedente de la colección
Orsi.ni) ; Retrato de Julio Clovio,
Nápoles, Museo de Capodimonte
(procedente de la colección Orsi-
ni, firmado) ; Piedad, N u e v a
York, Sociedad Hispánica (el
"modelo" preparatorio, sobre ta-
bla, firmado, está en Filadelfia,
Museo de Arte); Anunciación,
Florencia, colección Contini-Bo-
nacossi; Purificación del Templo,
Minneápolis, Instituto de Arte;
San Francisco recibiendo los es-
tigmas_, Ginebra, colección A. Zu-
loaga (firmado) ; Curación del
ciego, Parma, Museo (procedente
de la colección Farnesio (firma-
do) ; El soplón, Nápoles, Museo
de Capodimonte (procedente de
la misma) y otra versión, firma-
da, de la colección Payson, de
Nueva York. El grupo es estilísti-
camente compacto, pero se percibe
muy claramente la evolución en
los tres períodos sucesivos: pri-
mer período veneciano, período
romano, segundo período vene-
ciano. El Greco, pues, con toda
versimili.tud, se establece en Ve-
necia y entra, a los veinticinco
años, en el taller de Ticiano, ya
habituado en los talleres de los
pintores de íconos a un automa-
tismo técnico y temático, pero
adiestrado y dispuesto a nuevas
experiencias por el conocimiento
de las estampas del siglo xvi (Ca-
raglio, Cort, Sadeler), que habían
difundido por todas partes el co-
nocimiento de productos "manie-
ristas" (sobre todo el Parmesano,
el Schiavone, etc.). Precisamente
el trazo agitado y la temática
compleja de estas últimas obras
ayudaron al Greco a diluir y re-
novar la reserva de su originaria
formación bizantina. Lo que pudo
conservar incólume de ésta -dán-
dole vigor, además, por el contac-
to con el arte veneciano-, es la
intuición de la fuerza expresiva
del color. Cuando El Greco lle-
gó a Venecia la pintura veneciana
estaba en la cima de su espléndida
madurez: Ticiano, el Tintoretto,
el Veronés y Bassano habían ador-
nado las iglesias con espléndidas
telas y habían vestido los pala-
cios con frescos deslumbrantes;
además, en la iglesia de San
Marcos lucían rutilantes mosai-
cos. El. tríptico de la Galería Es-
tense, de Módena, procedente de
la colección trevisana de los Obiz-
zi (descubierto y comentado por
R. Pallucchini), es la obra maes-
tra de este período inicial. Los
problemas del momento se refie-
ren a las variadas influencias que
los grandes maestros venecianos
ejercieron sobre él: indudable-
mente, la enseñanza de Ticiano
sigue siendo la fundamental, tan-
to en la concepción colorista,
tendiente a una compleja alquimia
que se mantendrá admirablemen-
te a través de toda su poética,
como en su sensibilidad paisaj ís-
tica, que volverá a florecer en
las obras toledanas, o en la pe-
netración sicológica de sus retra-
tos; quizá también el último Ve-
ronés, patético y cromáticamente
refinado, puede haberle hecho
meditar, y las analogías con Bas-
sano son innegables, hasta tal
punto, que han dado lugar a mu-
chas confusiones, llegando a ha-
cer suponer una auténtica depen-
dencia; pero, dada la tardía cro-
nología de Bassano y el remoto
NORTE / 45
"Su peculiar estilo nunca podrá ser imitado",
centro de su actividad, son muy
explicables como un paralelismo
derivado de las comunes fuentes
"manieristas", del juego de in-
fluencias de los maestros activos
en la ciudad de los canales y de
las afinidades de sensibilidad cro-
mática (no plástica ni espacial) .
Indudablemente, junto a la con-
cepción colorista del Ticiano de
la última época, impregnada de
espiritualidad, El Greco encuentra
en el. Tintoretto la intuición del.
claroscuro, la tendencia a desma-
teri alizar la solidez plástica y la
sensibilidad para los valores de
la luz como extremo y débil con-
fín entre materia y espíritu, entre
realidad y apariencia (la Escue-
la de San Roque se iniciaba en
1564). La fuerte carga "manieris-
ta" del Tintoretto, además de los
ejemplos de un José Salviati o
de un Schiavone, empujaron aca-
so al joven cretense a buscar los
orígenes de esos valores en Roma.
Y allí un mundo diverso se des-
cubrió ante sus ojos: las antiguas
ruinas, que colocará en el fondo
de la Curación del ciego, de Par-
ma; las obras de Rafael y de Mi-
guel Ángel, exaltadas y contra-
puestas por los fieles admirado-
res y las numerosas fresquísimas
decoraciones de los "manieristas"
de la segunda y tercera genera-
ción (Muziano, Tibaldi, Sermone-
ta, Zuccari). Naturalmente, co-
mo se trasluce por el relato de
Mancini, el coloquio más profundo
fue con el gran Miguel Ángel, con
su dramaticidad y su potencia vi-
sionaria. Es cierto que Mancini
refiere la orgullosa propuesta del
pintor de rehacer el Juicio de
Miguel Ángel (Daniel de Volte-
rra lo estaba retocando por or-
den del Papa) "con honestidad y
decencia...... y con buena pintura";
y esto podría tener el sabor de
una anécdota, si no estuviera con-
firmado por las reservas que so-
bre Miguel; Ángel como pintor te-
nía El Greco, según se las confesó
en 1611 al escritor español Pache-
co. Pero los dos testimonios con-
cordes confirman que El Greco,
ya ganado por el ambiente pic-
tórico veneciano, admiró a Miguel
Ángel, sobre todo, como escultor
y arquitecto: lo prueban la cita-
da Piedad, en la que es clara la
derivación de un logrado grupo
de Miguel Ángel, y los recuerdos
que afloran incluso en sus obras
tardías. También las seguras ten-
tativas del Greco como arquitecto,
que se reducen a los numerosos
dibujos para altares (Toledo,
Santo Domingo el Antiguo), evo-
can la tensión y la libertad de
interpretación de los cánones ar-
quitectónicos propias de Miguel
Ángel.
Innumerables son las sugeren-
cias que le vienen de los "ma-
nieristas" tardíos, quienes le en-
señan la composición tumultuosa,
la elasticidad del espacio y las
disonancias posibles en una ar-
monía cromática canónica como
era la veneciana. Los elementos
estructurales y espaciales aludi-
dos lo predisponen a una mayor
comprensión de Tintoretto en su
A 1i to rre tra to.
segunda permanencia en Venecia,
en la que el cromatismo venecia-
no parece imponerse decidida-
mente; los gérmenes tomados del
"manierismo" parecen fructificar
después, acaso vitalizados por el
contacto con las decoraciones del
Escorial.
En efecto, la primera obra to-
ledana segura, la Asunción de
Chicago, de 1577, es, ante todo,
veneciana por su esplendor colo-
rista; y la sugestión del color y
su potencia emotiva siguen estan-
do intactas en esa primera obra
maestra absoluta del Greco que
es el Expolio, en la que la nota
roja del ropaje de Cristo supera
la poderosa orquestación cromáti-
ca del conjunto; en esta gran obra
se realiza, por primera vez, la
consciente renuncia a la profun-
didad espacial renacentista, para
lograr la angustia opresiva de la
multitud tumultuosa. Y otro ho-
menaje al cromatismo veneciano,
a la sugestión de ciertos empas-
tes densos que poseen una mis-
teriosa fluorescencia del color, lo
encontramos en la coetánea esce-
na del Escorial, que le fue encar-
gada por Felipe II y que ha sido
bautizada con diversos nombres.
Adoración del nombre de Jesús
es, quizás, el título más apropiado,
tema exquisitamente contrarre-
formista que El Greco desarrolló
con singular fuerza poética y de
evocación. El "modelo" para esta
composición, sobre tabla, al óleo
(mientras que, en general, sus
estudios preparatorios eran del
temple), se encuentra en Londres,
en la Galería Nacional. Por su
fuerza cromática, por el esplen-
dor de su materia, semejante al
esmalte y por ciertos detalles de
composición, dicho modelo está to-
davía muy cerca de la Corona-
ción de Módena, aunque entre
una y otra obra haya una dis-
tancia de muchos años. Tal vez
son, precisamente, la carga pasio-
nal y la tendencia anticonformis-
ta respecto al cromatismo vene-
ciano lo que desagrada, de la obra
del Greco, al enigmático Felipe
II (quien no hace colocar sobre
el altar al que estaba destinado el
bellísimo Martirio de San Mauri-
cio y la legión tebana, cuadro de
un dramatismo que recuerda al
de Pontormo). El Greco, al radi-
carse definitivamente en Toledo,
señor indiscutible del ambiente
artístico de la ciudad, crea esa
excepcional fusión entre un am-
biente humano espiritualmente
rico, un país extremadamente su-
gestivo y su compleja personali-
dad, impaciente por expresarse.
En él fermentan elementos vita-
les procedentes de áreas cultura-
les diversas: el antinaturalismo
bizantino, la cálida humanidad
veneciana, la inquietud y la dra-
maticidad "manierista". Supo do-
minar estos elementos espiritua-
les, que en la sociedad del am-
biente toledano tuvo siempre pre-
sentes y fueron capaces de dar
medios expresivos complejos, pero
coherentes, a su fantasía transfi-
guradora. Nace así ese milagro
de espiritualidad y de excelsa
46 / NORTE
"Para el artista el pensamiento y el
lenguaje son los instrumentos de su arte".
creación figurativa que es el En-
tierro del Conde de Orgaz, cuyo
tema está basado en la leyenda
de un noble caballero enterrado
por San Esteban y San Agustín,
que se aparecieron de improviso
a los píos compañeros del difun-
to, más edificados que horrori-
zados por el milagro; un ángel lle-
va a la gloria el alma del difunto,
mientras sirven de unión, entre
cielo y tierra, devotos y bienaven-
turados. La reducción espacial a
dos dimmensiones es evidente
también en esta obra, realizada en
1586. Difícilmente fechables and
annum son las numerosas obras
ambiente; todo ello, al servicio
de una expresividad de cuyo
impacto afectivo es difícil sus-
traerse.
Bien por contestar las peticio-
nes de sus clientes eclesiásticos,
bien por atávica predisposición a
una temática religiosa, bien por
indiferencia a la "invención" tal
como la concebían los "manieris-
tas" ingeniosos y engañadores, El
Greco desarrolla una serie res-
tringida de temas: Anunciaciones,
Bautismos de Cristo, Adoracio-
nes de los pastores, Sagradas Fa-
milias, Santos y Cristos, todos
ellos caracterizados por una deci-
ríodo italiano, es impresionante el
camino recorrido, aunque éste ha-
ya sido realizado con perfecta co-
herencia. Sólo los grupos de las
Sagradas Familias mantienen una
cierta serenidad, una gracia que
recuerda todavía la del Correg-
gio o la del Parmesano, aun cuan-
do captemos un presentimiento
doloroso en el rostro de la Virgen
de grandes ojos amortiguados por
pesados párpados; pero en las
Anunciaciones, el pintor renun-
cia a toda evocación ambiental y
espacial, y el sagrado anuncio se
desarrolla en una atmósfera dra-
mática que presenta un fondo de
La agonía en el huerto. Londres,
Galería Nacional. Para El Greco,
pro fundamente religioso, este tema
constituía una meditación dolorosa,
una experiencia dramática. La an-
gustia de la víctima voluntaria,
anclada en la tierra por los desme-
surados pliegues del ropaje, se pro-
yecta sobre un paisaje en el que
nubes y rocas se elevan, amenaza
doras.
producidas entre 1586 y los pri-
meros años del siglo xvii; hemos
citado ya, sin embargo, algún con-
junto seguro, en torno al cual
pueden reagruparse las obras de
las madurez. En ellas volvemos
a encontrar todos los caracteres
delineados en la formación y en
las obras maestras del primer pe-
ríodo toledano, pero asistimos a
una acentuación del progreso de
desintegración de los valores re-
nacentistas más patentes: equili-
brio de la composición, propor-
ción naturalista de la figura hu-
mana, armonía entre hombre y
dida verticalidad, la búsqueda de
la emoción religiosa y la dramati-
cidad edificante. La creación es
siempre nueva por lo que se re-
fiere a los valores cromáticos y a
la sensibilidad por los detalles, que
deberían ayudarnos en la difícil
labor de discernir los cuadros por
completo autógrafos de los reali-
zados en colaboración o de las
copias de taller, cosa que ni si-
quiera la reciente y rica mono-
grafía de Wethey consigue, como
ha observado Roberto Longhi.
Confrontando las realizaciones
de este momento con las del pe-
cielos tempestuosos y ángeles que
parecen tragados por un torbelli-
no: en las Adoraciones de los
pastores sacrifica casi todos los
detalles naturalistas referentes a
los humildes acompañantes, para
concentrar la atención en la Vir-
gen y el Niño, del que irradia una
gran luz, mientras el resto de la
composición está envuelto en mis-
teriosas tinieblas: los innumera-
bles Cristos, a partir del bellísi-
mo del Louvre, modelado con cui-
dado y relativamente compuesto,
son cada vez más alucinantes,
retorcidos, descompuestos bajo el
NORTE / 47
1
"Marcó una época con su pincel prodigioso".
cielo tempestuoso, y se encuen-
tran generalmente anclados en
una colina en la que el rápido
pincel evoca, con unos pocos
rasgos, imágenes fantasmales de
Toledo, que parece iluminada
por un relámpago que rompe la
noche.
La tendencia a novelar la vida
del Greco ha llevado a algunos
escritores a acentuar el distancia-
miento del pintor respecto a los
demás, a hacer de él un "extran-
jero" también en Toledo. Es pre-
ciso recordar, sin embargo, que
la ciudad, que había dejado de ser
capital hacía pocos años y que
estaba muy lejos de encontrarse
en decadencia, había seguido sien-
do un vivo centro cultural, y ello
creó, sin duda, un ambiente fa-
vorable al Greco, hombre de pro-
funda cultura . Sabemos con cer-
teza que su biblioteca contenía
obras de clásicos griegos, latinos
e italianos, tratados de pintura y
de arquitectura, obras filosóficas
(por ejemplo, el neoplatónico Pa-
trizi, históricas, novelas y cuentos
españoles. Los inventarios, redac-
tados por Jorge Manuel, nos per-
miten valorar la cultura de tipo
humanista del pintor e imaginar
su noble vida de intenso trabajo
y de religioso recogimiento, inte-
rrumpida, de vez en cuando, por
reuniones con amigos de gran al-
tura intelectual, escritores como
48 / NORTE
Covarrubias y Pedro Salazar de
Mendoza, poetas como Paravici-
no, Angulo, y acaso Góngora y
Cervantes. La única nota festiva
en esta austera vida era la cos-
tumbre que tenía, indudablemen-
te veneciana , de alegrar su mesa
con músicos (testimonio de Juse-
pe Martínez , 1673), nota que nos
sugiere asimismo la sensibilidad
musical de este gran creador de
atrevidos acordes cromáticos.
Las sublimes obras de los últi-
mos catorce años demuestran has-
ta qué punto fue positivo el pro-
ceso de decadencia de ciertos
valores figurativos renacentistas,
que no correspondían ya a la hu-
inanidad que vivía a fines del si-
glo xvi y a comienzos del xvir, y
mucho menos a este genio soli-
tario que, crecido en un ambiente
marcado por el espiritualismo bi-
zantino, y trasladado a una tierra
de secular vida espiritual, Toledo,
junto a las blancas sinagogas y a
los monumentos mudéjares encon-
traba, en esa sociedad capaz de
producir místicos como San Juan
de la Cruz y Santa Teresa, nuevas
incitaciones a su fantasía, nue-
vas ocasiones de fugas de lo real.
Tan sólo el espacio vacío de la
romana Capilla Paulina de Mi-
guel Ángel, que atrae como un
abismo, la riqueza de los empas-
tes y la disociación cromática del
cruel Marsias desollado de Ticia-
La visión (le San Juan.
Nueva York, Museo Me-
tropolitano. Grande es la
fascinación ele esta com-
posición mística -en la
qua san Juan contempla
las almas de los mártires
esperando las blancas tú-
aticas qnc les traen los
ángeles-, óónica en la
uo^z,edad de sa inspira-
ción y en sn estructura,
que escapa a toda norma
renacentista.
1
no, o las apariciones visionarias
de la Cena de la iglesia veneciana
San Jorge, del Tintoretto, son pa-
rangonables con la dramática poé-
tica realizada por El Greco de la
última época.
A los maravillosos retratos,
fruto de esa comprensión profun-
da del hombre, de su dignidad y
de su fragilidad, de sus esforzadas
victorias sobre tenebrosas poten-
cias y de sus iluminaciones logra-
das tras extenuantes búsquedas,
yo añadiría sólo la bellísima serie
de Apóstoles pintados por el ar-
tista. La temática de este Greco
del último período se hace más
variada: no sólo vuelve a los te-
mas dramáticos de la primera
época, como la Purificación del
Templo y San Francisco recibien-
do los estigmas, o insiste en la
Agonía del Cristo en el huerto
o en las Lágrimas de San Pedro,
sino que intenta nuevas y atrevi-
das fantasías, como las variacio-
nes sobre el Laocoonte, eterno
interrogante sobre la condición
humana y su incesante lucha;
vuelven a aflorar temas de los
Prisioneros de Miguel Ángel en
las formas construidas con un
denso empaste terroso, a las que
sólo la luz y la sombra fijan un
límite, y no una línea, dándonos
así la sensación de vibrar en el
espacio, de temblar por la tensión
interior. Hermana de ésta es la
composición sobre unos versícu-
las del Apocalipsis de San Juan,
que es como un testamento de la
religiosidad severa y angustiada
del Greco, y de su capacidad fi-
gurativa, quintaesencia de las ex-
celsas experiencias del pasado,
pero capaz de ser plenamente
comprendida en un lejano futuro.
Ni el siglo xvrni, arcádico o ra-
cionalista , ni el xix noeoclásico
podían sentir y comprender el
mensaje del Greco. El primer
acercamiento se inicia con los ro-
mánticos, se profundiza con los
impresionistas, y se transforma en
una revelación fulgurante con la
sensibilidad expresionista que ma-
dura en Europa en nuestro siglo.
Sin duda, la revalorización del
Greco es ya un hecho consuma-
do, y su reconocimiento forma
parte de nuestra comprensión de
la pintura "manierista", de la
que El Greco es la más alta y
lograda expresión.
La Asunción de la Virgen
(1577-4.01 x 2.25 ni) -
Chicago, Instituto
de Arte - Realizada
para el Convento de
Santo Domingo
cl Antiguo,
ésta es la primera obra
del Greco en Toledo.
El espléndido cromatismo
es típicamente
veneciano,
la interpretación de los
cuerpos como masas
tonales es del Ticiano,
los cerrados grupos
laterales evocan
los mosaicos bizantinos.
219a
W ^ T2
I,aocoonte
0610 - 1614
1.42 x 1.93 m)
Washington,
Galería Nacional
El descubrimiento del
famoso grupo
estatutario griego
impresionó a
los artistas de la
época del Greco;
éste trató el tenia
con espíritu religioso
y dramático.
Dos figuras asisten,
impasibles, al
castigo de
Laocnonte, que yace
¡unto al
hijo muerto,
mientras el otro
hijo lucha todavía.
El Expolio
(1579 - 2.85 x 1.73 in) -
Toledo, Catedral -
Esta es
una coniposwci©n
típicamente "manierista"
por su verticalidad.
El color es de
extraordinaria potencia:
sobre el juego
refinado de reflejos
predomina la mancha roja
de la túnica de Cristo
y contrastan
los amarillos y los azules
de las Pías Mujeres,
cuyas miradas
están fijas en el clavo
que están
poniendo en la Cruz.

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219a

  • 1. N REVISTA HISPANO-AMERICANA Argentina ............. M$N180 Bolivia .................. BS 6.00 Brasil ................ NCr 1.20 Colombia ............. Col. $8.00 Costa Rica .............. l 3.50 Chile .................... E°1.80 Ecuador .................. S/.11 EE.UU . .................... 50¢ El Salvador ............. 0 1.25 España ................... P 25 Guatemala ................. 500 Honduras ................ L 1.00 México .................. $ 5.00 Nicaragua ............... 3.50 Panamá ................... 50¢ Paraguay ................. G 65 Perú .................... S/ 14 Puerto Rico ................ 500 Rep. Dominicana ........... 500 Uruguay ................ Ur $40 Venezuela .............. Bs 2.25
  • 2. NORTE REVISTA HISPANO-AMERICANA TERCERA EPOCA Publicación bimestral del Frente de Afir- mación Hispanista, A. C.-Lago Ginebra N'' 47 C, Tel.: 45-37-17.-México 17, D. F. Registrada como correspondencia de 2a. Clase en la Administración de Correos N° 1 de México, D. F., el día 14 de junio de 1963. MIEMBRO DE LA CÁMARA NACIONAL' DE LA INDUSTRIA EDITORIAL. • DIRECTORIO FUNDADOR : Alfonso Camín Meana DIRECTOR: Fredo Arias dé la Canal JEFE DE REDACCIÓN: Leopoldo de Samaniego de la Sota COORDINADOR GENERAL: Ricardo Arrioja Cortés JEFE DE CIRCULACIÓN : Daniel García Caballero FORMATO: Manuel Rivera Mutio y Arce COLABORADORES: Miguel Malo Zozaya Roberto Lámbarri de la Canal Diego León de Masapolo Juan López Sánchez Marqués de Cortés Antonio Barrilado El contenido de los artículos publicados en esta revista, es de la exclusiva responsa- bilidad del firmante. Impresa en Tipografía y Offset en los talle- res de "La Impresora Azteca", S. de R. L. -Avenida Poniente 140 No. 681, Colonia Industrial Vallejo.-México 16, D. F. SUMARIO Año XXXVIII Septiembre-Octubre No. 219 PAGINA CAMÍN LLEGA A GIJÓN . . . . . . . . . . . 2 DOS POEMAS DE ALFONSO CAMÍN . . . . . . . . 4 DON VASCO DE QUIROGA - EDITORIAL . . . . . . . 5 COSAS DE ESPAÑA . . . . . . . . . . . . . 7 LÓPEZ RODÓ Y ESPAÑA . . . . . . . . . . . 8 LA EPOPEYA DEL GAUCHO . . . . . . . . . . 13 ¿QUÉ VOCAL SE USA MÁS EN CASTELLANO? . . . . 14 LETRAS ESPAÑOLAS - LETRAS MEXICANAS . . . . . 16 ESPAÑOLES Y PORTUGUESES EN FRANCIA . . . . . 23 ENTRE ESPAÑOLES - SOCIALES . . . . . . . . 25 BALLET... ¡Y LO RADICALMENTE NUEVO! . . . . . 33 BOMARZO - ÓPERA . . . . . . . . . . . . . 34 ¿POR QUÉ GIBRALTAR NO ES ESPAÑOL? . . . . . . 36 EL GRECO - PINTURA . . . . . . . . . . . . 43 LA BATALLA DE LEPANTO . . . . . . . . . . 49 ¿SABÍA USTED QUE... . . . . . . . . . . . 54 FILOSOFÍA - TIEMPO, ESPACIO Y MOVIMIENTO . . . . 57 RELATO DE UN SUCESO EXTRAORDINARIO . . . . . 59 UNA SOLA RAZA LA VIU1bIANA . . . . . . . . . 61 EL CORDOBÉS . . . . . . . . . . . . . . 64 QUIÉN FUE CARLOS V . . . . . . . . . . . 67 ¿DE QUIÉN FUE HIJO EL GENERAL MAXIME WEYGAND? 73 EL GRAN CARUSO . . CUENTO - LA LEONA 76 79 MAXIMILIANO Y CARLOTA EN SU VISITA A PUEBLA DE LOS ÁNGELES . . . . . . . . . . . . . 83 LIBROS . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 NUESTRA PORTADA Cristo expulsando a los mercaderes del Templo. El Greco. - Londres, Galería Nacional.
  • 3. LcAMIN LLEGA A GIJON Enfermo y casi ciego, Alfonso Camín,. ya en su tierra gijonesa ``Vengo a enterrarme en España" Hemos que ido que de viva voz, al volver a su tierra asturiana, el poeta Alfonso Camín nos cuente sus impresiones después de tantos años de ausencia. El autor de tantos versos posmodernistas, tan ligado al recuerdo de Madrid del primer tercio de siglo y tan popularmente recordado en Asturias, ha llegado enfermo y casi ciego para hundir las raíces en la España que nunca olvidó. Queremos desde estas pá- ginas rendirle homenaje, haciendo votos porque los aires de la tierra y el cariño de sus paisanos, que le han recibido con emoción, restau- ren sus fuerzas y ayuden esta vida entregada a las letras, parte de la cual se ha realizado, desde el exilio, en un afán por el entendimiento de españoles e hispanoamericanos a través de su revista "Norte". Nues- tro corresponsal César Alvarez le ha entrevistado en el domicilio del poeta, en el pueblo gijonés de El Fresno. « ... Si soy el roble con [el viento en guerra, ¿cómo pude vivir con la [raíz ausente?, ¿cómo se puede florecer [sin tierra?». Al encontrarse en Asturias, Al- fonso Camín ha vuelto a recordar el verso, inspirado a lo largo de treinta años de lejanía, transcu- rridos en tierras de Méjico. Enfermo y casi ciego, a veces desmemoriado y en ocasiones au- sente, con los nervios agarrotán- dole la lengua; pero erguido como el viejo roble, con su capa es- pañola sobre los hombros y su sombrero de ala ancha cubrién- dole la cabeza, el poeta ha llega- do hasta el pueblecito gijonés de El Fresno para reencontrarse con los prados verdes y las pomaradas en fruto, con el mastín ladra- dor y el sol pegando en el hórreo, con la fuente cantarina y los pájaros en la enramada ... -Vengo a enterrarme en Es- paña. Vengo a realizar un sueño muchos años acariciado. -¿Y quién dirigirá ahora la re- vista «Norte»? ¿Seguirá saliendo con normalidad? 2 / NORTE
  • 4. -La hemos dejado en manos de un grupo de jóvenes, que nos ha prometido editarla puntualmente. De todos modos, tengo alguna desconfianza de que «Norte» pue- da seguir como hasta ahora. Ya, durante los dos últimos años, ha estado dirigida solamente por mi mujer, debido a mi enfermedad. -¿Cree usted que la revista ha cumplido una misión impor- tante, al servicio de enlace lite- rario entre Hispanoamérica España? Sus doscientos diecisiete nú- meros, la variedad de las firmas que en ella colaboraron, su cla- ra orientación hispanista, su difu- sión intercontinental, son un buen balance en su favor. Alfonso Camín me habla fati- gosamente, tumbado en la cama. A su lado, en otra cama, está su mujer, Rosario Armesto. Los dos se reponen de un largo via- je, que ha acentuado el quebran- tado estado de salud de ambos. Han venido de Méjico en compa- ñía de una joven ahijada, Fran- cisca Nieves, y residen, por el momento, en la casa de un her- mano del poeta. -¿Podría usted decirme cuál es en general la reacción de los escritores mejicanos respecto a España? -Se viene observando espe- cialmente entre las nuevas gene- raciones, un deseo total de acer- camiento. Claro que todavía hay alguna figura suelta que desen- tona, pero son las menos. -¿Y qué opinión le merece a usted el actual momento histó- rico por el que atraviesa nuestro país? -No es necesario que emplee usted eufemismos en su pregunta. Le advierto que no quiero saber nada de política. La política nun- ca me ha dado nada, quizá por- que nunca me interesó. -Sin embargo, usted jamás ha renunciado a su condición de es- pañol, jamás ha desoído la lla- mada de la Patria ... -Eso es otra cosa muy distin- ta. Yo siempre he llevado a Es- paña en el corazón, a la que he cantado en infinitas ocasiones. Nuestra conversación se va des- lizando a partir de aquí hacia el mundo de la literatura, de la que Alfonso Camín, «el asturiano uni- versal», como le calificó Federico de Onís, ocupa un lugar destaca- do, con una copiosa producción y Ya está Alfonso Cain o t u su Asturias, después de treinta años de ausencia. Viene a España, se.qún sus palabras, a «enterrarse en ella». Méjico y la revista «Norte» ya están nany lejos del poeta, en kilómetros, pero esa distancia la acorta Camín con los afectos que le unen a la tierra azteca y a la obra que realizó allí. que está ahí, esperando que sea estudiada con imparcialidad, pa- ra sorpresa de los que se han atrevido en un principio a juz- garla ligeramente. -¿Cuántos libros lleva usted publicados, Camín? -Yo creo que alrededor de sesenta. -¿Y de cuál se siente más sa- tisfecho? -No podría responderle con exactitud. Si acaso, siento prefe- rencia por alguna poesía. -¿Qué horas son para usted las mejores para escribir? -La verdad es que no tengo horas preferidas. Yo suelo dic- tarle a mi mujer cuando me sien- to inspirado. Salen a relucir en la charla los nombres de viejos amigos del poe- ta, con los que vivió momentos inolvidables en el viejo café Pom- bo y con los que paseaba, de no- che, por los viejos barrios de Ma- drid. Alfonso Camín fuerza visi- blemente su memoria para recor- dar detalles que se han ido esfu- mando. Su mujer le ayuda en esta tarea, haciéndole oportunas aclaraciones que el poeta recoge con agrado. De pronto Alfonso Camín nos pregunta: -¿Qué es de Antonio Macha- do? Le respondemos que murió en Francia, con el recuerdo puesto en España. NORTE / 3
  • 5. -¿También se ha muerto Ju- lio Romero de Torres? -Hace ya bastantes años. -Me lo figuraba. ¡Es una lás- tima. Era un magnífico tipo hu- mano. -¿Se venden los libros de Gar- cía Lorca? Le decimos que el poeta gra- nadino está totalmente reinvindi- cado, que sus libros son devora- dos por los jóvenes, que su teatro es conocido en toda Europa. -¡Cuánto me alegro! Se le ha hecho justicia. A duras penas tengo que ocul- tar la fuerte impresión que me produce éste como alejamiento mental de Alfonso Camín del acontecer literario español. El «poeta de América y España», el «poeta con todo el trópico en sus manos», el «precursor de la poe- sía negra del Mar Caribe» el au- tor de «La Pregonada», de «El retorno a la tierra», de los «Poe- mas del Indio Juan Diego». El hombre que mejor ha sabido can- tar a Asturias se aparece ante mí como hundido en la niebla de le- janos recuerdos... -Julián Marías declaró recien- temente que la poesía social ha- bía fracasado, que no había sido comprendida. ¿Cómo cree usted que debe ser la poesía del año 1967? -Quizá tenga razón Julián Ma- rías; no sé... Yo opino que la poesía debe expresar el sentir del pueblo. Debe albergarse en la entraña popular... -¿En qué situación se encuen- tra actualmente la poesía en los países sudamericanos? -Hay una generación muy in- teresante de jóvenes con ganas de trabajar. Esta promoción está abriendo a la poesía un tercer ca- mino. -¿Qué le dicen a usted, por ejemplo, los nombres de Rafael Alberti y de Juan Ramón Jimé- nez. -A Juan Ramón Jiménez le conocí en Puerto Rico, cuando es- taba ya muy enfermo. De Rafael Alberti sólo puedo decirle que le encuentro un poco estancado. Alfonso Camín urga en su dé- bil memoria y me cita los nom- bres de Gerardo Diego, hacia quien guarda simpatía; de Luis Astrana Marín, con el que estuvo en estrecho contacto; de Federi- co de Onís, que ha estudiado su «Antología poética de Asturias». Yo le he preguntado después so- bre sus proyectos, una vez defi- nitivamente instalado en España. Él me ha respondido que lo pri- mero que hará será empaparse de asturianismo. Luego, reconcen- trándose y mirándose fijamente, me recitó como reflexionando para su interior. «... Si soy el roble con el vien- to en guerra, / ¿cómo pude vivir con la raíz ausente?, / ¿cómo se puede florecer sin tierra?». César ALVAREZ Publicado en el diario "Pueblo" de Gi- jón. España. Para nuestros lectores, ofrecemos dos poemas de don Alfonso Camín tomados de su libro "La Ruta y Nuevos Poemas" SER ESPAÑOL Ser español entero en esta hora en que en todo se imita al extranjero, es ser dos veces español entero, Castilla en tierra y mar ama y señora. Defender las murallas de Zamora, ir con el Cid trazando el Romancero; el mástil hecho cruz en el velero y el "Non Plus-Ultra" al mascarón de prora. Tener un ideal, una esperanza donde otros piensan en llenar la panza, no importan el presente ni el pasado. Ser un Quijote donde no hay Quijotes darles la libertad a los Galeotes y ser por los Galeotes ultrajado. BOHEMIA EN MADRID En el Madrid que aún sueña con el verso y la gloria somos los caballeros de la "media tostada"; si el porvenir nos brinda un palacio en la Historia, nada importan los fríos ni la mala posada. Viene Antonio Machado de las tierras de Soria, "Azorín" pasó hambres y venció en la cruzada; Valle Inclán nos repite su epopeya ilusoria y en el arte admiramos los pinceles de Anglada. Dei "Café de Varela" al del "Reina Victoria", el bastón, el chambergo y la capa embozada, al café de castañas y el tazón de achicoria, el sereno que espera nuestra fuerte palmada. Mientras vamos soñando ser un Drake y un Doria, huele a churros la noche por la Calle de Abada. 4 / NORTE
  • 6. í ON Vasco de Quiroga ilumina con sus casi cien años de existencia el panorama de la Nueva España. Fue un prócer al que mucho le deben estas tierras y, especialmente, las de Michoacán, donde ejerció un ver- dadero patriarcado en favor de los purépechas , que le dieron el tra- tamiento de "Tata" o sea, el de padre, pues, en verdad, fue un padre para ellos. Venido a México ya de edad. avanzada, como miembro de la Audiencia que juzgó a Nuño de Guzmán por sus desmanes, en 24 horas recibió todas las órdenes sagradas y fue consagrado obispo. Claro está que su paciencia y sus virtudes le hicieron acreedor a ello y a más; pero el hombre era humilde y no pretendió honores ni pre- bendas, contentándose con lo que se le dio y haciendo de su minis- terio un verdadero apostolado lleno de amor, de devoción y de cari- dad que se le reconocen por propios y extraños. D0N Amó a los indios como no los amó nadie; se preocupó no sólo VASCO DE QUIROGA por sus necesidades espirituales, sino porque vivieran mejor en lo ma- terial, enseñándoles las cosas que todavía perduran y marcándoles reglas y preceptos que todavía se admiran y se reconocen como de una altura y una significación muy por delante de su época. Padre y pastor, su caridad no tuvo límites; su amor no reconoció distinciones; su sapiencia le hizo ver lo que otros ni siquiera alcan- zaron a avisorar. El nombre de don Vasco, de Tata Vasco, debe figurar entre los grandes paladines de la hispanidad, a la que dio lustre y señorío, prez y altura, brillo y fama. Nació don Vasco en Madrigal de las Altas Torres, en las secas llanuras de Castilla la Vieja y allí también se le quiere , se le admira y se le respeta. El Alcalde de Madrigal , nombre de suyo poético , sugestivo y pro- fético, por aquello de las Altas Torres, como altos fueron los hechos de don Vasco, recibió hace unos días una carta del ministro de la Suprema Corte de Justicia de nuestro país, licenciado don Felipe Tena Ramírez, carta en la que sugiere la erección , allí, de un monu- mento a don Vasco, agregando que la idea es un deseo del pueblo mexicano y suyo personal. Mucho honra esta carta al licenciado Tena Ramírez y NORTE la aplaude y hace suya. Ya el Alcalde de Madrigal de las Altas Torres ha pedido un presupuesto y un proyecto para la realización de la obra y ha con- testado al señor ministro que en cuanto estén listos los enviará a México. Exaltar la memoria de todos aquellos hombres que contribuye- ron al engrandecimiento de México , de todos aquellos creadores y for- jadores de nuestra raza y de nuestra civilización, es una de las me- tas que se ha impuesto NORTE , como órgano del Centro de Afirma- ción Hispanista A. C. y elevar una estatua a un hombre cuya vida estuvo, consagrada a esas tareas, a un hombre que sólo recogió ben- diciones y sembró el bien , es algo que parece no sólo justo , sino de- bido, conveniente y necesario y que ayudará a barrer con los restos de la leyenda negra que, desafortunadamente, empañan todavía el nombre de España. NORTE / 5
  • 7. COSAS DE ESPAÑA Tan tradicional es en España, porque a su - tradición pertenece, es decir, al mismo tronco de su historia, el Poder Real como los Comuneros de Castilla; tan tradi- cional el absolutismo fernandino como las Cortes de Cádiz; tan tradicional el carlismo como el li- beralismo; tan tradicional el par- tido moderado como el progresista que tanto forcejearon durante el reinado de Isabel II. Y ahora tan tradicional se está haciendo en nuestro siglo el de- rechismo como el izquierdismo. Lo cual nos autoriza a pensar que andando el tiempo, serán consi- deradascomofigurasigualmente tradicionales el cardenal Plá y Deniel,y"laPasionaria", Un falso sentido del tradicio- nalismo ha tergiversado la verda- dera significación de este concep- to sin que nos saquen de dudas (a quienes las tengan) sus pane- giristas, que ya sabemos todos a qué sector político pertenecen. Desde luego los actuales catedrá- ticos de Historia de la Universi- dad española no convencen con sus explicaciones del tema a los estudiantes despiertos . A los dor- midos, sí. Sobre todo en la Uni- EMBOTELLADO EN ESCOCIA Reg. S. S. A. 2175 "A" versidad del Opus, sita en Pam- plona. A algunos despiertos les gustaría ir a pedirle explicaciones al Padre Escrivá de Balaguer, rector de dicha Universidad y fundador, pensador máximo y ge- rente general del Opus Dei. Pero les parece un poco fuerte moles- tarle sólo para eso. De modo que a quienes abri- guen dudas respecto a la materia, los mayores en edad, saber y go- bierno que más obligados están a disipárselas, lejos de esto les dejan in albis, sumiéndoles no en un mar pero sí en un charco de confusiones. Con ello padece la honrada sindéresis de cuantos as- piran a esclarecer el problema. Ysinembargo,elasuntoessen- cillo. Eso que se llama Tradición en un concepto histórico -filosófico que los reaccionarios españoles usufructúan a su manera y en ex- clusiva. Para saber lo que ellos creen que es, no hay más que leer a Ramiro de Maeztu. Cosa mala si lo hay. Que claro que lo hay. Y lo que es peor para todos los españoles, ese concepto crea una contraposición, una pugna, un di- vorcio permanente. Crea un sepa- ratismo intrínseco entre dos po- DISTRIBUIDORA PUIG, S. A. BOULEVARD MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA No. 15. Tels.: 45-09-72 y 45-09-92 Apartado Núm. 7410 México 17, D. F. ciones del alma nacional; una radical contraposición, proclama- da por los cabecillas derechistas desde mucho antes de nuestra guerra civil. Crea la España y la Antiespaña. Así, como quien cor- ta con un cuchillo. Operación cisoria que, como en otra ocasión dijimos, y no es ino- portuno repetirlo, se nos antoja idéntica, a la que pudiera reali- zar un individuo que cortase un queso en dos partes y a una de ellas la llamase queso y a la otra antiqueso. Y se da la paradoja de que son los más unitarios -los de la Es- paña Una-, los más furiosos an- tiseparatistas, es decir, los que abominanconmayorbríodelos separtismos regionales, catalán, vasco y gallego quienes fomentan el más profundo separatismo de todos. El más íntimo , el más des- tructor. El que ataca en su raíz a toda posibilidad de convivencia nacional. Porque ¿qué excitante de ma- yor virulencia puede haber para la hostilidad entre unos y otros españoles que ese mutuo, rever- sible y cruel anatema España- Antiespaña? Un Whisky escocés se destaca N1,11,1'(in
  • 8. LÓPEZ RODÓ V ESPAÑA LAUREANO LOPEZ RODO Ministro comisario del Plan de Desarrollo Abogado, que al igual que Na- varro Rubio, presidente del Ban- co de España; Faustino García- Moneo, ministro de Comercio; Gregorio López Bravo, ministro de Industria y Alberto Ullastres, embajador en el Mercado Común Europeo; pertenece a la organi- zación "Opus Dei",* fundada ha- ce cuatro décadas por el sacerdote español José María Escrivá, quien escribió un libro intitulado "El Camino", que ha vendido más de 2 millones de ejemplares en quin- ce idiomas diferentes. El libro exhorta a ser firme, fuerte, nom- bre para alcanzar la beatitud. Esta organización la componen 70,000 miembros de los cuales 30,000 son españoles pertenecien- tes a la élite, que llevan una vida '° Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei. ordinaria de trabajo y de fami- lia, dedicando parte de su tiempo y mucho de su dinero a la orga- nización. Ha pregonado Escrivá que "Los laicos que dediquen su trabajo a Dios, tienen la misma oportunidad que los sacerdotes de alcanzar la Santidad". El Banco Popular Español, sex- to en importancia, pertenece por completo a miembros del Opus Dei y según se informa controlan otras 13 instituciones bancarias y de Seguros. Además un comple- jo de 5 fábricas químicas, dos diarios matutinos en Madrid y una docena de casas editoriales. Tres miembros del Opus Dei per- tenecen al Consejo Privado de Don Juan de Borbón. La única Universidad privada de España, la de Navarra, también pertene- ce a la organización. 8/NORTE López Rodó de 46 años de edad, hombre de voz queda y afable, se le conoce por la "Eminencia gris", porque viste de gris de pies a cabeza. Hijo de un industrial catalán, fue cuando la República, el profesor de Leyes más joven de España a los 25 años y se ha convertido en una autoridad in- ternacional sobre administración pública. Es un buen jugador de tenis, levantándose todos los días a las 6:45 para estar en su ofi- cina a las 8 en punto. Perso- nalidad brillante e incansable ha- ce cabeza dentro del cuerpo económico del régimen. El Doctor en Derecho, expone durante la celebración del Semi- nario sobre Estabilidad Moneta- ria los logros alcanzados en Es- paña por el Plan de Desarrollo.
  • 9. EL Plan de Desarrollo preveía alcanzar en 1967 una renta indi- vidual de 462 dólares; esto es, de 5,775 pesos. Este objetivo ha sido superado: La renta por persona es hoy de 665 dólares, o sea de 8,312.50 pesos. El crecimiento económico re- gistra índices superiores al 8 por ciento anual acumulativo. La expansión industrial tiene un ritmo del 11 por ciento anual y las exportaciones, especialmen- te de productos manufacturados, se caracterizan por el extraordi- nario auge que está impulsando venturosamente todos los renglo- nes económicos. Indice de este incremento ma- nufacturero es la generación de energíaeléctrica. En 1935 se producían 5,000 mi- llonesdekIlQtios•hor, Hoy la cifra se ha elevado a 37,000 millones de kilovatios- hora, con una vigorosa tendencia a incrementarse. En 1959 España poseía reser- vas por 50 millones de dólares. En este año, dijo el abogado López Rodó, las reservas se ele- van a 1,100 millones de dólares. El crecimiento español es el que anota ritmo más elevado en- tre los países de la OCDE -Or- ganización de Cooperación y Desarrollo-, a saber, los pueblos libres de Europa, Estados Unidos, Canadá y el Japón. La pujanza económica y finan- ciera es inmensurable. Sólo en el capítulo turístico, España recibió en 1966 más de 17 millones de visitantes y sus in- gresos fueron mayores de 1,500 millones de dólares, que son 18,750 millones pesos mexicanos. Asimismo, la afluencia de ca- pitales extranjeros crece continua- mente. ESPAÑA AL MERCOMUN Por otra parte España ingresa- rá al Mercomún Europeo. En septiembre próximo, se ini- ciarán las pláticas tendientes a formular un acuerdo de comercio entre el Reino- de España y el Mercomún, que será el antece- dente a su ingreso a la comuni- dad como miembro de pleno de- recho. Este progreso sin paralelo en el mundo beneficia a 32.500,000 es- pañoles. Al iniciarse el Plan de Des- arrollo se previó que, en 1967, la población hispánica sería de 32.200,000 seres humanos. PLAN DE DESARROLLO El plan cuya realización termi- nará en diciembre próximo se centró, fundamentalmente, en la industria. Pero está redactándose el Se- gundo Plan de Desarrollo, que abordará todos los capítulos de la producción agrícola para ter- minar la integración de una só- lida economía, que sustente vigo- rosamente el progreso y el bien- estar del pueblo ibérico. INFORME A LAS CORTES ESPAÑOLAS El abogado López Rodó dio el informe oficial del Ministerio del PlandeDesarrollo,quehace unos díasfueentregadoalascortes españolas. La exposición, todavía no co- nocida en la misma España, ofre- ce, en 191 páginas, la visión in- tegral de lo que se ha logrado en materia económica. CRECIMIENTO ECONOMICO Apunta el ministro comisario del Plan de Desarrollo Español que la economía peninsular expe- rimentó en 1966, como en los años anteriores, fuerte crecimiento. Según cifras provisionales, en el tercer año del Plan de Desarrollo, el producto nacional bruto au- mentó en un 7.8 por ciento en tér- minos reales. El crecimiento registrado en 1966, unido al de los dos anterio- res, ha supuesto el aumento del producto nacional bruto durante el trienio 1964-66 en un 24 por ciento. BIENESTAR Fruto de este trienio de des- arrollo ha sido la elevación del grado de bienestar del pueblo es- pañol. Los aumentos de producción alcanzados han permitido situar la renta por habitante, al final de los tres primeros años del Plan, en 39,885 pesetas. El nivel de vi- da se ha elevado paralelamente. ELEVACION DEL NIVEL DE VIDA En efecto, el consumo de ali- mentos básicos en los tres últi- mos años -concretamente, el de carne se ha incrementado en un 21.4 por ciento y el de pescado en un 26.7 por ciento- ha regis- trado sensibles aumentos debidos, en especial, a la mejoría de la dieta de los habitantes de rentas más bajas. Una interpretación similar pue- de deducirse de las cifras de una producción de bienes de consu- mo duradero, cuyo espectacular aumento refleja, también, sin du- da, la mejoría social que ha acom- pañado al desarrollo económico de los últimos años. La producción de frigoríficos aumentó en un 159.3 por ciento en tres años, y el estacionamiento de vehículos de turismo se du- plicó, pasando de 529,700 en 1963 a 1.057,907 en 1966. SALARIOS Y DIVIDENDOS Estamejoríadelniveldevida ha sido posible por la redistribu- ción de rentas operadas en fa- vor de los asalariados, cuyas re- tribuciones, deducidas las cuotas de seguridad social, pasaron de 320,315 millones de pesetas en 1966, lo que representa un au- mento del 62.4 por ciento en pe- setas de cada año. Si bien en el mismo período, el costo de la vida aumentó en un 28.6 por ciento, el poder ad- quisitivo del salario medio mejo- ró muy sensiblemente. DIVIDENDOS En el mismo período los divi- dendos pagados por las socieda- des han pasado de 33,610 millo- nes de pesetas a 40,863 millones; es decir, aumentaron en un 21.9 por ciento en pesetas de cada año, disminuyendo su participa- ción relativa en la renta nacional, que pasaron del 4 por ciento en 1963 a 3.2 por ciento en 1966. Asimismo, el ahorro de las so- ciedades descendió del 5.9 por ciento de la renta nacional en 1963 al 5.2 por ciento en 1966. Es también importante el enor- me progreso realizado en el cam- po de la promoción social, que se manifiesta fundamentalmente en el incremento de empleos esco- lares registrados en cada uno de los distintos grados de enseñanza, particularmente en la media, en la que han aumentado en un 87.3 por ciento. NORTE / 9
  • 10. VIVIENDA El número de viviendas cons- truidas con protección oficial du- rante el trienio, fue de 682,384. Esta cifra, unida a la de la pro- moción libre, que asciende a unas 90,000, hace que el ritmo total de construcción haya sido de 8.6 vivienda al año por 1,000 habi- tantes; índice superior a la media europea. Es importante subrayar, dijo el abogado López Rodó que el nota- ble incremento de la actividad económica en 1966, aunque muy similar en intensidad al de los dos años anteriores, se produjo con características distintas. En primer término, este creci- miento fue acompañado de una menor alza de precios, 6.2 por ciento de aumento del costo de la vida frente a un 13.2 por ciento en 1965. Otra nota característica fue el mayor déficit de la balanza de pagos: 210 millones de dólares frente a 177 millones en el año anterior. Un rasgo importante a tener en cuenta es el debilitamiento de la inversión durante los últimos meses de 1966. Estos desequilibrios son en par- te consecuencia de que se han sobrepasado ampliamente los rit- mos de crecimiento previstos en el plan, distinguiéndose por su grado de desviación el consumo público y el privado 21.5 y 14.5 por ciento de aumento, respec- tivamente, en 1.966 sobre el año anterior. AGRICULTURA El sector primario, que aportó en el pasado año un 17.6 por cien- to del producto interior bruto, tuvo una evolución favorable, ex- perimentando un crecimiento real del 8.2 por ciento. La última campaña supuso un incremeto respecto al anterior de un 9.8 por ciento registrándose excelentes cosechas en general y, particularmente, los aumentos de producción de carne. DESEQUILIBRIOS Sin embargo, siguen acentuán- dose los desequilibrios entre la oferta y la demanda, que provo- can problemas de excedentes de trigo, vino y carne de cerdo e importantes deficientes de cerea- les, carne de vacuno y semillas oleaginosas. Ha sido precario el crecimien- de la inversión privada en la agri- cultura e insuficiente para com- pensar la emigración campesina. La inversión pública ha perma- necido al mismo nivel del ejer- cicio precedente. SALARIOS AGRICOLAS Rasgo también notable ha sido la continuada elevación de los salarios del campo: 14.3 por ciento respecto del año anterior, cir- cunstancia que contribuyó a en- carecer los costos y que obligará a una mejor asignación de los re- cursos y a una capitalización más intensa. Los precios de los productos agrarios fueron mucho más esta- bles que en los dos años ante- riores. En 1966 aumentaron en un 4.4 por ciento frente a un 15.4 por ciento en 1965. INDUSTRIA El producto industrial bruto aumentó en 1966 un 10.3 por cien- to en términos reales. Los creci- AGENTES ADUANALES Villagana y tia., S. A. DIRECTOR GENERAL : ALBERTO L. CABEZUT IMPORTACION - EXPORTACION - CABOTAJE Casa Matriz: Gante Núm. 4. Despacho 406 Teléfonos: 21-87-60 y 10-10-39 México 1, D. F. SUCURSALES: TAMPICO, Tamps. Edificio Luz, Apartado 98. VERACRUZ, Ver. Landeros y Coss 31. Apartado 432. MANZANILLO, Col. Juárez 236. Apartado 79. NUEVO LAREDO , Tamps. Riva Palacio 002 Apartado 133. LAREDO, Texas. Maryland Ave. P. Box 1539 MATAMOROS, Tamps. Calle 6a. No. 34 altos. Apartado 243. BROWNSVILLE, Tex. 1401 S. E. Elizabeth St. ACAPULCO, Gro. Edificio Alvarez ter. piso.
  • 11. mientos de mayor importancia se registraron en material de trans- porte, papel y artes gráficas y electricidad, gas y agua. INVERSION PRIVADA El informe del ministro comi- sario del Plan de Desarrollo se- ñala que se hará una inversión de 18,292.5 millones de pesetas y la creación de 18,922 nuevas plan- tas de trabajo. La inversión pública realizada en 1966 alcanzó una cifra de 85,464.8 millones de pesetas; ... 71,557.5 millones, si se descuenta la inversión financiera, lo que supone una realización del 99.5 por ciento de los créditos para inversión consignados en el Pro- grama de Inversiones Públicas del Plan de Desarrollo. POBLACION La población española empa- dronada el 31 de diciembre de 1966, era de 32.1 millones de ha- bitantes. En 1966 creció en un 1.25 por ciento, llegando a 32.5 millones. La población activa en el pasa- LA POTRANCA, S. A. La Potranca, fina y blanca, siempre a su crédito fiel y al día, jamás se espanta; pues, para objetos de piel sólo existe "LA POTRANCA". GERENTE: BALTASAR ISOBA do año aumentó en 127,900 per- sonas, es decir, el 1.04 por ciento. Este aumento de la población activa y el intenso éxodo rural, estimado en 149,900 personas, fue- ron absorbidos por la creación de 129,200 puestos de trabajo en el sector industrial y de 139,800 en el de servicios; es decir, por un total de 269,000 nuevos puestos de trabajo. POLITICA MONETARIA "La política monetaria ha cons- tituido una vez más el resorte principal para reconducir las fuer- zas dinámicas de nuestra econo- mía a los cauces del crecimiento equilibrado -dijo el abogado Ló- pez Rodó-. El peso del ajuste recayó de manera particular so- bre el sector privado, aunque en cierta medida también se han re- sentido las inversiones públicas. "Las menores disponibilidades crediticias han servido para po- ner al descubierto las deficien- cias del sistema productivo. "Se ha visto afectado especial- mente el sector industrial, com- probándose de nuevo que los de- fectos estructurales impiden en gran medida el crecimiento ar- mónico y sostenido de la econo- mía española, y que muchos de las mejoras de este tipo, previs- tas en el Plan, no se han llevado todavía a la práctica. "Los problemas cualitativos si- guen restando posibilidades al desarrollo futuro". FORMIDABLE EXPANSION COMERCIAL El comercio exterior de Espa- ña experimentó durante 1966 un crecimiento del 21.5 por ciento. La nota más significativa fue el importante incremento de las exportaciones, que alcanzaron una cifra nunca igualada: 1,253.5 mi- llones de dólares. Las importaciones, 3,590.7 mi- llones de dólares, siguieron una marcha ascendente hacia media- dos de año. En junio el crecimiento sobre el primer semestre de 1965 era del 33.8 por ciento. A partir de junio los aumentos relativos de las cifras acumuladas descendieron constantemente. Para los doce meses el incre- mento registrado fue del 18.9 por ciento. La Casa Preferida por el Turista del Continente Americano y de Europa 'S` de Mayo 9 Teléfono: 12-13-33 Apartado Postal 2465 MEXICO.1; D. F.
  • 12. LA EPOPEYA DEL GAUCHO por Antonio ESPINA La pampa y su héroe, el gau- cho, como tema, y sus diversas versiones ricas todas en materia folklórica, están dando lugar en España a una reactivación de es- te sector del costumbrismo argen- tino, literariamente centrado aho- ra en el recuerdo, y no sólo editorial y periodístico, de la mag- níifica novela pampera Don Se- gundo Sombra, de Ricardo Güi- raldes, a los cuarenta años de la publicación del libro, y al medio siglo de la salida a luz de Proa, la revista vanguardista fundada por Güiraldes, con Rojas Paz y Brandau Caralta. Como Güiraldes y antes que él toda una constelación de poetas y costumbristas -Ascasubi, Hi- dalgo, Del Campo, obligado- proporcionaron a la literatura ar- gentina valores de primer orden y la puesta en circulación uni- versal de un gran tipo racial que es de los más fuertes y definidos del mundo hispanoamericano: el gaucho. En el individuo de este grupo, físicamente recio y ágil, predomi- nó con mucho la sangre invasora, hasta el punto de no ser ni más ni menos -dice Leopoldo Lugo- nes- que el campesino andaluz extremeño adaptado a distinto ambiente geográfico y social. El gaucho jinete-pastor, conductor de grandes tropas de vacas, toros y caballos por los campos sin ca- minos de la pampa llevaba una vida mucho más dura que la que pudiera suponerse. Amaba sobre todas las cosas su independencia y su libertad, le tenían sin cuida- do las leyes y los códigos y man- tenía una actitud constante de rebelión contra las autoridades. Era muy parecido en muchos as- pectos de su vida y hazañas al caballista andaluz. Era, decimos hablando en pretérito, porque hoy es difícil encontrar al gaucho tí- pico tal como lo describe Güi- raldes o lo canta el poema de Mar- tín Fierro, o Don Segundo Sombra, o Santos Vega o cual- quier otro gaucho de cepa, estaba siempre dispuesto a resolver sus cuestiones personales, facón en mano, frente a frente del ofensor o del rival. Martín Fierro es inteligente, enamoradizo, generoso y cuando hay festejo en la estancia o el po- blado allí se encuentra él metido en jarana. Baila, bebe y, como buen payador o cantor que es, canta tristes, cielitos y vidalitas acompañándose de su vihuela. La guitarra no falta nunca en hacien- das y pulperías. A veces Martín Fierro se en- zarza con otro cantor en una paya o sea en un toma y daca de co- plas, cuya majeza y alusiones sa- tíricas divierten al corro que las escucha. Este duelo verbal se lla- maba payada de contrapunto y todavía se practica en algunos pueblos argentinos. El gaucho, con su prestancia y costumbres es descrito por primera vez por Con- coloncorvo en su Lazarillo de ciegos y caminantes (1773) don- de se le presenta como poblador de las llanuras de Buenos Aires, Tucumán y Uruguay. Poco des- pués el virrey Vértiz cita a estos pamperos en un bando en el que les califica de vabagundos y les amenaza con severo castigo si no acuden para emplearse en la sie- ga. José Hernández, nació en una estancia de la zona de San Mar- tín y fue gaucho en su juventud y después militar, político, perio- dista y burócrata en Buenos Ai- res, publicó las dos partes de su Martín Fierro en 1872 y 1879, res- pectivamente. El éxito fue inme- diato y siguió creciendo. El pú- blico y la crítica acogieron la obra en términos tales que llegó a for- marse entre el pueblo argentino un tipo de lector en torno al cual se congregaba la gente para es- cuchar con deleite los versos del gaucho Martín. Es conocida la anécdota del ten- dero de una pulpería campesina que hizo un pedido a la capital de la provincia en el que figura- ban doce gruesas de fósforos, una barrica de cerveza, veinte mar- tinfierros y cien cajas de sardinas. Si Don Segundo Sombra es la gran novela del gaucho, Martín Fierro es él su espléndido poe- ma. El poeta desarrolla a lo largo de más de siete mil versos octo- sílabos repartidos en variadas combinaciones estróficas, la vida de su héroe colmada de peripe- cias. Al final, Martín ya viejo, retirado de la pompa, habla de la decadencia del gauchismo y, nos- tálgico, exclama: ¡Ricuerdo! ¡Qué maravilla! Cómo andaba la gauchada. Siempre alegre y bien montada y dispuesta pa'el trabajo. El gaucho más infeliz tenía tropilla al pelo no le faltaba un consuelo y andaba la gente lista teniendo el campo a la vista. ¡Sólo vía hacienda y cielo! Martín Fierro es uno de los más hermosos poemas escritos en nuestra lengua. De él se ha dicho con no infundadas razones que viene a ser para la literatura ar- gentina lo que es el Cantar de Mío Cid para la literatura espa- ñola. El lenguaje empleado en el dialecto gauchesco es el castellano arcaico, pero con muchas altera- ciones. El medio ambiente, los gi- ros y las voces del habla popular, componen juntamente con la fi- gura de Martín y las superficies que le ocurren, la fuerte y senci- lla en su grandeza epopeya del gaucho. NORTE / 13
  • 13. ¿QUE VOCAL SE USA MAS EN CASTELLANO? por Alfonso JUNCO Si usted se lo pregunta de gol- pe a cualquiera, concederá la pri- macía a la primera de las letras del alfabeto. Y si del hombre de la calle pasa usted al hombre de estudio, podrá encontrar la misma respuesta. Por ejemplo, en un "Elogio de la lengua española" que trazó el preclaro lexicógrafo don Julio Casares, salía al sesgo esta afirmación que me hizo cos- quillas: "Una lengua en que la vocal «a», como sucede en espa- ñol, disfrutlrá de más clara y eficaz sonoridad que otra lengua en que predomine cualquiera d3 las restantes vocales". Pero, ¿en efecto, predomina la a en español? Mi cavilación se finca en dos recuerdos infanti- les. Primero: Antes de venir los linotipos, conocí y frecuenté las "cajas" de imprenta, de donde los cajistas tomaban con agilidad los tipos movibles para ir componien- do sus galeras; y tengo presente -porque no me lo imaginaba y me sorprendió-, que el departa- mento más espacioso era el que daba alojamiento a la e. Segundo: Después de haber compuesto cinco sonetos, cada uno de ellos sin una de las vocales, mi padre -don Celedonio Junco de la Vega-, me contaba que el que más lo hizo sudar fue el soneto SIN E. Reflexiónese: ni un solo que, ni un en, ni un de, ni los otros monosílabos me, te, se, le que a cada paso lo estorban si de la e se prescinde. Pero... ¿No existirá algún error en mi doble recuerdo? ¿No se habrá hecho por ahí la prueba experi- mental, contando con intrépida tozudez las vocales en páginas o libros enteros Porque para todo hay apetitos. Y me vino, con la duda, la co- mezón indagadora. En escala me- nor, naturalmente, y por vía de muestra: que nunca me he dedi- cado ni espero dedicarme -aun que soy contador- a contar le- tras. Repase usted, lector, la mismí- sima frase de don Julio que va copiada al principio y donde se proclama la supremacía numéri- ca de la a. Cuente usted. Yo en- cuentro 23 veces la a y 24 la e. Pero una frase aislada y corta, nada prueba. Fácilmente puede darse con otra de signo inverso. Hay que tomar trozos más am- plios. Y de distintas etapas, de distintos asuntos, de distintos au- tores: porque cada uno de estos tres elementos puede implicar pe- culiares léxicos y modos prefe- rentes que por ventura resultaran favoreciendo, ya a la e, ya a la a. Puse risueñas manos a la obra, como quien juega a las escondi- das, o resuelve un acertijo, o se entretiene en descifrar las formas de las nubes. Salté-de siglo en si- glo; busqué en prosistá:, de alcur- nia trozos de tamaño semejante y asunto desemejante, que además no tuvieran nombre o citas en lengua forastera; computé a pos- teriori, naturalmente. Y he aquí lo que salió. Breve muestrario en que, burla burlando cataremos el pensamiento y el estilo de céle- bres autores. SIGLO DIECISEIS. FRAY LUIS DE LEON En sus Nombres de Cristo, ha- blando de Él como "Príncipe de la Paz", encarece fray Luis cómo el espectáculo del cielo estrellado nos pacifica, y pone luego estos párrafos: "Mas ¿qué digo de nosotros, que tenemos razón? Esto insen- sible y aquesto rudo del mundo, los elementos y la tierra, y el aire y los brutos, se ponen todos en orden y se quietan luego que, poniéndose el sol, se les represen- ta aqueste ejército resplande- ciente. "¿No veis el silencio que tie- nen ahora las cosas, y cómo pa- rece que, mirándose en este es- pejo bellísimo se componen todas ellas y hacen paz entre sí, vuel- tas a sus lugares y oficios y con- tentas con ellos? "Es, sin duda, el bien de todas las cosas universalmente la paz, y así, dondequiera que la ven, la aman. "Y no sólo ella, mas la- vista de su imagen de ella las enamora y las enciende en codicia de ase- mejársele, porque todo se inclina fácil y dulcemente a su bien". Yo encuentro 53 veces la a y 98 la e: ésta excede, pues, a la otra en un 85 por ciento. 14 / NORTE
  • 14. ¿Qué vocal se usa más? Pero anticipo, lector, que la proporción es desmesurada. En otro párrafo, más amplio, de fray Luis, encontré el 44 por ciento. Y aun esta proporción supera a las que vamos a tomar adelante. SIGLO DIECISIETE. QUEVEDO De su Política de Dios, gobier- no de Cristo, esta inicial admoni- ción: "Pontífice, Emperador, Reyes, Príncipes. "A vuestro cuidado, no a vues- tro albedrío, encomendó las gen- tes Dios nuestro señor, y en los estados, reinos y monarquías os diotrabajoyafánhonroso,no vanidadnidescanso,Elqueos encomendó los pueblos os ha de tomar cuenta de ellos, si os hacéis dueños con resabios de lobos. Si os puso por padres y os introducís en señores, lo que pude ser oficio y mérito hacéis culpa, y vuestra dignidad es vuestro crimen. Con las almas de Cristo os levantáis, a su sangre y a su ejemplo y a su doctrina hacéis desprecio. Proce- saron han por amotinados contra Dios, y seréis castigados por re- beldes. Adelantarse ha el castigo a vuestro fin; y despierta y pre- venida en vuestra presunción, la indiginación de Dios fabricará en vuestro castigo escarmientos a los por venir. Y con nombre de tira- nía irá vuestra memoria difaman- do por las edades vuestros hue- sos, y en las historias serviréis de ejemplo escandaloso". La a 74 veces; la e, 90 : excede, pues, a la otra en un 22 por ciento. SIGLO DIECIOCHO. FEIJ00 Unpárrafodesu Defensade las mujeres, primer tomo del Tea- tro crítico universal, discurso XVI: "El falso profeta Mahoma, en aquel mal plantado paraíso que destinó para sus secuaces les ne- gó la entrada a las mujeres, limi- tando su felicidad al deleite de ver desde fuera la gloria que ha- bían de poseer dentro los hom- bres. ¡Y cierto que sería muy buena dicha de las casadas ver en aquella bienaventuranza com- puesta toda de torpezas, a sus maridos en los brazos de otras consortes que para efecto fingió fabricadas de nuevo aquel grande artífice de quimeras! Bastaba pa- ra comprender cuánto puede errar el hombre, ver admitido este de- lirio en una gran parte del mundo. "Pero parece que no se aleja mucho de quien les niega la bien- aventuranza a las mujeres en la otra vida, el que les niega casi todo el mérito en ésta". Cómputo: 82 para la a, 93 para la e: supera ésta en un 13 por ciento. (EnotropárrafodeFeijoo encuentroun 15 por ciento.) Y aquí, lector, se agota el es- pacio, y hemos de dejar para nuestra próxima entrevista el es- cuchar a Menéndez Pelayo en el siglo diecinueve, a Alfonso Reyes en nuestros días, y el sacar la con- clusión de esta microscópica aven- tura. CITA DE DISTINCION Y ELEGANCIA AV. MORELOS Y PASEO DE LA REFORMA Teléfonos: 35-37-93 y 35-73-94 MEXICO 1, D. F.
  • 15. Pedro GarÍias Pedro Garfias, uno de los últimos bohemios que han pasado por esta. América nuestra, nació en la universitaria ciudad de Salamanca en 1901 y a poco de nacer, marchó con sus padres a radicarse en Osuna, Sevilla, donde se impregnó del ambiente andaluz, sin dejar por eso de tener la hondura castellana. En su obra, hay reminiscencias de la de García Lorca, de quien parece fue condiscípulo. Garfias fue director de la última revista ultraísta HORIZONTE (1920), aunque él no siguió esa tendencia. Su poesía arranca del imaginismo, y a par- tir de la guerra civil española cobró más honda humanidad y realidad. Su última obra RIO DE AGUAS AMARGAS, resume poética y antici- padamente la azarosa vida de sus últimos años que pasó en México. Pedro Garfias falleció en Monterrey, N. L., el 9 de agosto del corriente año. Para deleite de los lectores de NORTE publicamos algunos de sus últi- mos poemas y también EPISTOLA AL POETA, de Raúl Rangel Frías, con motivo de la muerte del bardo. Intermedio. Noche con Estrellas Aunque te rompas, frágil bóveda en mil pedazos, esta noche estrellada yo tengo que gritar en este bosque inglés de robles pensativos y altos pinos callados. He de arrancar los árboles a puñados convulsos, he de batir el cielo con mis manos cerradas y he de llenar a voces este dolor mordido que brota a borbotones de mi raíz más honda. Solo en medio de un pueblo que forja su destino y rueda sus azares con temple calculado que trabaja y que juega y el domingo descansa y toda la semana vigila los confines con la mirada alerta de un perro de rebaño que traza sus caminos como quien peina a un niño, que devora las negras entrañas de su suelo, con una verde lengua de parques y jardines, que cuida con ternura franciscana sus flores, sus aves y sus peces y esclaviza a la India, solo, en medio de un pueblo que duerme en esta noche, yo he de gritar mi llanto. Aunque el silencio cruja y se despierte el cisne -que es propiedad del rey- y quiebre aleteando las aguas impasibles; aunque las aguas corran a golpear la orilla con su tiernos nudillos y el rumor se propague por el bosque curioso y llegue a despertar la brisa que dormía tras la colina curva, aunque la brisa vuele a sacudir los prados y a pulsar las ventanas, aunque el temblor sonoro se extienda a las estrellas y perturbe un momento su formación tranquila, mientras duerme Inglaterra, yo he de seguir gritando mi llanto de becerro que ha perdido a su madre. 16 / NORTE
  • 16. ÁRBOL Yo he conocido a un árbol que me quería bien. Jamás supe su nombre, no se lo pregunté y él nunca me lo dijo: cuestión de timidez. Nunca vio mi silueta, era ciego al nacer, por eso a mí me quiso lo mismo que yo a él. Le dije muchas cosas que a nadie más diré, más que a la vieja estrella que alguna vez hablé. £l estaba más cerca , no palpaba su piel, a él le dolía el tronco, a mí el tronco y la sien. Un día lo perdí; qué amor no perderé; pregunté a sus hermanos que debieran saber; a los hombres que saben nada les pregunté. Acaso él me buscó como yo lo busqué, pero los dos andamos tan torpes de los pies. Cosas, terribles cosas, que hoy quisiera saber. Nunca me contestó. ¿Sería mudo también? Como el árbol de Heine -eso sí que lo sé- movía la cabeza oyéndome ... RECIENMUERTO Me gustaría que fuese tarde y oscura la tarde de mi agonía. Me gustaría que quien cerrase mis ojos tuviese manos tranquilas. Me gustaría que los presentes callasen o llorasen en sordina. Me gustaría que fuesen pocos y aún menos de los que se necesitan. Me gustaría que en silencio del mundo se oyese crecer la espiga. Me gustaría que la tierra fuese dura como piedra conmovida. Me gustaría que me llenasen la boca de tierra mía. Si a los que van a matar les dan todo lo que pidan dejadme pedir de muerto lo que a mi me gustaría. Epístola al Poeta de Raúl Rangel Frías. A Pedro Garfias, en Monterrey, México, 10 de agosto de 1967. Día de su inhumación. Óyeme Pedro: unas palabras de partida. Sabes, somos unos pocos de tus amigos. Otros no pudieron venir, los pájaros y las estrellas. Mira: esto se acabó: tu dolor y tu soledad. Ahora empiezan los nuestros. En el umbral del tránsito oscuro, antes de que te vayas, déjame decirte: "eras un viejo madero inútil, herido en el costado, ay, los arrecifes, batido por las aguas, comido de la sal". ¡Viejo madero inútil, mascarón de proa! Tu ojo inmóvil y estrábico, escrutaba el mis- terio, poeta de tu España de siglos. Como ella eran tus versos, que no están hechos de palabras. Sus pasos y estancias de su andar. El duro pecho de su tierra, como tú mismo que no, no se deja morir. El lloro y la risa de los niños, El río , la espiga y la espada del ciprés. Hoy ha doblado por ti la esquila de este cementerio mexicano. Y otra ha tañido, igual, desde las torres de Ecija maternal. Baja tierra, que has llegado por fin a puer- to, para que te ablande la ternura de nues- tro suelo. Quedas cual dormido gorrión. Deja aquí tu sangre dulce en los terrones nuestros, alza la voz al cielo y tiende tus poe- mas al sol entre México y España. Ahora, Pedro, nos vamos: nosotros que a velas rotas navegamos, vamos a partir. Tú, permaneces. Pero antes voy a recordar de la prócer Salamanca, unas voces y unas piedras de un corral como éste: el padre Unamuno daba -gritos llamando a resucitar: "méteme -Padre Eterno- en tu pecho misterioso hogar. dormiré allí vengo deshecho del duro bregar". Hasta luego, Pedro. NORTE / 17
  • 17. Remembranza de Federico GARÜAHORCA Mi nostalgia de aquellos días se complace en rememorar los coloquios entre aquellos amigos. Eramos amigos, y con una comu- nidad de afanes y gustos que me ha hecho conocer por vía directa la unidad llamada "generación". Pedro Salinas y yo, Gerardo Die- go, Federico García Lorca, Dáma- so Alonso, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti. Y Pepe Bergamín, y Melchor Fernández Almagro.. . Menciono a los sentados tantas veces alrededor de mesas más amistosas aún que intelectuales. Mediada la comida, ya era Fede- rico el centro de la habitación, y no de la escena, porque nada ar- tificioso se interponía entre aque- llos comensales, que alternaban o superponían su tiroteo verbal. Allí no había comparsas. Melchor, tan circunspecto cuando escribe, tan nervioso y pigmentado cuan- do habla; Bergamín, para quien no ir ensartando sutilezas -y sin parar- sería vicio contra Natura; Alberti, el más joven y dueño de una perfecta maestría; Vicente FEDERICO GARCIA LORCA. OBRAS COMPLETAS. AGUILAR, S. A. MADRID, ESPAÑA. por Jorge GUILLEN Aleixandre, correctísimo, que aporta un sol rubicundo y lo re- gala, siempre generoso; Dámaso, formidable esdrújulo, ¡Dámaso!, no hijo de la ira, que en la hora alegre es el más alegre. ¡Cómo se divertían juntos Dámaso y Fede- rico! Nadie se engañe con la se- riedad de Gerardo, fervoroso y caprichoso, tierno y de repente Equis y Zeda (Fábula de). ¡Qué jocundidad añadía la recitación de Federico a los versos del Ge- rardo más formal! Por eso, Clementina, por eso yo te espero el veintitrés de enero sobre mi hamaca gris... Y Salinas, nada don Pedro, con su humor madrileñísimo, humano como ninguno; a todos entiende y con todos se las entiende muy bien. Otros nombres relevantes ha- bría que subrayar -de Juan La- rrea a Pedro Garfias- si esta enumeración, limitada a ciertos momentos gratísimos de mesa y sobremesa, se convirtiese en ma- nual de Historia. No sería posi- ble dejar fuera del cuadro a tres ausentes de algunas de aquellas reuniones en Madrid: Luis Cer- nuda, Emilio Prados, Manuel Al- tolaguirre. ¡Exquisitos andaluces! (era durante la hegemonía del Sur). Luis Cernuda, con voz tan personal desde su primera obra; Emilio Prados, en carne viva, en alma viva a flor de piel, dentro de su soledad no falsificada. Y ese fantástico Manolito, que pa- rece soñar cuanto más vive y se desvive; y ninguno con más bio- grafía que él. ¡Cuántos poetas! Los unen afinidades no del todo electivas. Pero ¡qué diferentes! Helos juntos -con ocasión de la comida en que se festeja a Luis Cernuda- el 20 de abril de 1936. Quien ofrece el homenaje es Fe- derico; no podía ser otro el rector de aquellos ágapes de amistad y poesía: "Entre todas las voces de la actual poesía española, llama y muerte en Aleixandre, ala inmen- sa en Alberti, lirio tierno en Mo- reno Villa, torrente andino en Pablo Neruda, voz doméstica en- trañable en Salinas, agua oscura de gruta en Guillén, ternura y llanto en Altolaguirre, por citar poetas distintos, la voz de Luis Cernuda erguida suena original, 18 / NORTE 1
  • 18. sin alambradas ni foros para de- fender su turbadora belleza". A todos aquellos escritores se les veía amigados en unidad de gene- ración, antípoda de escuela: no ha- bía programa común. Algunos firmamos la invitación a celebrar un centenario, el de Góngora. Pe- ro nada más remoto de un mani- terales y extranjeros: el super- fiesto. Y los "ismos" eran ante- riores o de uso particular -el ultraísmo, el creacionismo- o la- rrealismo. En cuanto a la poe- sía pura... ¿Quién de nosotros habría osado sin rubor ridículo presumir de puro? No, ninguna línea de partido literario. La ge- neración -si creemos a nuestra experiencia y no porque nos lo propongan lasteorías- seanuda encomunidadvital,ynose la sistematiza desde dentro, (Esto acaecerá más tarde sobre las pi- zarras pedagógicas). ¡Cuántos colaboradores hetero- géneos asocia el aire de una épo- ca! La generación de Federico García Lorca ignoraba el marfil de torre. Las puertas no servían para defender ninguna clausura, que habría sido "putrefacta". (Vi- tuperio que inventó Federico. Café de la Alameda, Granada. Los Putrefactos: dibujos de figuras grotescas. "El cancro abrasador de los desiertos"... El adjetivo pasa a Salvador Dalí, a Pepín Be- llo, y todos lo empleamos.) La putrefacción de la encerrona es- tética no fue nuestro pecado. Y un día -diciembre del 27- Fe- derico y algunos de sus compañe- ros vamos a Sevilla en excursión literaria. (Dámaso Alonso y Ge- rardo Diego lo han contado admi- rablemente.) La excursión está patrocinada por un mecenas. Y este mecenas es... un torero. Personaje de primer orden, que será inmortal poéticamente gra- cias a los poetas de aquellos años. Ignacio Sánchez Mejías nos inte- resaba mucho, y no sólo por su hombría de gran sevillano y aquel porte de quien se jugara muchas veces la vida, "la suerte o la muerte". Aquellas calidades, a las que nosotros -pobres de nos- otros- no estábamos acostumbra- dos, podrían haberse resuelto en una gallardía pintoresca. Y no era así. Lo más sorprendente es que Ignacio discurría con una de las cabezas más claras de nuestro tiempo. En su mente no se em- brollaban las ideas. Esta capaci- dad intelectual se extendía hasta los más finos escarceos irónicos. (Había que oírle desarrollar una de sus paradojas favoritas: cómo Ortega -¡don José Ortega y Ga- sset!- era gitano). Aire de Roma andaluza le doraba la cabeza. Y su elogio requería la palabra indispensable: "inteligencia". Ra- fael Alberti fue el poeta preferido de Sánchez Mejías. En la tradi- ción de un Pepe Hillo, de un Francisco Montes, cuyos tratados sobre el arte de torear se desen- vuelven a modo de artes poéticas, Sánchez Mejías juzgaba paralelos a Belmonte y Lorca, a Joselito y Alberti: los primeros, con su po- deroso "yo" romántico, triunfan magníficamente, irregularmente, mientras los otros dos, atentos a las esencias y a las formas, se atie- nen con todo rigor a las condicio- nes de la lidia. Este esquema aquí simplificado, daba motivo a Sán-. chez Mejías para multitud de ob- servaciones muy sagaces. Respec- to a Federico, he de recordar el entusiasmo con que nos habló de Bodas de sangre en el Palace, .donde nos congregábamos un vez a la semana durante algunos me- ses del 33. Sánchez Mejías, uno de los primeros a quienes el autor leyó la obra, vio muy claro in- mediatamente que Bodas de san- gre daba principio a una gran etapa dramática. Era fatal que la muerte dé Ignacio inspirase a los dos insignes andaluces sus famo- sas elegías: el "Llanto" y "Verte y no verte".
  • 19. Sangre Derramada ¡Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena. ¡Que no quiero verla! La luna de par en par. Caballo de nubes quietas, y la plaza gris del sueño con sauces en las barreras. ¡Que no quiero verla! Que mi recuerdo se quema. ¡Avisad a los jazmines con su blancura pequeña! ¡Que no quiero verla! La vaca del viejo mundo pasaba su triste lengua sobre un hocico de sangres derramadas en la arena, y los toros de Guisando, casi muerte y casi piedra, mugieron como dos siglos hartosdepisarlatierra, No. ¡Que no quiero verla! Por las gradas sube Ignacio con toda su muerte a cuestas. Buscaba el amanecer, y el amanecer no era. Busca su perfil seguro, y el sueño lo desorienta. Buscaba su hermoso cuerpo y encontró su sangre abierta. ¡No me digáis que la vea! No quiero sentir el chorro cada vez con menos fuerza; ese chorro que ilumina los tendidos y se vuelca sobre la pana y el cuero de muchedumbre sedienta. ¡Quién me grita que me asome! ¡No me digáis que la vea! No se cerraron sus ojos cuando vio los cuernos cerca, pero las madres terribles levantaron la cabeza. Y a través 'de las ganaderías, hubo un aire de voces secretas que gritaban a toros celestes, mayorales de pálida niebla. No hubo príncipe en Sevilla que comparársele pueda, ni espada como su espada ni corazón tan de veras. Como un río de leones su maravillosa fuerza, y como un torso de mármol su dibujada prudencia. Aire de Roma andaluza le doraba la cabeza donde su risa era un nardo de sal y de inteligencia. ¡Qué gran torero en la plaza! ¡Qué gran serrano en la sierra! ¡Qué blando con las espigas! ¡Qué duro con las espuelas! ¡Qué tierno con el rocío! ¡Qué deslumbrante en la feria! ¡Qué tremendo con las últimas banderillas de tinieblas! Peroya duerme sin [in, Yalosmusgos y la hierba abren con dedos seguros la flor de su calavera. Y su sangre ya viene cantando: cantando por marismas y praderas, resbalando por cuernos ateridos, vacilando sin alma por la niebla, tropezando con miles de pezuñas como una larga, oscura, triste lengua para formar, un charco de agonía junto al Guadalquivir de las estrellas. ¡Oh blanco muro de España! ¡Oh negro toro de pena! ¡Oh sangre dura de Ignacio! ¡Oh ruiseñor de sus venas! No. ¡Que no quiero verla! Que no hay cáliz que la contenga, que no hay golondrinas que se la beban, no hay escarcha de luz que la enfríe, no hay canto ni diluvio de azucenas, no hay cristal que la cubra de plata. No. ¡¡Yo no quiero verla!!
  • 20. argarito Ledesma Nota de L. de S. Entre los más brillantes escritores mexicanos del presente siglo, brilla con refulgentes luces el poeta Margarito Ledesma -humorista involuntario- como se llama a sí mismo, cuyos poemas han recorrido el mundo. El primero de sus libros -y decimos el primero, porque esperamos más de él-, lleva ya doce o trece ediciones y se cuenta que el Papa Pío XII lo tenía entre sus libros de cabecera. ` Margarito dice haber nacido en Comonfort, Guanajuato, antes Chama- cuero, que está a la vera del río de La Laja, que riega sus huertas y las inun- da, según corra pacífico o crecido y contribuye a la gran cosecha de limas que le han dado fama. Por ello dice Ledesma que Chamacuero es la "ciudad más limítrofe de Guanajuato"; por ello, también, suspira por Chamacuero y lo canta en sus versos y gusta de las limas como su fruta predilecta. Pero ¡ay! que no hay tal Margarito, ni tal Ledesma y que nuestro per- sonaje dista mucho de ser un humorista "involuntario". Humorista sí que lo es, pero voluntaria y talentosamente. En efecto: así como Cide Hamete Benengeli encondía en el Quijote el nombre de don Miguel de Cervantes Saavedra, así Margarito Ledesma encu- bre el del señor licenciado don Leobino Zavala, gran escritor, gran poeta y gran humorista, del que esperamos todavía muchos y muy sabrosos ver- sos, sí que también unas leyendas sobre San Miguel de Allende que tiene ofrecidas y que no acaba de resolverse a publicar. Para los lectores de NORTE que no conocen la obra del señor licenciado Zavala, van aquí unas cuantas poesías de Ledesma, es decir, del talentoso abo- gado guanajuatense y que, seguramente les han de gustar; para quienes ya han leído alguna cosa suya, les será grato recordar lo que aquí estampamos. Y dicho esto, leamos al poeta de Chamacuero o—. de San Miguel de Allende. 0RILLEJOS* ¿Qué como cuando hago rimas? -Unas limas ¿Qu_ é pueblo es el que más quiero? -Chamacuero. ¿Y quién murió alrededor? -Comonfort. For eso con gran sabrosor seguiré haciendo mis rimas y gustando de las limas de Chamacuero de Comonfort. ¿En dónde se hogó mi tío? -En el río. ¿Dónde tu amor te pedí? -También allí. ¿Dónde juego a la baraja? -En La Laja. Por eso, si no hace frío en días que no se trabaja, luego lloro y luego me río junto al río de La Laja. * Ya se entiende que se quiere decir "ovillejos'", , de la combinación métrica de tres versos octosi] seguidos cada uno de ellos de un pie quebrado y de redondilla cuyo último verso se compone de los tre quebrados. NORTE
  • 21. ¡AY QUE COSAS! Se han visto cosas muy duras con estas revoluciones. Estropiriós, quemazones golpizas y colgaduras. Al señor don Evaristo, mayordomo de La Palma, por poco le sacan la alma pues estaba muy mal quisto. Le rebanaron los pies con un machete filoso y hasta el cuero cabelloso querían voltiarle al revés. Las narices le achataron con las patas de un caballo y para darse más gallo; hasta un oído le picaron Le dijeron hartas cosas que no se pueden decir ... En fin, lo hicieron sufrir vergüenzas muy vergonzosas. Le jalaron las patillas, le flamiaron el asiento y para mayor aumento le metieron zancadillas. Le dieron hartos pisones en los callos de los pies, y con buñiga de res le emporcaron los calzones. Le doblaron las orejas, le arrancaron el bigote, lo hicieron correr al trote con unas pantuflas viejas. Entre todos le pegaron un montón de cachetadas, y le dieron de patadas y en el común lo aventaron. Y después de esta contienda y de tan grandes fracasos, le aventaron de balazos y se fueron de la hacienda. Por eso digo y repito que en estas revoluciones hay que andar con precaucione y tener su valorcito. EL GRAN NAPOLION Dicen que Napolión, cuando era chico, antes de andar metido en los balazos, se agarraba en la escuela a los piedrazos, pero con piedras que al momento explico. No eran piedras de tierra declarada, de las que aquí se ven en los baldíos; sino piedras de nieve manoseada que se usan por allá en tiempo de frios. Es decir, hacían bolas con el velo y todos los muchachos en unión guerreaban y se daban harto vuelo mandados por el grande Napolión, Y había descalabrados y hasta heridos, porque todos guerreaban por iguales, porque también en los Estados Unidos les cuadra, como aquí, ser generales. ¡Cómo se echa de ver desde un principio los que tienen valor y son entrones, pues se ensayaban a guerrear con rips para entrarle después a los cañones! Y desde entonces se vio muy clarito aue Napolión, el rey de las batallas, era muy de deveras hombrecito, y ni fuerza le hacia de las metrallas. ¡Oh Napolión! ¡Oh genio tan ínclito! Déjame que declare tus victorias. Ya verás que este humilde Margarit también las puede con tus grandes gi Y ojalá que también en Chamacuero naciera un Napolión de esos grandio que acabara con tanto limosnero y que corriera a tantos envidiosos. Nota de Margarito Ledesma. ;Esta sí es poi sí es bueno! Me la corrigió y me la compuso dista de Celaya; pero en todo lo demás que¿ a como yo la hice. ¡Esta si me salió bien y gusto! ¡Bendito sea Dios! 22 / NORTE
  • 22. E s p añ ol es y po rt ugu eses e n Franci a por Julio JUST Españoles y portugueses, los dos pueblos peninsulares, hicie- ron grandes, épicas cosas que es- tán inscritas en la historia. Unas veces las hicieron juntos, por ejemplo, luchando contra los ára- bes que habían invadido la penín- sula, y luchando, la última vez, en los umbrales del siglo xix contra la invasión de los ejérci- tos de Napoleón. Juntos, bajo el mando de Wellington, luchan dos veces, en la batalla de Vitoria, la última que se libra en territorio peninsular, y luego en Toulouse, frente al mariscal Soult que hizo cuanto pudo para evitar una ca- tástrofe militar, y que por cierto no perdió su tiempo en España pues se llevó consigo, en la reti- rada, un copioso y rico botín en el que figuraban muchas obras maestras de la escuela de pintura española. Portugueses y españoles hicie- ron grandes descubrimientos en Africa, en América y Asia, sur- caron todos los mares del mundo, dieron nombre, generalmente de santos y de héroes nacionales a las tierras que descubrieron, con- tinentes e islas, y que luego co- lonizaron dándoles el tesoro de una lengua, principios morales y religiosos, costumbres y conoci- mientos científicos. Hubo en Amé- rica universidades e imprentas que no había en algunas naciones de Europa. El castellano, y luego español, y el portugués, palpitan- te trasunto del gallego, eran len- guas de nautas, de capitanes de geógrafos, de médicos, de botáni- cos y diplomáticos, en el mundo entero. Pues bien, esos dos pueblos, acostumbrados a andar por el mundo, andar y mandar con aplo- mo imperial, esos dos pueblos que tanto hicieron hablar de ellos por sus grandes hazañas, son hoy dos pueblos atrasados, dos pueblos subdesarrollados, dos pueblos en- fermos a pesar de que guardan aún algunas de sus grandes cua- lidades, carácter, recio carácter; energía moral; valor en la des- gracia, valor frente al destino ad- verso, estoica apostura, iluminada por una leve sonrisa, propia del que está de vuelta de muchas co- sas, cuando se cierra el horizonte de la vida, cuando todo aparece negro. Pero esas grandes cualidades no prosperan y desarrollan cuan- do se vive en un régimen de opre- sión, cuando no hay libertad de pensar, de obrar, de criticar, de proponer, de corregir, que es lo que pasa en la España de Fran- co y en el Portugal de Oliveira Salazar. Y porque no hay nada de eso, ni hay escuelas, ni caminos que lleven a un mañana de bienestar y gusto de vivir, y hay en cambio hambre, mucha hambre. Portu- gueses y españoles emigran, se van a otras tierras. Los que ayer enseñaron y mandaron, hoy van pidiendo trabajo aquí y allá co- mo pobres peones, como hombres que no pueden ofrecer otra cosa que sus brazos. Aquí en Francia hay muchos españoles y portugueses como trabajadores, no como obreros es- pecializados, ni como capataces, ni menos como ingenieros -los que en el mundo mandan, diri- gen, administran, enseñan son suizos, franceses, belgas, ingleses, alemanes y norteamericanos-; los pobres españoles y portugueses, los que ayer fueron señores, co- mo decía antes, trabajan de lo que sea. La cuestión es comer, co- mer y dejar correr el tiempo, con la vaga esperanza de que un día, un día problemático, mejore su suerte. Los que están peor, los que vi- ven más mal y están peor consi- derados son los portugueses. Hay muchos de ellos en París. Habi- tan en hoteles malos de los subur- bios negros evocados por el lá- piz rebelde de Steilen; habitan, si eso es habitar, es decir tener habitación, habitaciones, en algu- nos fuertes de las antiguas forti- ficaciones, y en poblados de cho- zas miserables, hechas de tablas, de telas, bidones, trozos de hoja- lata y piedras imbricadas; pobla- dos que llaman "bidonvilles". En esos "bidonvilles", sin higiene, sin maestros, sin médicos, hay portugueses, argelinos y marro- quíes. Las riñas, muchas veces sangrientas, son el pan de cada día. La policía ha de intervenir con frecuencia. La vida en ese medio es un infierno. En una pa- labra, que los líricos y palabreros panegiristas de Oliveira Salazar y de Franco podrían pasar algu- nos días en medio de la miseria y sorda desesperación que reina en los "bidonvilles", de los que con frecuencia, en la crónica de sucesos, habla la prensa de modo compasivo, y a veces con un cier- to dejo de menosprecio. NORTE/23
  • 23. Entre españoles Al hacer nuestra entrada a las páginas de la revista NORTE po- dríamos ponernos sentimentales mencionando a su fundador, ese eminente hombre de letras cuya pluma enterneció corazones y pu- so en la mente de sus paisanos el paisaje y, el clima y hasta' la luz de la lejana Asturias. Don Alfonso Camín ha dejado sin du- da entre los españoles de México el gratísimo recuerdo de su pre- sencia, recuerdo que estamos se- guros será largamente recompen- sadoconlal>nalenquede Merma sellevóasuAsturiaselautor de "EntrePalmeras", Escierto,repetimos,quepo• dríamos ponernos sentimentales; pero no. El gran maestro Camín no lo consentiría. Por eso, nos li- mitamos a recordarlo con el en- trañable cariño que él merece y a decirle hola desde esta puerta por la que entramos a su propie- dad, donde hemos de sentirnos como en nuestra propia casa. Y, una vez dentro, pasaremos a hacer un resumen de los aconte- cimientos más importantes de los que nos han llegado noticias en las últimas fechas. Valga destacar a esa gran per- sonalidad de las finanzas que es la distinguida Luz María Díaz- Caneja, quien en su calidad de presidenta del Consejo de la pres- tigiada firma "Inves Mex". S. A. inauguró una sucursal de esta em- Por Antonio BARRILADO Don Sandalio Miranda, Sra. de Castillo, don Vicente Gutiérrez Bayón, Martínez Paz. presaenlaciudaddeGuadala- jara. Las nuevas instalaciones fueron bendecidas por el cardenal Garibi Rivera, en ceremonia que se vio muy concurrida por desta- cadas personalidades del Gobier- no y de las finanzas. Una gran fiesta ofrecida en el salón Belve- dere del hotel Guadalajara Hil- ton fue el broche con que quedó cerrado el acto inaugural de es- tas nuevas oficinas. Como grandes festejos hemos de mencionar también los orga- nizados por el Colegio Madrid, la Academia Maddox y la Acade- mia Hispano-Mexicana, con mo- tivo de la terminación del ciclo escolar 1967. Fueron el Club Im- perial, el Centro Gallego y el ho- tel María Isabel, respectivamente, los lugares elegidos por los men- cionados centros de estudio para Luz Moría Día-,-Coneja; Lic. luan Delgado Navarro, director de Eco- nomía del Gobierno de Jalisco; Eduardo Cola Medina, ejecutivo de "Inves Mex", S. A. celebrarsusbailesdegraduación que,comoera deesperarse,re- sultaron muy animados. En el momento de cerrar la presente edición continúa en ple- na organización de un largo ciclo de actos el Colegio de Las Viz- caínas, celebrando el segundo cen- tenario de su fundación. Un gran programa de actividades artísti- cas y culturales, como homenaje a los vascos que dieron vida a esa institución y a la obra educativa que realizaron en Iberoamérica en el siglo XVIII, se encuentra ac- tualmente en pleno desarrollo. Entre esos actos mencionaremos tres conciertos sinfónicos dirigidos por el maestro José Ives Liman- tour, otros con obras de Giacomo Facco, dos recitales del pianista Joaquín Achúcarro; conferencias, exposiciones, teatro y una cere- monia vasca. Con el lujo de detalles a que el Club España tiene acostumbra- dos a sus socios y amigos, cele- braron en sus salones el tradicio- nal banquete de confraternidad hispanoamericana, con motivo del Día de la Raza. La presencia del Cuerpo Diplomático de Ibero- américa acreditado en México pu- so una vez más de relieve la her- mandad de los pueblos de habla española. Don Vicente Gutiérrez Bayón, presidente del Club Espa- íia, pronunció las palabras de ri- gor, que fueron calurosamente aplaudidas por la numerosa con- currencia. Asimismo, recibieron aplausos y felicitaciones las seño- ritas María del Carmen Niebla Menéndez y María del Pilar Bla-
  • 24. Ala. del Carmen Niebla, madrina sa- liente del Club España y don Antonio Ariza, presidente de la Cámara Es- pañola de Comercio e Industria. nes Prieto, madrinas saliente y entrante, respectivamente, del Club España, quienes en acto pre- vio al banquete efectuaron el cambio de banderas con el que se simboliza el cese y la toma de posesión de la representación en México de la mujer española. Animadísima, como siempre, resultó la tertulia-baile llevada a cabo en los lujosos salones del Centro Gallego. También la galle- guía de México presenció el cam- bio de madrina de su centro so- cial. Se despidió cariñosamente a Aurorita Sánchez Lorenzo, quien durante un áño representó entre nosotros a la mujer gallega, a la vez que se le daba la bienvenida a Marta Caridad Carrillo, nueva madrina del Centro. Otra entidad social hispana que también organiza en estos días uqa serie de actos, para conme- morar sus veinticinco años de vi- da, es la Casa Regional Valen- ciana, presidida actualmente por don Enrique Aracil Ripoll. Entre el extenso programa de festejos no podía faltar en manera alguna la consabida paella, que en esta ocasión se sirvió como homenaje a los señores José Castelló-Tá- rrega, ex presidente de la asocia- ción, y Enrique Tineo Escamilla. Felicidades. Pero la nota que los valencia- nos destacan dentro de sus actos conmemorativos es la llegada a México del cantante-poeta Rai- mon, cuya presencia entre nos- otros consideran sus paisanos como "un acontecimiento memo- rable". Para la llegada de este artista, postergado actualmente en España por sus canciones de lu- cha, la Casa Regional Valenciana y el Orfeó Catalá preparan un recibimiento extraordinario que se iniciará en el aeropuerto y con- tinuará en el domicilio social del centro valenciano. Y entre las esperanzas de que la animada colectividad hispana cuente en el futuro con nuevos festejos y lugares de diversión, ha surgido -¡por qué no decir que ya era hora!- la decisión del Círculo Vasco Español de entrar a remover aún más el ambiente social de los paisanos. De organi- zar buenos festejos se encargarán José Luis Ocejo y Xavier de Ire- zábal, presidente y vicepresidente de la recientemente creada Comi- sión de Festejos. Ambos parecen personas de iniciativa y cori de- seos de "hacer cosas"; veremos hasta dónde llegan, por eso de "con la Junta hemos topado", fra- se acertadamente adaptada por Joaquín Menéndez Coalla, presi- dente de la Sección de Festejos del Centro Asturiano, antes de liberar la comisión que preside y demostrar que rigiéndose a sí mismo cada centro español trata- ría de superarse, único medio de conseguir el éxito dentro de la colectividad española. Por cierto que, puestos a medi- tar sobre la forma de actuar que se sigue en los centros españoles de esta gran metrópoli a la ho- ra de organizar actos culturales o artísticos, se nos ocurre pensar que viven en México decenas de ilustres españoles, científicos, li- teratos, conocedores de las bellas artes, etcétera , conocidos interna-
  • 25. cionalmente y algunos famosos ya en el ámbito nacional, pero igno- rados entre sus compatriotas. Re- cordamos sobre esto que en uno de los principales centros hispa- nos se habló de hacer venir al poeta José María Pemán, sin te- ner en cuenta que teníamos entre nosotros a León Felipe y a Pedro Garfias, tan desconocidos como aquél entre los españoles de,Mé- xico, e incomparablemente más importantes. En otros aspectos, yéndonos ya a lo que mayormente atrae al pú- blico a la hora de asistir a los fes- tejos, no podemos dejar pasar el hecho de que los centros españo- les ofrezcan la consabida variedad regional, a base de aficionados, cuando en nuestra capital viven algunos de los más grandes artis- tas españoles de la época. Guita- rristas extraordinarios, cantantes de fama, bailarines para todos los gustos, declamadores y hasta ani- madores profesionales, con los que se podría formar la variedad más envidiable hasta por el más lujoso de los centros nocturnos. Y más aún: tenemos eminentes autores de teatro, directores de cine y de televisión, actores para todos los tipos y de cualquier ca- tegoría que se exija... Pero ahí están, alejados de la masa hispa- na donde, sin saber por qué, no se les tiene en cuenta. Ah, pero eso sí: en cualquier reunión don- de se hable de España oiremos decir que la principal misión de cada grupo social es dignificar a la patria. Pues, señores, la patria se ensalza ensalzando a sus hi- jos; no basta decir que es muy bonita la campiña del norte e im- presionante Despeñaperros. Y otra cosa: al hombre de valía hay que buscarlo. Se hace cuando se contrata a alguno de los que viven en el interior de España y lo mismo debería hacerse para solicitar la presencia de los que radican en México. En cuanto a las actuaciones de algunos artis- tas eminentes, estamos seguros de que podrían lograrse con poco di- nero y, en ciertos casos, hasta gratuitamente. No olvidemos que el artista es, en general, infantil y tímido y agradece como nadie que se le preste calor fraternal y se le apoye moralmente con aplausos. Pero volvamos al relato de los últimos acontecimientos, mencio- nando el hecho de que en un cen- tro de cultura, el Ateneo Español, y en otro social, el Centro Vasco, se han efectuado recientemente elecciones de directivos, sin que en ninguno de los principales car- gos de las mencionadas juntas se hayan verificado cambios. El Ate- neo continúa bajo la presidencia del doctor don José Puche Alva- rez, ex rector de la Universidad de Valencia; como vicepresidente, el licenciado don Alfonso Ayensa y, como secretario general, el in- geniero don José Luis de la Loma. El Centro Vasco sigue presidido por don Eduardo Ahedo y conti- núa como secretario don Jacinto Lasa. El resultado, pues, de las elecciones coincide con nuestra idea de que tanto el Ateneo como el centro de la calle de Madero lograron con sus nombramientos anteriores una directiva eficaz, dentro cada una de ellas, natural- mente, de las exigencias requeri- das para lograr los mayores acier- tos en sus funciones. Los amigos de Antonio Medina Castrejón se han convencido al fin de que el joven maestro de escuela cordobés, traído a México por Santa Claus en su Nochebue- na de 1959, no es -aunque lo pa- reciera-, el prototipo del eterno solterón. Y todo porque una gua- pa chiquilla ha conseguido enlo- quecerlo y colocarlo ante un juez de paz. Después, la iglesia. Más tarde, no saben todavía los ami- gos de Medina Castrejón si la paz continuará a lo largo del tiempo que perdure el sacramento del matrimonio, que es, como todos sabemos, de por vida. Sencilla y extraordinariamente guapa se presentó María Barrila- do de la Vallina ante un grupo de amistades que esperaba su apari- ción, allfen su domicilio de La- martine, para felicitarla por el aniversario de su nacimiento. Pas- tel y animación. Regalos y la fe- liz presencia de los progenitores de la gentil festejante, don Fran- cisco Barrilado Medina y doña Carmen de la Vallina de Barrila- do. Más pastel para todos y una lágrima oculta en el corazón del matrimonio, dedicada al recuerdo del hijo que se les fue hace ape- nas diez meses. Cuando don Augusto Vizcarra Prados, administrador general del Casino Español, y su esposa doña Carmen Valero de Vizcarra regre- saron de su primer viaje a Espa- ña después de veintitantos años de mexicanos, se encontraron con un nuevo vástago en la familia: su hijo, Augusto como el padre, le presentó a su primer varoncito que, por seguir la tradición, fue bautizado con el nombre del pa- pá y del abuelo. Desde San José (Costa Rica) nos llega la noticia de que el doc- tor y catedrático de aquella Uni- versidad don Rafael Angel Uma- ña Umaña y su esposa doña Ma- ría Teresa Fernández de la Mora de Umaña han visto aumentada su felicidad conyugal, con el ad- venimiento del primero de sus descendientes. Enhorabuena. Don Francisco Barrilado Medina, Sra. Carnra, de la )'aluna de Barrilado, María Barrilado de la J'aIlina, Sra. Taoa Diez de Barrilado, Matilde Barrilado Diez y don Antonio Barrilado. NORTE/27
  • 26. WFINITAFIBRO( HAPA ECONOMI(A,INALTERABLE RESISTENTE, DE DURACION ILIMITADA. ^ I^ ;crup 1 —gil 111 Km, 14.5 Carretera México-Laredo Tels.: 69-32-17 y 69-34-06 de Sta. Clara. Santa Clara, Estado de México. 28 / NORTE
  • 27. Germán y Ninette y de algunas de las más íntimas amistades de la familia, entre quienes figura- ban la señora Tana Diez de Barri- lado con su hija Ruth Matilde,' Patricia Ibarrola y Montserrat y Mónica de Soto. Madeleine Ruló. En la residencia que el comer- ciante gallego don Germán Rañó y su esposa Elma S. de Rañó po- seen en la colonia Polanco hubo gran alegría en días pasados, con motivo de cumplirse el segundo aniversario del nacimiento de la hija menor del matrimonio. Ma- deleine, la guapa rubia festejante, estuvo rodeada de sus papás, de su abuelo el señor Diedrich See- dorf, de sus hermanos Magalí, Como nota cultural sobresalien- te, mencionaremos la interesante conferencia que fray Arturo Al- varez y Alvarez sustentó en los salones del Casino Español, sobre el tema de "Colón-Guadalupe-La Rábida" o "América nació en La Rábida y se bautizó en Gua- dalupe". Con ella, tanto el con- ferenciante como el centro social en que pronunció sus palabras brindaron su homenaje al nave- gante Cristóbal Colón, al cumplir- se un aniversario más del descu- brimiento de América. Nelia Ferrer Hernández es la guapa hija mayor de nuestro gran amigo gallego don Inocencio Fe- rrer Ovide y de la profesora Eva Hernández de Ferrer. Esta joven estudiosa, como lo demuestra el hecho de ser poseedora de los tí- tulos de profesora de Danza, de Coreografía y de Artes .Plásticas y ejercer como directora del Nelia Ferrer Hernmínidez Club de Danza de la Escuela Nor- mal Superior de México, viene hoy a nuestras páginas para reci- bir nuestro elogio y nuestra ad- miración. Y es que la guapa y tres veces profesora acaba de obtener una beca del gobierno francés pa- ra que re traslade a París, donde LA MARINA , S . A . FABRICA TEXTIL ALTA CALIDAD AL SERVICIO DE LA INDUSTRIA PESQUERA Col. Sta. Ma. Insurgentes Sándalo No. 58 México 4, D. F. Teléfonos: 47-51-89 47-51-90 47-21-55 NORTE/29
  • 28. realizará estudios durante el pe- ríodo 1967-1968 sobre Pedagogía de los idiomas. ¡Suerte, ilustre preciosa! He aquí uno de esos actos que tanto ilusionan a las damas de to- das las latitudes: exhibición de la colección de modas del famoso Pertegaz, efectuada en el Casino Español bajo el patrocinio de El Palacio de Hierro. El acto fue or- ganizado por el Comité de Damas Pro Beneficencia Española y cree- mos que en favor de la ídem. Exi- to, naturalmente, ya que estas reuniones son de las que no fa- llan, aunque continúen algunos pensando en que sólo los hombres acuden puntualmente a las citas. Felicitaciones a montones reci- bieron y siguen recibiendo don Eduardo González-Sicilia y su es- posa doña Amelia Cotter de Gon- zález-Sicilia, por eso de tener un hijo que destaca por estudioso, lo serio, lo buenhombre y todo lo que se necesita para, siendo tan joven, quedar autorizado por un tribunal estricto para poner bajo su nombre, en las tarjetas de vi- sita, la palabra "Médico". Eduar- do González-Sicilia Cotter, el nue- vo licenciado en Medicina, se ha ganado a pulso el éxito que ob- tuvo en su examen. Que los éxi- tos continúen y que las aspirinas lo ayuden a resolver problemas futuros. Por lo pronto, el joven médico ofreció una simpática fies- ta allá en La Herradura, de don- de algunos asistentes salieron con Eduardo Gonzáles-Sicilia Cotter. 30 / NORTE Antonio Día---Coneja Rod^iguez, P:,l-ificacióu R. de Díae Coneja, don An- tonio Día---Cansja, Socorro Día---Can?ja Rodrígu55Z, los cuates Lnis Angel ti' Juan Carlos y Ovvidio Rodríguez. un catarro de aúpa. Esa podría ser una buena medida para crear clientela. Y conste que no cobra- mos la sugerencia. Dos cuates en fiesta. Buen tí- tulo para una película protagoni- zada por Juan Carlos y Luis An- gel Díaz-Caneja Rodríguez. Pe- lícula emotiva y divertida a la vez, tal como se mostraron ellos el día en que acudieron a un tem- plo de Lindavista, donde tomaron por vez primera el, Pan de la Eu- caristía. Ahí todo fue emoción; pero, más tarde, la diversión sur- gió cuando el feliz papá don An- tonio Díaz-Caneja y su esposa Purina, en cuyos ojo brotaron lagrimitas de emoción al ver a sus hijos comulgando, ofrecieron un copioso desayuno a un numeroso grupo de invitados, de quienes los alegres y deportistas cuates recibieron regalos y felicitaciones. Después, los guapotes se traslada- ron a La Paz, Baja California, para pasar unas vacaciones junto a sus hermanos Antonio y Soco= rro, esa chiquilla cuyo nombre parece haber surgido de la excla- mación de sus padres al verla tan guapa. Heidi Cueto, la activa y simpá- tica jefa de Relaciones de Iberia. Líneas Aéreas de España, salió de México para asistir al IV Con- greso Mundial de Relaciones Públicas celebrado en Río de Ja- neiro. Después, la guapa funcio- naria se trasladó a otros países sudamericanos y, posteriormente, a Madrid. Gambas a la plancha en "La Gaditana", tortas con na- ta en "California" y alguna que otra "cuba-libre" en los cientos de cafeterías "tipo americano" de la capital de España, podrían ser buenos reconstituyentes para lo- grar la fuerza necesaria, a fin de soportar el agotador trabajo de un jefe de relaciones tan eficaz co- mo la señorita Cueto. También efectuó un largo viaje por el Viejo Continente el siem- pre cordial amigo y hombre de negocios don Enrique Martín Mo- reno, persona que vende automó- viles con la misma facilidad que confecciona sabrosísimas paellas o que dirige un suplemento pe- riodístico, gracias al cual sus lec- tores nos quedamos sin ver algún que otro programa de "tevé". Pero ni siquiera eso hace que don Enrique pueda presumir de crear- se antipatías entre sus amistades. Creemos que el primer premio obtenido como paellero en la Ca- sa Regional Valenciana lo habría logrado aunque no le hubiera puesto sal a la paella. Suerte que tiene. Siempre son las noticias luctuo- sas las que desearíamos no tras- mitir a nuestros lectores. Sin em- bargo, hemos de hacer notar lo muy sentido que ha sido entre los españoles de México el dece- so del eminente musicólogo Vi- cente Salas Viu, acaecido en la hermana república, de Chile, don- de ejercía como catedrático en el
  • 29. Instituto Pedagógico y como di- rector del de Investigaciones Mu- sicales. Unimos, pues, nuestras condolencias a las muchas que diariamente reciben la hermana del desaparecido, doña Emilia Sa- las,y su cuñado el gran composi- tor Rodolfo Halffter, quienes vi- ven entre nosotros. Ahí, en la esquina de Marsella y Turín, quedó inaugurado el res- taurante "Casa Mundo". Gran fiesta, .,en la que como anfitriones estuvieron el propio Raimundo Fernández -con sus Cármenes, como la morisca Granada, aunque él presuma de ser de Coyoto- y el copropietario del estableci- miento, Adolfo Sieiro. Algarabía y la promesa de éxitos, porque los dueños de "Casa Mundo" saben bien lo que hacen y cuando ofre- cen sardinas en escabeche no dan otra cosa. Ahora bien,, que a na- ch e se le ocurra pedir galo, por si acaso: es posible que le sirvan liebre. Aún nos queda alguien a quien felicitar: Juan José San Millán Casillas, quien a su nombre an- tepone las letras C.P.T., el cual asiste como delegado de México al II Congreso Cooperativo Ibe- roamericano que se inició recien- temente en Madrid. El hombre partió feliz, en compañía de sus hermanas María Guadalupe y María del Pilar, con quienes re- correrá la Madre Patria y otros países de Europa. Y felices, na- turalmente, quedaron aquí sus progenitores , don Enrique San Millán, secretario general del Ins- tituto Cultural Hispano-Mexica- no, y doña Guadalupe Casillas de San Millán. De España llegaron a nuestra metrópoli el ingeniero don Fidel García Carrancedo y su esposa María del Carmen Aja de García, después de haber pasado una tem- porada de descanso junto a sus familiares, Santander, Barcelona, Palma de Mallorca, Andorra y Madrid, son algunos de los luga- res por los que paseó su felicidad la gentil pareja. Un año más, los aragoneses ra- dicados en México que aún sien- ten honda, profundamente, la lla- mada del amor fraternal, se dieron cita en los salones del restaurante El Hórreo para, como en veces Toribio Góu Zapata, Celestino Falcó, Ang°l Roig, Mariano .losen, Juan José Vilatela 1, Francisco Lucia. anteriores, compartir una cena de hermandad recordando a sus pai- sanos deEspaña,Lareuniónse efectuó en las fechas en que Za- ragoza disfrutaba de sus tradicio- nales festejos. Y, aquí, sus hijos extendieron supensamientopara demostrar que sus corazones vi- bran continuamente en recuerdo de la patria chica. Armonía y buen humor entre los concurren- tes, en cuyo honor El Hórreo ofreció una grata selección de mú- sica hispana. 'Y cerramos nuestro resumen de hoy con una mención de honor al señor Arsenio Gutiérrez, pre- sidente de Festejos del Club Es- paña, quien ha comenzado a llevar ante los españoles que se reúnen en los salones de Insurgentes Sur a algunos de esos grandes artistas hispanos a que nos hemos refe- La bailarina Leonor Amaya, rido anteriormente. Ahí tenemos, como prueba, la presencia, ya continuada en el España, de la extraordinaria maestra Leonor Amaya. Nadie como ella podría haber conseguido ese grupo de "bailaoras", porque para enseñar se precisa eso: maestría, que es de lo que la gran Leo anda pero que muy bien surtida. Y por si eso fuera poco el señor Gutiérrez contrató en días pasados nada menos que a Antonio de Córdoba, uno de los mejores intérpretes del cante "de verdad" de dentro y de fuera de España. Lástima que no todo el público que asis- tió al banquete que precedió a la actuación de Antonio se quedó para admirarlo. Pero eso es defec- to de organización y la experien- cia es primordial en estas cosas. Otra vez será y el promotor reci- birá muchas más felicitaciones por su acierto. Y dejamos aquí el nombre de un guitarrista: Pepe Sánchez. Nombre y apellido sencillos, como sencillo es el arte que este mu- chacho demuestra, a la hora de pulsar la guitarra y entonar la buena música hispana, la misma con que en este momento nos- otros nos despedimos, diciendo: hasta el próximo NORTE. El guitarrista Pepe Sánchez.
  • 30. BALLET... ¡y lo radicalmente nuevo! por Marqués DE CORTES Una intensa composición de figuras y la creación de diversas posiciones, hacen la verdad del ballet moderno, mezcla de estética y armonía individual y de conjunto producen a través de escenarios a la "pop" desenvolvimientos estilistas y de flexibilidad increíble. "EL PARAISO PERDIDO", novísima obra de este tema, de danza más "hip" que miltónica, de fruto vanguardista, tiene como tema central la CREACION de un Adán que sale de un huevo gi- gantesco y Eva se reúne enseguida con él para sim- bolizar así, el nacimiento de la vida humana. El comentario que hace el coreógrafo de esto, es: "Po- dé el relato bíblico, nada de manzana. Sólo el hom- bre y luego el hombre y la mujer". Las cinco posiciones del ballet clásico son pocas para este paraíso, ya que los múltiples cambios a los que se somete la obra permiten que los baila- rines dejen cobrar nueva vida a ocultos contrastes de expresión en la danza. Como el momento más dramático, en que Adán tras corretear frenético en torno al escenario, se lanza de cabeza por los la- bios entreabiertos de la diosa "pop" pintada en un telón con ocho ojos que ven al público en espera de su aplauso. Lo radicalmente nuevo cabe en la descomposi- ción clásica o sea lo que sale de los principios bá- sicos, mas por esto, e]. gusto que representa para cierto público, para otro, lo hostiliza. Falta de com- prensión o de capacidad revolucionaria artística, pueda ser, pero lo cierto es que el carácter snob persiste y aceptación ha tenido, pero también des- gano del conocedor. Fotos: Life en Español.
  • 31. i Pantasilea y cl Príncipe jorobado en una escena de ambiente romántico. Lúgubre y apasionante ópera creada por dos argentinos, que tuvo gran éxito en la pasada temporada, en la capital norte- americana lllaerbale . ;^,ajnora asu cañada Julia Farnese. OPERA ARGENTINA BOMARZO 34 / NORTE
  • 32. Opera argentina B OMARZO BOMARZO, reencarnación de un duque angustiado, briosa ópera que triunfa en Washington es el resul- tado de un hombre sexualmente ambivalente. Esta lúgubre y apasionante ópe- ra fue creada por dos argentinos: el compositor Alberto Ginastera y el novelista Manuel Mojica Láinez. El público que presenció el estreno en Washington a mediados de mayo vibró de emoción al escuchar el re- lato -la vida de un duque del Re- nacimiento que duda de su virilidad y vive obsesionado por la muerte-, con un fondo musical de pasajes aleatorios, raros efectos sonoros y un coro que realza algunas frases dramáticas o melódicas. "Bomarzo combina escenas eróti- cas y música vanguardista". "Mis pechos desnudos son como perlas", canta Pantasilea, y el príncipe joro- bado se deja abrazar y besar por la linda meretriz florentina; pero huye frustrado al ver su grotesca silueta en varios espejos. Así culmina una de las escenas más angustiosas de Bomarzo. Uno de sus raros pasajes es cuan- do se encuentra junto a un inmenso atril, el astrólogo Silvio de Narni, quien auguró a Pier Francesco que sería Duque de Bomarzo, le ofre- ce un filtro de inmortalidad: "la fórmula del ignoto, el triunfo sobre lo eterno". Maerbale enamora a su cuñada Julia Farnese y Pier Francesco man- da matarlo. Incapaz de poseer a Julia, Bomarzo besa al Minotauro: "¿En qué otra carne podrían hallar refugio mis labios?". Frente a la boca del infierno una de las monstruosas esculturas que había esculpido Bomarzo exclama: "¡Osos de Orsini, no me dejéis par- tir! Porque yo soy la sangre de es- tas rocas amadas...". "¿En dónde sino aquí podría ser inmortal... in- mortal?". Y expira víctima de un veneno que tomó creyendo que era el filtro de la inmortalidad. El momento en que el astrólogo le ofrece un filtro de inmortalidad. por Leonor VENTURA El director de la orquesta Jutiucs Endel admira a la soprano Joanna Simon, cn un c.,ctel . Embajada Argentina. NORTE/35
  • 33. Quicn detcuta las llares del Pcñúri, detenta las llaves del ILlediterráraeo. Sis guardián es sir Gerard TT'. Eatlil>ur^^, ^^ieja pa re caidista, Héroe de Norz'ik y de ilroItato.
  • 34. versión de Diego LEON Estamos en Medina del Campo, a prin- cipios del año de 1504. La reina Isabel la Católica, que acaba de reconquistar a España del poder de los moros, en unión (le su esposo don Fernando de Yragón, ve con -alegría que el sol, que por muchos años no se pondría en los do- NORTE/37
  • 35. minios españoles, acaba de alzar- se con el descubrimiento del Nue- vo Mundo a cuya empresa con- tribuyó la soberana empeñando sus joyas para ayudar a Cristóbal Colón, según cuenta la leyenda. La reina pensó que iba a morir pronto y aunque gozando de com- pleta lucidez, dictó su testamento y última voluntad. Su memoria infalible la hizo recordar muchas cosas y muchos detalles y así, minuciosamente, proveyó todo lo necesario a los diversos Estados que dependían de su corona. Y entre lo que dijo, se encuentran estas líneas proféticas: "Que la Corona y el Patrimo- nio conserven siempre la villa de Gibraltar y todo lo que le perte- nece y que no la cedan, ni la empeñen, ni cedan una sola pul- gada de su territorio". Algunos días más tarde, el 12 de octubre -día de la Fiesta de la Hispani- dad-, Isabel la Católica firmó su testamento con su puño y letra: "Yo la Reina" en presencia del notario Gaspar de Gricio y con el testimonio de los obispos de Cór- doba, Calahorra y Ciudad Real, de los doctores Oropeza y Fernán- dez de Lugo y del licenciado Zapata, todos miembros del Real Consejo. El 26 de noviembre del mismo año, falleció la más gloriosa so- berana que España haya conocido jamás. Durante dos siglos -hasta la fatídica fecha del 4 de agosto de 1704-, se cumplió con la volun- tad de la reina; pero ese día, día Sir Jolit} 1, ea, sr bate f rc 88 / NORTE que los españoles consideran co- mo una humillación nacional, el capitán inglés Hicks, bajo las ór- denes del almirante Rooke, izó el pabellón inglés en Gibraltar. Y allí está ondeando todavía. ¿Qué había pasado? Aquí se hace necesario volver un poco hacia el pasado? El año de 1700, el último rey español de la dinastía austriaca, Carlos II, "El Hechizado", sintió que la muerte estaba próxima. No tenía descendientes y vivía en una época en que los monarcas podían disponer de sus reinos a su placer y talante y dejarlos por testamento a quien les vinie- ra en gana. La herencia de que iba a disponer "El Hechizado" era por demás importante: España y América. De acuerdo con el Papa, con el Sacro Colegio de Cardenales y con el Consejo de Estado, hizo su testamento el 3 de octubre de 1700, cuatro semanas antes de su muerte y legó su reino al joven duque de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y en su defecto, sucesivamente al duque de Be- rry, al archiduque Carlos de Austria y, por último, al duque de Saboya. Luis XIV aceptó encantado de ver a su nieto rey de España. In- glaterra le hizo la guerra para sostener los derechos de Carlos de Austria, quien partió de Lisboa a bordo de un navío de la es- cuadra británica. Tal escuadra no tuvo más que cumplir con las órdenes que se le habían dado y ie a Gibraltar en 1704. el almirante Rooke, que era el comandante de la flota, se pre- sentó primero ante Barcelona y después ante algunos puertos de Andalucía, sin haber obtenido ningún éxito en su empresa. Dán- dose cuenta de que Gibraltar es- taba prácticamente sin defensa alguna, ya que la guarnición del fuerte se componía solamente de 150 hombres y de que sus habi- tantes no pasaban de 1,800, deci- dió atacarla. El gobernador español, don Die- go Salinas, reunió y equipó rápi- damente a trescientos soldados improvisados, en tanto que el ar- chiduque Carlos, pretendiente a la corona de España, intimó a Gibraltar a reconocerle como su soberano. El Concejo de la Villa recha- zó tales pretensiones y reafirmó, valerosamente, su adhesión al rey Felipe V, "su natural amo y se- ñor" y declaró "que todos sus habitantes estaban prestos a sa- crificar su vida en la defensa de su causa". Después de dos días de ansiedad, el 4 de agosto de 1704 por la mañana, se inició un bombardeo ininterrumpido contra Gibraltar. En seis horas cayeron unas 30,000 granadas sobre la po- blación. Los marinos ingleses se lanzaron al asalto desembarcando de sus navíos, en tanto que el comandante español del fuerte Leandro, volaba junto con la for- taleza que hizo saltar y causaba la muerte de doscientos asaltan- tes. El gobierno español, de acuerdo con el Concejo de la Villa, man- dó izar la bandera blanca y en estos momentos comenzó entre los asaltantes una pelea por las ban- deras. El príncipe Georges Landgrave de Hesse, que comandaba las unidades alemanas y holandesas, que juntas con las británicas par- ticipaban en el asalto, hizo des- plegar el estandarte imperial de los Habsburgo y proclamó al ar- chiduque Carlos amo de Gibral- tar, bajo el nombre de Carlos III, Por su parte, el almirante Rooke, bajo su propia responsabilidad, mandó izar el pabellón inglés y tomó posesión de Gibraltar en nombre, de la reina Ana de Ingla- terra. Durante esta querella, los ha- bitantes de Gibraltar escribieron una página gloriosa en la historia ele su ciudad, a la que han per-
  • 36. manecido fieles al correr de los años. Antes del 4 de agosto de 1704, la villa de Gibraltar era una po- blación española como las otras. Su municipalidad estaba goberna- da por tres regidores que repre- sentaban a ciertos habitantes que desde 1309 eran amos absolutos tanto de la villa como de los te- rritorios vecinos, a saber: Campo Llano de Gibraltar, la Línea de la Concepción, Algeciras, San Ro- que, Los Barrios y Tarifa. Después de la ocupación de la ciudad, el gobernador Georges Landgrave de Hesse, estableció una guarnición de seis batallo- nes cuyos miembros se dedicaron al pillaje, cometieron toda suer- te de desórdenes, profanaron to- das las iglesias y entraron a sa- co en todas las casas y fue a consecuencia de ello que los habitantes de la ciudad, siempre fieles al rey de España , le diri- gieron una carta llena de agravios y abandonaron Gibraltar el 6 de agosto. El Concejo Municipal a la ca- beza y bajo mazas, con la bande- ra española, sus insignias, los archivos parroquiales , que data- ban de 1,500 años atrás y la carta de Fernando e Isabel que un frai- le español había salvado del pi- llaje, inició la evacuación. Entre la columna de los que abandonaron Gibraltar, se en- contraba don Bartolomé Luis Va- rela, uno de los Regidores de la ciudad. Al llegar a las ruinas de Carteya y contemplando la roca que había abandonado juntamen- te con los suyos , grabó con su daga sobre una piedra estas pala- bras: "Aquí lloré a Gibraltar. 8-704. Varela". Los habitantes se dispersaron en los alrededores y en los po- blados costaneros; pero el núcleo más importante de exiliados se instaló en San Roque y "desde entonces y para siempre", mien- tras no se reconquiste Gibraltar, hace dos siglos y medio, que los acros públicos se intitulan siem- pre: "En la ciudad de San Roque, donde reside la muy noble y muy leal Villa de Gibraltar...". Nueve años más tarde, el Tra- tado de Utrecht fijará el desti- no de Gibraltar. Bastarán para demostrarlo aquí, algunas líneas que es indispensa- ble reproducir porque, después de 254 años, el conflicto de principio que enfrenta a España con Ingla- terra, reposa sobre ese texto. He aquí lo que decidió el ar- tículo 10 del Tratado del 19 de julio de 1713, firmado en Utrecht entre España e Inglaterra: El rey de España, Felipe V "ac- tuando por sí mismo y por sus sucesores, cede a la Gran Bretaña la propiedad plena y entera de la villa y del Castillo de Gibraltar, así como el puerto, las fortifica- ciones y los fuertes que le perte- necen y renuncia a la dicha pro- piedad y a todos los derechos ne- cesarios para siempre jamas y sin restricción alguna; pero para que sean evitados todos los abusos y fraudes por la importación de mercancías, el Rey Católico de- cide y entiende que será conve- nido que la dicha propiedad será cedida a la Gran Bretaña sin com- petencia territorial alguna y sin comunicación abierta por la vía terrestre con el país circunveci- no. Está previsto que no habrá co- mercio entre la plaza de Gibral- tar y España, salvo la compra de aprovisionamientos del fuerte y los navíos, contra plata contante. Se decide que los súbditos de las naciones en guerra contra España, no puedan permanecer en el puer- to y que los católicos que vivan en Gibraltar puedan practicar li- bremente su religión. y que si al- gún día Inglaterra quisiera ven- der, donar o arrendar la propie- dad de la plaza, España tendrá la preferencia para volver a po- sesionarse de ella. El texto parece claro: cesión a Inglaterra de la ciudad, del cas- tillo, de las defensas y del puer- to, es decir: toda la parte rodea- da por las murallas. Por lo demás, la cesión de la base militar, no daba a Inglate- rra el derecho de instalar sus tri- bunales; en cuanto a las aguas te- rritoriales del Peñón, quedaban bajo la jurisdicción española. Pero entre el texto de un tratado y su aplicación, hay mucho que de- cir y el caso de Gibraltar es un curioso ejemplo. No tratamos de exponer aquí toda la historia de la ciudadela bajo el plan diplomático o el pun- to de vista de la ocupación de Gibraltar por Inglaterra como medio de presión, ni tampoco so- bre el plan militar. Jamás Espa- ña ha renunciado a Gibraltar, e Inglaterra, a pesar de una carta del rey Jorge I, prometiéndole su restitución a España, no ha pen- sado jamás en abandonar esa po- sesión clave. Durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos, Francia y España ataca- ron la ciudadela en julio de 1779. Se lanzaron en un solo día 4,500 granadas; pero fueron totalmente ineficaces contra los casamatas emplazados en las rocas. En 1782 se imaginó un disposi- tivo de baterías flotantes dota- das con 400 piezas de grueso ca- libre y 50,000 soldados y marinos para poder atacar la Roca. Con sólo 7,000 hombres, el gobernador inglés sir Eliot resistió a la flota francoespañola que tuvo que re- tirarse. El famoso Peiti6n, en una -.,ista de la él ca ronuintica. NORTE / 39
  • 37. La población de Gibraltar, que ha sido objeto en nuestros días de discusiones apasionadas en las Naciones Unidas, fue renovada completamente en el curso de los siglos, ya que en 1804, en el mes de agosto, de cerca de 6,000 ci- viles que la habitaban entonces, 5,000 murieron de diversas epi- demias durante los años 1813, 1814 y 1828, a tal punto que por las defunciones y las evacuacio- nes en tiempos de guerra, para- dójicamente los 18,000 residentes gibraltareños (de los cuales casi 5,000 son súbditos británicos) la mayoría son españoles. Esto per- mitió decir al representante de España en las Naciones Unidas el 24 de septiembre de 1964 que "si un día el Tratado de Utrecht fuera abolido, parecería que los únicos titulares de derecho sobre el territorio de Gibraltar serían, precisamente, los habitantes de San Roque". La trapacería comienza des- pués de la firma del Tratado de Utrecht que no había donado a Inglaterra más que la propiedad de la villa, del castillo y del puer- to de Gibraltar, hasta el interior de sus muros, sin ninguna juris- dicción territorial. La famosa "Ro- ca" no estaba cedida a Inglaterra. Inglaterra ejerce sobre la plaza de Gibraltar, "no solamente los derechos de ocupante propietaria" (únicos que le fueron acordados lS l / ba ( a( s iit(Í71UUOS a..,,.... ;• tti-t di, 1,1s pacas calles (;ibraltar. 40 / NORTE por el Tratado de Utrecht), sino los de potencia soberana, que ha instalado su administración, sus tribunales y se. ha apoderado de la totalidad de la Roca. En 1727 los británicos tomaron posesión hacia la Línea, de dos torres for- tificadas. Esto, evidentemente, es una trapacería. Durante las guerras contra Na- poleón, los ingleses construyeron una línea defensiva avanzada ha- cia el Istmo, hasta la Torre del Diablo, obligando a los españoles, entonces sus aliados, á desmante- lar sus propias líneas de fortifi- caciones. En 1814, el general español Alos, viendo el peligro que ame- nazaba por parte de los franceses que estaban abandonando Espa- ña, emprendió la reconstrucción de la línea de fortificaciones y re- cibió un verdadero ultimátum de parte del gobernador británico tan preciso como amenazante que de- cía: "Suspenda inmediatamente los trabajos. Si no lo hace así, ti- raré un cañonazo. Si ello no es bastante, tiraré otro y si persiste, lo bombardearé". Un año más tarde, una epide- mia de peste se extendió por Gi- braltar y para aislar a los conta- giosos, los ingleses establecieron hospitales en el istmo y allí ente- rraron sus muertos. Una vez do- minada la epidemia , conservaron la zona de que se habían apode- rado. . . provisionalmente. Ade- más, pretendían que el resto del istmo debería considerarse como zona neutral, lo que les permitía disponer de terreno para que sus tropas hicieran ejercicios. Y des- pués, como los obuses, podían lan- zarse las balas a mayor distancia que los cañones en 1704, Inglate- rra propuso durante la guerra entre Cuba y España en 1898 y cuando la guerra entre España y los Estados Unidos, proteger los puertos españoles a condición de que España no fortificara ni em- plazara artillería en Sierra Car- bonera. Después de los cañones, se ha- ce la guerra con aviones, para los que hacen falta aeródromos y así, los inglsees instalaron pistas a través del istmo, prolongándolas hasta la bahía de Algeciras a tal punto de penetrar en aguas es- pañolas. La importancia de Gibraltar, llave del Mediterráneo, es tal, que en septiembre de 1940, después de haber renunciado Hitler a in- vadir Inglaterra, preparó el ata- que sobre Gibraltar partiendo de territorio español. Hitler pensaba así neutralizar a Malta y hacer del Mediterráneo un mar interior sometido al control alemán. El plan "Félix" preveía también el envío de paracaidistas y de za- padores desde suelo de España para someter la Roca. En Besan- són, soldados alpinistas alemanes hacían ejercicios de escalada de la ciudadela, cuyas estribaciones abruptas se parecen un poco a las de Gibraltar. Pero el plan falló a raíz del en- cuentro famoso entre Hitler y Franco, en Hendaya en octubre de 1940. España se declaró neu- tral y a partir de diciembre de ese año, Hitler decidió diferir la operación "Félix". Y se salvó el Gibraltar inglés, en donde, febrilmente , se empren- dieron frenéticas obras de fortifi- cación. Una gran parte de la Roca fue cruzada por largas galerías en las que se instaló un mundo irreal con casas, tiendas, hospita- les y grandes aprovisionamientos de agua, de abastecimientos y municiones, así como de vehícu- los de todas clases. Con 1.750,000 toneladas de pie- dra removidas de la Roca, se cons- truyó el aeródromo en los terre- nos ganados al mar. Del lado de España, hacia la Línea, grandes zanjas transformaron Gibraltar en una isla, unida al continente por un solo punto minado. Gibraltar, durante los días de la segunda guerra mundial sufrió unos cincuenta bombardeos y al- gunos buques fueron hundidos por los audaces marinos italianos; pero la fortaleza desempeñó su papel a maravilla. En 1942 Hitler pensó de nuevo en atacar Gibral- tar, de acuerdo con un nuevo plan llamado "Gisela", pero re- nunció por no contar con la co- laboración española. Las campa- ñas de Egipto, los desembarcos aliados en Africa del Norte, Tú- nez y, en fin, en Francia, se faci- litaron considerablemente gracias a la base inglesa del Peñón, que fue, igualmente, la piedra sepul- eral de los submarinos alemanes al finalizar la guerra. Once se hallaban todavía en el Mediteráneo ; cuatro estaban en Tolón, tres se hundieron por man- dato de sus comandantes y tres fueron destruidos en Salamina. El último sucumbió heroicamente en
  • 38. Nada falta en el pequeño mundo de la rocosa fortaleza A la derecha: Problema vital: el agua. So- bre los flancos de la montaña, se reciben 65 millones de litros. A la izquierda: La hora del baño en Catalina Bay. Abajo, en primer término: Rose Marie Viñals, Miss Gibraltar, con uno de los 36 changos del Peñón. Al centro, Auxiliares femeninos de volibol y en tercer término, la gruta de San Miguel, en donde se baila hoy día.
  • 39. t%na leyenda dice que los ingleses se Irún de Gibraltar, cuando muera el , ltinio de los nionos que allí viven; por lo tanto, las autoridades británi- cas del reirán, los cuidan y renuevan la e.i istencia de los simios. un ataque desesperado contra un convoy de los aliados. El Peñón es uno de los más cu- riosos lugares que existen en el mundo. Todo allí es un problema cuya solución parece insoluble. La población fija es de 22,000 habitantes. -Solamente 863 son oriundos y 131 refugiados-. Los permisos para la residencia de éstos se otorgan con una rigurosa minuciosidad, a tal punto que to- da mujer extranjera que dé a luz en Gibraltar, será expulsada inmediatamente. Hay, además, 10,000 personas que van a traba- jar y que viven en los lugares ve- cinos a donde tienen que volver al ponerse el sol, para regresar al día siguiente. El problema del agua es vital y se han establecido numerosas reservas que se llenan con la pro- veniente de los pozos que se han excavado en puntos situados en la frontera española. Para ayudar a resolver la escasez de este ele- mento indispensable para la vida, se ha construido una destilería del agua del mar; sin embargo, el agua alcanza altos precios. Los problemas de alimentación, por lo que toca al gas y a la elec- tricidad, han conducido a solu- ciones originales. El gas es ex- traído del carbón que llega de Inglaterra; la electricidad se pro- duce por medio de motores diésel, alimentados por petróleo prove- 42 / NORTE mente de Venezuela. La cuestión de los alojamientos presenta muchas dificultades, da- do lo abrupto del Peñón y de lo menguado del terreno de que se dispone y ha habido necesidad de utilizar procedimientos de los más audaces y modernos en ar- quitectura. Poco a poco, Gibraltar, una vez resueltos sus problemas de avi- tuallamiento, gas y electricidad, va viviendo; pero en calidad de fortaleza sitiada y constituye una curiosa entidad cuya situación ha evolucionado bruscamente en los últimos tiempos desde que Espa- ña e Inglaterra han discutido en el foro de las Naciones Unidas y han reabierto el proceso que es- taba prácticamente cerrado, des- de los tiempos de Luis XIV, aun- que España jamás ha dejado de MAS TROPAS BRITÁNICAS PARA GIBRALTAR Uno de los principales perió- oicos de Londres, publicó a mz- diados de septiembre, esta noticia: "La Gran Bretaña va a incre- mentar la fuerza de la guarni- ción de Gibraltar a finales del presente mes. Dos compañías de los Fusileros Reales, más destacamentos del Cuerpo Real de Ingenieros y del Cuerpo Real de Señales, serán envia- dos allá entre el 25 y el 28 de septiembre. Los refuerzos lle- gan a 400 hombres y harán que la guarnición actual suba a 1,000 efectivos. "Estos hombres reforzarán al Regimiento de Fusileros de Worcestershire, que pronto será relevado por los Rifleros Reales de Ulster. Una compañía del Regimiento de Worcestershire está actualmente de guarnición en Tobruk. 'El Ministerio de la Defensa dijo que los refuerzos estarán en Gibraltar por algún tiempo. En realidad, se trata de otra maniobra en la disputa con Es- paña sobre el dominio del Pe- ñón, lo que ha hecho tomar la decisión de aumentar la guar- nición permanente allí. "Los Fusileros Reales de Wor- cestershire estarán en Gibraltar por espacio de seis meses. Su! familias y una compañía se que- darán en Watchet, Somerset, ya que en Gibraltar no se cuenta con los alojamientos apropia- dos." afirmar sus derechos y señalado los abusos cometidos por Inglate- rra, que se ha cansado de violar el artículo 10 del famoso Tratado de Utrecht. España sostiene que no puede estar de acuerdo con la autode- terminación de los pobladores de Gibraltar, ya que se trata de una población "prefabricada". Por otra parte, el tantas veces mencionado Tratado de Utrecht no permite a Inglaterra disponer de sus dere- chos sobre Gibraltar sino en fa- vor de España, que tiene prio- ridad. Por otra parte, Gran Bretaña afirma que los 17,985 gibraltare- ños tienen derecho a disponer de sí mismos, derecho que está dis- puesta a sostener por todos los medios posibles. El gobierno in- glés ha declarado igualmente que la autodeterminación anulará el Tratado de Utrecht. ¿Qué tendrá reservado el por- venir a Gibraltar? Nadie lo sabe y sólo el tiempo podrá decir la última palabra. EL REFERENDUM La prensa mundial no le conce- dió gran importancia al referén- dum amañado por Inglaterra y efectuado el domingo 10 de sep- tiembre pasado. Ya se sabía y lo sabía hasta le último mono de Gi- braltar que el resultado tendría que ser favorable a la Gran Bre- taña. Es como si a usted o a mí nos preguntaran si queríamos se- guir viviendo en nuestra casa o preferíamos vivir en la del vecino y sujetos a su mando. El resul- tado fue el que los ingleses es- peraban 95 por ciento en pro por cinco en contra. Los periódicos ingleses, claro es que se pronunciaron en favor de sus compatriotas. Para Espa- ña, el referéndum no tiene ningún valor y se atiene a la resolución de las Naciones Unidas del 20 de diciembre de 1966, que decidió que la suerte de Gibraltar debe resolverse por negociaciones di- rectas entre los gobiernos ingle- ses y español. Mientras tanto Harold Wilson Primer Ministro de la Gran Bre- taña, ha dicho: "Gibraltar es in- glés y lo seguirá siendo". Todo el mundo sabe del lado de quién está la justicia y ésta, pese al tezón, a la terquedad y a los amaños de los ingleses, ten- drá que imponerse. ¿Cómo? ¿Cuándo? El tiempo habrá de decirlo. 1
  • 40. EL GRECO por Ana PALLUCCHINI omínicos Theotocópulos (o Theotocópuli, en la forma que el mismo artista adoptó en Italia), quien desde su estableci- miento en Toledo fue conocido, so- bre todo, por el apelativo de El Greco (grafía mixta de italiano y español), aunque todavía hoy ro- deado de una aureola mítica; bien por los hechos de su vida, bien por el mundo singular de imáge- nes de que fue creador, no es ya una ;figura tan legendaria como pareció serlo a los redescu- bridores modernos de su genio, artistas y literatos que anticipa- ron la paciente revisión de su arte hecha por la crítica En la actuali- dad, gracias a las investigaciones de estudiosos de diversos países, podemos contar con algunos datos seguros sobre su vida, que vienen a complementar las escasas fuen- tes de la época del pintor. Es se- guro su nacimiento en 1541, en la isla de Creta, dominio veneciano desde el siglo xiii; segura es, asi- mnismo, su presencia en Venecia, en la escuela de Ticiano, antes de 1570. Sus relaciones en dicha ciu- dad fueron acaso fáciles porque su hermano Manussio, quien des- pués se reunió con él en Toledo (donde murió en 1604), era ins- pector de aduanas de la Serení- sima República en Candía. Hasta 1562 no se descubrió (Mertzios) un documento por el que sabemos que el 6 de junio de 1566, "Mais- tro Ménegos Theotocópulos ayo ,+pa^pos (pintor)" firmó un acta como testigo en Candia. Este do- cumento, aunque no excluye la posibilidad de anteriores viajes a Venecia, refuerza la hipótesis de una formación en el ambiente artístico cretense, que en aquella época no era tan atrasado como se creyó alguna vez, sino que, por el contrario, constituía el punto de encuentro de motivos y fór- mulas iconográficas occidentales (grabados de carácter "manieris- ta") con el estilo fundamental bi- zantino; en consecuencia, parece verosímil la partida definitiva del Greco para Venecia, ya hábil pin- tor de tipo "madonero", después del 1566, año de la muerte de su padre, y, por tanto, la identi- ficación de Theotocópulos con ese "Greco de mucha valía, discípulo mío", que Ticiano señalaba, en el 1567, a Felipe II; en fin, resulta normal un discipulado de dos o tres años con Ticiano, antes de la, partida para Roma en el 1570, do- cumentado por la carta de Julio Clovio, pintor miniaturista, que estaba, en Roma, al servicio del Cardenal Grímani, y que reco- mendó al Cardenal Farnesio "al joven candiota discípulo de Ti- ciano" como pintor excelente. El período romano del Greco, que no debió durar mucho, a juzgar por el intenso retorno al estilo vene- ciano de sus últimas obras ita- lianas, está ilustrado por el relato del médico Julio Mancini ( escrito entre 1614 y 1630). Faltan docu- mentos del período veneciano, en- tre otras razones por el hecho de que, como católico que era, El Greco no entró en la floreciente comunidad griega ortodoxa de Ve- necia, que llevaba registros de sus feligreses, pero el análisis estilís- tico de sus obras de entonces NORTE / 43
  • 41. aboga por una vuelta a la Ciudad de la Laguna, donde debió per- manecer hasta 1576, partiendo de allí en ese año, acaso para esca- par a la peste que ocasionó la muerte de Ticiano, para trasla- darse a España. Se puede pensar, razonablemente, que se sintiera atraído a la península ibérica por la esperanza de trabajar en la de- coración del Escorial, comenzado poco antes, o por la amistad que lo ligaba a algunos altos prelados españoles residentes en Roma y amigos del bibliotecario del los Farnesio, Fulvio Orsini, concreta- mente don Pedro Chacón y don Luis de Castilla, quien fue des- pués ejecutor testamentario del pintor, en 1614, y cuyo hermano, don Diego se ocupaba de la cons- trucción de la iglesia toledana de Santo Domingo el Antiguo. Con toda seguridad, en 1577, El Greco se encontraba en Toledo, donde había una notable colecti- vidad griega, y recibió en esa ciudad importantes encargos, co- mo el conjunto de obras para Santo Domingo el Antiguo y el Expolio de la Catedral. En Toledo se desarrollarán desde entonces su vida y su actividad, aunque recibía encargos de otras regio- nes de España y de la Corte, (por ejemplo el San Mauricio del Es- corial, en 1580). En este período documentos seguros se refieren a algunas importantes (1586: El en- tierro del Conde de Orgaz; 1596: obras para el colegio de Doña Ma- ría de Aragón en Madrid; el 1603/5: decoración de la iglesia de Illescas, etc.). Pero pocas, confu- sas y a menudo contradictorias siguen siendo las noticias sobre su vida privada: se ignora por qué no se casó con doña Jerónima de las Cuevas, amada y fiel compa- ñera de su vida, de la que tuvo a su hijo Jorge Manuel (como re- sulta del testamento del pintor y también de una declaración de sus sobrinas María y Claudia); y no se puede definir con seguri- dad si su situación económica era desahogada o no, es decir, si su producción copiosa y en serie es- taba determinada, más o menos, por las necesidades materiales, por la técnica tradicional de los talleres bizantinos o por las po- bres compensaciones que recibía (están documentados largos pro- cesos con algunos clientes). Indu- dablemente, tenía una vasta resi- dencia en el noble y venido a me- nos palacio del Marqués de Vi- llena, que le servía también de ta- ller, y en el que trabajaban con El Greco su hijo Jorge Manuel y numerosos ayudantes; el mobi- liario no era ni muy abundante ni muy rico, pero había en la casa muchas telas grandes de alto costo y un copioso repertorio, en lienzos de formato pequeño, de todas las creaciones del pintor, evidente- mente útil como modelo para po- sibles réplicas (Pacheco). Allí murió El Greco el 7 de abril de 1614, y su cuerpo fue depositado en el sepulcro que había compra- do en Santo Domingo el Antiguo. La huella de sus restos, traslada- dos por su hijo (1619) al conven- to de San Torcuato, se perdió en época imprecisa. Retrato de Fray Hortensio Paravicino. Boston, Musco de Bellas Artes. El sensible poeta y gran orador barroco, Hortensio Paravicino y Arteaga, amigo y admirador del Greco, está retratado mientras se apoya en el respaldo del sillón; ha interrumpido la considta del svolumen y marca la página con la mano, cn una actitud llena de natu- ralidad.
  • 42. "Su genio excepcional lo admirarán, no lo imitarán las edades futuras"', por Fray Hortensio PARAVICINO xaminando los datos biográ- ficos del Greco, se observa que el período veneciano del gran artis- ta es el menos documentado de su vida, pero es, precisamente, este período el que más contó en su formación pictórica. El examen de algunas obras fundamentales podrá ilustrar la singular aventura de este bizantino, que llega a Ve- necia con el ansia de conocer di- rectamente un mundo de formas entrevisto a través de las pálidas transcripciones grabadas que pu- do ver en su nativa Creta; com- pleta en Roma su iniciación en el mundo europeo occidental, ad- quiere conciencia de los ideales del mismo y capacidad técnica para representarlos; con ese ba- gaje abandona Italia para ence- rrarse en un ambiente pictórico triste y neutro, pero espiritual- mente rico y profundo, y allí rea- lizar una concepción particular suya, en la que su repulsa del na- turalismo renacentista se va col- mando, poco a poco, de ances- trales recuerdos y de visiones de gran espiritualidad. Es necesario relacionar al Greco con la prác- tica artesanal de los talleres bi- zantinos; evidente es la analogía de técnica y temática, más bien estandarizadas, por las que el ini- cial Greco "madonero" se conver- tirá después en España en El Gre- co "cristero". Pero, mientras un gran número de artesanos, entre Creta y Venecia, desarrolla dili- gentemente un trabajo análogo, aplicando a menudo las dos técni- cas, veneciana y bizantina, El Gre- co, con su altísima genialidad y su potencia poética infunde nue- vo vigor a las fórmulas. Si la crítica está trabajando to- davía para separar las primeras obras de influencia bizantina del Greco, de otros productos simila- res, hay un grupo, no menos esti- lísticamente compacto, de obras italianas del artista, que no se puede discutir; en algunas de es- tas obras existe, incluso, la firma "mano de Domenico"; de otras, está documentada la procedencia del fondo Farnesio y de la colec- ción de Fulvio Orsini. Citemos las principales: polípti co de 6 partes, Módena, Galería Estense (firma- do) ; Adoración de los pastores, identificada por un grabado de Cornelio Cort de 1567, Frederiks- sund, Museo Willumsen; Adora- ción de los pastores, Kettering, colección del Duque de Buccleuch. Vista del monte Sinaí, que estu- vo en Budapest, colección Hatva- ny (procedente de la colección Orsi.ni) ; Retrato de Julio Clovio, Nápoles, Museo de Capodimonte (procedente de la colección Orsi- ni, firmado) ; Piedad, N u e v a York, Sociedad Hispánica (el "modelo" preparatorio, sobre ta- bla, firmado, está en Filadelfia, Museo de Arte); Anunciación, Florencia, colección Contini-Bo- nacossi; Purificación del Templo, Minneápolis, Instituto de Arte; San Francisco recibiendo los es- tigmas_, Ginebra, colección A. Zu- loaga (firmado) ; Curación del ciego, Parma, Museo (procedente de la colección Farnesio (firma- do) ; El soplón, Nápoles, Museo de Capodimonte (procedente de la misma) y otra versión, firma- da, de la colección Payson, de Nueva York. El grupo es estilísti- camente compacto, pero se percibe muy claramente la evolución en los tres períodos sucesivos: pri- mer período veneciano, período romano, segundo período vene- ciano. El Greco, pues, con toda versimili.tud, se establece en Ve- necia y entra, a los veinticinco años, en el taller de Ticiano, ya habituado en los talleres de los pintores de íconos a un automa- tismo técnico y temático, pero adiestrado y dispuesto a nuevas experiencias por el conocimiento de las estampas del siglo xvi (Ca- raglio, Cort, Sadeler), que habían difundido por todas partes el co- nocimiento de productos "manie- ristas" (sobre todo el Parmesano, el Schiavone, etc.). Precisamente el trazo agitado y la temática compleja de estas últimas obras ayudaron al Greco a diluir y re- novar la reserva de su originaria formación bizantina. Lo que pudo conservar incólume de ésta -dán- dole vigor, además, por el contac- to con el arte veneciano-, es la intuición de la fuerza expresiva del color. Cuando El Greco lle- gó a Venecia la pintura veneciana estaba en la cima de su espléndida madurez: Ticiano, el Tintoretto, el Veronés y Bassano habían ador- nado las iglesias con espléndidas telas y habían vestido los pala- cios con frescos deslumbrantes; además, en la iglesia de San Marcos lucían rutilantes mosai- cos. El. tríptico de la Galería Es- tense, de Módena, procedente de la colección trevisana de los Obiz- zi (descubierto y comentado por R. Pallucchini), es la obra maes- tra de este período inicial. Los problemas del momento se refie- ren a las variadas influencias que los grandes maestros venecianos ejercieron sobre él: indudable- mente, la enseñanza de Ticiano sigue siendo la fundamental, tan- to en la concepción colorista, tendiente a una compleja alquimia que se mantendrá admirablemen- te a través de toda su poética, como en su sensibilidad paisaj ís- tica, que volverá a florecer en las obras toledanas, o en la pe- netración sicológica de sus retra- tos; quizá también el último Ve- ronés, patético y cromáticamente refinado, puede haberle hecho meditar, y las analogías con Bas- sano son innegables, hasta tal punto, que han dado lugar a mu- chas confusiones, llegando a ha- cer suponer una auténtica depen- dencia; pero, dada la tardía cro- nología de Bassano y el remoto NORTE / 45
  • 43. "Su peculiar estilo nunca podrá ser imitado", centro de su actividad, son muy explicables como un paralelismo derivado de las comunes fuentes "manieristas", del juego de in- fluencias de los maestros activos en la ciudad de los canales y de las afinidades de sensibilidad cro- mática (no plástica ni espacial) . Indudablemente, junto a la con- cepción colorista del Ticiano de la última época, impregnada de espiritualidad, El Greco encuentra en el. Tintoretto la intuición del. claroscuro, la tendencia a desma- teri alizar la solidez plástica y la sensibilidad para los valores de la luz como extremo y débil con- fín entre materia y espíritu, entre realidad y apariencia (la Escue- la de San Roque se iniciaba en 1564). La fuerte carga "manieris- ta" del Tintoretto, además de los ejemplos de un José Salviati o de un Schiavone, empujaron aca- so al joven cretense a buscar los orígenes de esos valores en Roma. Y allí un mundo diverso se des- cubrió ante sus ojos: las antiguas ruinas, que colocará en el fondo de la Curación del ciego, de Par- ma; las obras de Rafael y de Mi- guel Ángel, exaltadas y contra- puestas por los fieles admirado- res y las numerosas fresquísimas decoraciones de los "manieristas" de la segunda y tercera genera- ción (Muziano, Tibaldi, Sermone- ta, Zuccari). Naturalmente, co- mo se trasluce por el relato de Mancini, el coloquio más profundo fue con el gran Miguel Ángel, con su dramaticidad y su potencia vi- sionaria. Es cierto que Mancini refiere la orgullosa propuesta del pintor de rehacer el Juicio de Miguel Ángel (Daniel de Volte- rra lo estaba retocando por or- den del Papa) "con honestidad y decencia...... y con buena pintura"; y esto podría tener el sabor de una anécdota, si no estuviera con- firmado por las reservas que so- bre Miguel; Ángel como pintor te- nía El Greco, según se las confesó en 1611 al escritor español Pache- co. Pero los dos testimonios con- cordes confirman que El Greco, ya ganado por el ambiente pic- tórico veneciano, admiró a Miguel Ángel, sobre todo, como escultor y arquitecto: lo prueban la cita- da Piedad, en la que es clara la derivación de un logrado grupo de Miguel Ángel, y los recuerdos que afloran incluso en sus obras tardías. También las seguras ten- tativas del Greco como arquitecto, que se reducen a los numerosos dibujos para altares (Toledo, Santo Domingo el Antiguo), evo- can la tensión y la libertad de interpretación de los cánones ar- quitectónicos propias de Miguel Ángel. Innumerables son las sugeren- cias que le vienen de los "ma- nieristas" tardíos, quienes le en- señan la composición tumultuosa, la elasticidad del espacio y las disonancias posibles en una ar- monía cromática canónica como era la veneciana. Los elementos estructurales y espaciales aludi- dos lo predisponen a una mayor comprensión de Tintoretto en su A 1i to rre tra to. segunda permanencia en Venecia, en la que el cromatismo venecia- no parece imponerse decidida- mente; los gérmenes tomados del "manierismo" parecen fructificar después, acaso vitalizados por el contacto con las decoraciones del Escorial. En efecto, la primera obra to- ledana segura, la Asunción de Chicago, de 1577, es, ante todo, veneciana por su esplendor colo- rista; y la sugestión del color y su potencia emotiva siguen estan- do intactas en esa primera obra maestra absoluta del Greco que es el Expolio, en la que la nota roja del ropaje de Cristo supera la poderosa orquestación cromáti- ca del conjunto; en esta gran obra se realiza, por primera vez, la consciente renuncia a la profun- didad espacial renacentista, para lograr la angustia opresiva de la multitud tumultuosa. Y otro ho- menaje al cromatismo veneciano, a la sugestión de ciertos empas- tes densos que poseen una mis- teriosa fluorescencia del color, lo encontramos en la coetánea esce- na del Escorial, que le fue encar- gada por Felipe II y que ha sido bautizada con diversos nombres. Adoración del nombre de Jesús es, quizás, el título más apropiado, tema exquisitamente contrarre- formista que El Greco desarrolló con singular fuerza poética y de evocación. El "modelo" para esta composición, sobre tabla, al óleo (mientras que, en general, sus estudios preparatorios eran del temple), se encuentra en Londres, en la Galería Nacional. Por su fuerza cromática, por el esplen- dor de su materia, semejante al esmalte y por ciertos detalles de composición, dicho modelo está to- davía muy cerca de la Corona- ción de Módena, aunque entre una y otra obra haya una dis- tancia de muchos años. Tal vez son, precisamente, la carga pasio- nal y la tendencia anticonformis- ta respecto al cromatismo vene- ciano lo que desagrada, de la obra del Greco, al enigmático Felipe II (quien no hace colocar sobre el altar al que estaba destinado el bellísimo Martirio de San Mauri- cio y la legión tebana, cuadro de un dramatismo que recuerda al de Pontormo). El Greco, al radi- carse definitivamente en Toledo, señor indiscutible del ambiente artístico de la ciudad, crea esa excepcional fusión entre un am- biente humano espiritualmente rico, un país extremadamente su- gestivo y su compleja personali- dad, impaciente por expresarse. En él fermentan elementos vita- les procedentes de áreas cultura- les diversas: el antinaturalismo bizantino, la cálida humanidad veneciana, la inquietud y la dra- maticidad "manierista". Supo do- minar estos elementos espiritua- les, que en la sociedad del am- biente toledano tuvo siempre pre- sentes y fueron capaces de dar medios expresivos complejos, pero coherentes, a su fantasía transfi- guradora. Nace así ese milagro de espiritualidad y de excelsa 46 / NORTE
  • 44. "Para el artista el pensamiento y el lenguaje son los instrumentos de su arte". creación figurativa que es el En- tierro del Conde de Orgaz, cuyo tema está basado en la leyenda de un noble caballero enterrado por San Esteban y San Agustín, que se aparecieron de improviso a los píos compañeros del difun- to, más edificados que horrori- zados por el milagro; un ángel lle- va a la gloria el alma del difunto, mientras sirven de unión, entre cielo y tierra, devotos y bienaven- turados. La reducción espacial a dos dimmensiones es evidente también en esta obra, realizada en 1586. Difícilmente fechables and annum son las numerosas obras ambiente; todo ello, al servicio de una expresividad de cuyo impacto afectivo es difícil sus- traerse. Bien por contestar las peticio- nes de sus clientes eclesiásticos, bien por atávica predisposición a una temática religiosa, bien por indiferencia a la "invención" tal como la concebían los "manieris- tas" ingeniosos y engañadores, El Greco desarrolla una serie res- tringida de temas: Anunciaciones, Bautismos de Cristo, Adoracio- nes de los pastores, Sagradas Fa- milias, Santos y Cristos, todos ellos caracterizados por una deci- ríodo italiano, es impresionante el camino recorrido, aunque éste ha- ya sido realizado con perfecta co- herencia. Sólo los grupos de las Sagradas Familias mantienen una cierta serenidad, una gracia que recuerda todavía la del Correg- gio o la del Parmesano, aun cuan- do captemos un presentimiento doloroso en el rostro de la Virgen de grandes ojos amortiguados por pesados párpados; pero en las Anunciaciones, el pintor renun- cia a toda evocación ambiental y espacial, y el sagrado anuncio se desarrolla en una atmósfera dra- mática que presenta un fondo de La agonía en el huerto. Londres, Galería Nacional. Para El Greco, pro fundamente religioso, este tema constituía una meditación dolorosa, una experiencia dramática. La an- gustia de la víctima voluntaria, anclada en la tierra por los desme- surados pliegues del ropaje, se pro- yecta sobre un paisaje en el que nubes y rocas se elevan, amenaza doras. producidas entre 1586 y los pri- meros años del siglo xvii; hemos citado ya, sin embargo, algún con- junto seguro, en torno al cual pueden reagruparse las obras de las madurez. En ellas volvemos a encontrar todos los caracteres delineados en la formación y en las obras maestras del primer pe- ríodo toledano, pero asistimos a una acentuación del progreso de desintegración de los valores re- nacentistas más patentes: equili- brio de la composición, propor- ción naturalista de la figura hu- mana, armonía entre hombre y dida verticalidad, la búsqueda de la emoción religiosa y la dramati- cidad edificante. La creación es siempre nueva por lo que se re- fiere a los valores cromáticos y a la sensibilidad por los detalles, que deberían ayudarnos en la difícil labor de discernir los cuadros por completo autógrafos de los reali- zados en colaboración o de las copias de taller, cosa que ni si- quiera la reciente y rica mono- grafía de Wethey consigue, como ha observado Roberto Longhi. Confrontando las realizaciones de este momento con las del pe- cielos tempestuosos y ángeles que parecen tragados por un torbelli- no: en las Adoraciones de los pastores sacrifica casi todos los detalles naturalistas referentes a los humildes acompañantes, para concentrar la atención en la Vir- gen y el Niño, del que irradia una gran luz, mientras el resto de la composición está envuelto en mis- teriosas tinieblas: los innumera- bles Cristos, a partir del bellísi- mo del Louvre, modelado con cui- dado y relativamente compuesto, son cada vez más alucinantes, retorcidos, descompuestos bajo el NORTE / 47
  • 45. 1 "Marcó una época con su pincel prodigioso". cielo tempestuoso, y se encuen- tran generalmente anclados en una colina en la que el rápido pincel evoca, con unos pocos rasgos, imágenes fantasmales de Toledo, que parece iluminada por un relámpago que rompe la noche. La tendencia a novelar la vida del Greco ha llevado a algunos escritores a acentuar el distancia- miento del pintor respecto a los demás, a hacer de él un "extran- jero" también en Toledo. Es pre- ciso recordar, sin embargo, que la ciudad, que había dejado de ser capital hacía pocos años y que estaba muy lejos de encontrarse en decadencia, había seguido sien- do un vivo centro cultural, y ello creó, sin duda, un ambiente fa- vorable al Greco, hombre de pro- funda cultura . Sabemos con cer- teza que su biblioteca contenía obras de clásicos griegos, latinos e italianos, tratados de pintura y de arquitectura, obras filosóficas (por ejemplo, el neoplatónico Pa- trizi, históricas, novelas y cuentos españoles. Los inventarios, redac- tados por Jorge Manuel, nos per- miten valorar la cultura de tipo humanista del pintor e imaginar su noble vida de intenso trabajo y de religioso recogimiento, inte- rrumpida, de vez en cuando, por reuniones con amigos de gran al- tura intelectual, escritores como 48 / NORTE Covarrubias y Pedro Salazar de Mendoza, poetas como Paravici- no, Angulo, y acaso Góngora y Cervantes. La única nota festiva en esta austera vida era la cos- tumbre que tenía, indudablemen- te veneciana , de alegrar su mesa con músicos (testimonio de Juse- pe Martínez , 1673), nota que nos sugiere asimismo la sensibilidad musical de este gran creador de atrevidos acordes cromáticos. Las sublimes obras de los últi- mos catorce años demuestran has- ta qué punto fue positivo el pro- ceso de decadencia de ciertos valores figurativos renacentistas, que no correspondían ya a la hu- inanidad que vivía a fines del si- glo xvi y a comienzos del xvir, y mucho menos a este genio soli- tario que, crecido en un ambiente marcado por el espiritualismo bi- zantino, y trasladado a una tierra de secular vida espiritual, Toledo, junto a las blancas sinagogas y a los monumentos mudéjares encon- traba, en esa sociedad capaz de producir místicos como San Juan de la Cruz y Santa Teresa, nuevas incitaciones a su fantasía, nue- vas ocasiones de fugas de lo real. Tan sólo el espacio vacío de la romana Capilla Paulina de Mi- guel Ángel, que atrae como un abismo, la riqueza de los empas- tes y la disociación cromática del cruel Marsias desollado de Ticia- La visión (le San Juan. Nueva York, Museo Me- tropolitano. Grande es la fascinación ele esta com- posición mística -en la qua san Juan contempla las almas de los mártires esperando las blancas tú- aticas qnc les traen los ángeles-, óónica en la uo^z,edad de sa inspira- ción y en sn estructura, que escapa a toda norma renacentista. 1 no, o las apariciones visionarias de la Cena de la iglesia veneciana San Jorge, del Tintoretto, son pa- rangonables con la dramática poé- tica realizada por El Greco de la última época. A los maravillosos retratos, fruto de esa comprensión profun- da del hombre, de su dignidad y de su fragilidad, de sus esforzadas victorias sobre tenebrosas poten- cias y de sus iluminaciones logra- das tras extenuantes búsquedas, yo añadiría sólo la bellísima serie de Apóstoles pintados por el ar- tista. La temática de este Greco del último período se hace más variada: no sólo vuelve a los te- mas dramáticos de la primera época, como la Purificación del Templo y San Francisco recibien- do los estigmas, o insiste en la Agonía del Cristo en el huerto o en las Lágrimas de San Pedro, sino que intenta nuevas y atrevi- das fantasías, como las variacio- nes sobre el Laocoonte, eterno interrogante sobre la condición humana y su incesante lucha; vuelven a aflorar temas de los Prisioneros de Miguel Ángel en las formas construidas con un denso empaste terroso, a las que sólo la luz y la sombra fijan un límite, y no una línea, dándonos así la sensación de vibrar en el espacio, de temblar por la tensión interior. Hermana de ésta es la composición sobre unos versícu- las del Apocalipsis de San Juan, que es como un testamento de la religiosidad severa y angustiada del Greco, y de su capacidad fi- gurativa, quintaesencia de las ex- celsas experiencias del pasado, pero capaz de ser plenamente comprendida en un lejano futuro. Ni el siglo xvrni, arcádico o ra- cionalista , ni el xix noeoclásico podían sentir y comprender el mensaje del Greco. El primer acercamiento se inicia con los ro- mánticos, se profundiza con los impresionistas, y se transforma en una revelación fulgurante con la sensibilidad expresionista que ma- dura en Europa en nuestro siglo. Sin duda, la revalorización del Greco es ya un hecho consuma- do, y su reconocimiento forma parte de nuestra comprensión de la pintura "manierista", de la que El Greco es la más alta y lograda expresión.
  • 46. La Asunción de la Virgen (1577-4.01 x 2.25 ni) - Chicago, Instituto de Arte - Realizada para el Convento de Santo Domingo cl Antiguo, ésta es la primera obra del Greco en Toledo. El espléndido cromatismo es típicamente veneciano, la interpretación de los cuerpos como masas tonales es del Ticiano, los cerrados grupos laterales evocan los mosaicos bizantinos.
  • 49. I,aocoonte 0610 - 1614 1.42 x 1.93 m) Washington, Galería Nacional El descubrimiento del famoso grupo estatutario griego impresionó a los artistas de la época del Greco; éste trató el tenia con espíritu religioso y dramático. Dos figuras asisten, impasibles, al castigo de Laocnonte, que yace ¡unto al hijo muerto, mientras el otro hijo lucha todavía. El Expolio (1579 - 2.85 x 1.73 in) - Toledo, Catedral - Esta es una coniposwci©n típicamente "manierista" por su verticalidad. El color es de extraordinaria potencia: sobre el juego refinado de reflejos predomina la mancha roja de la túnica de Cristo y contrastan los amarillos y los azules de las Pías Mujeres, cuyas miradas están fijas en el clavo que están poniendo en la Cruz.