El documento discute el potencial de la música y la creatividad para mejorar los procesos de diseño urbano. Propone que fomentar la creatividad y la percepción sensorial puede ayudar a crear espacios urbanos más humanizados y dinámicos. También explora cómo los elementos arquitectónicos como el volumen, la luz y el sonido pueden usarse de manera creativa para enriquecer la experiencia de los espacios.