La OMC se basa en principios como la protección sólo a través de aranceles, la prohibición general de restricciones cuantitativas, el arancel consolidado que limita a los estados, el principio de Nación Más Favorecida que otorga el mismo trato a todos los socios comerciales, y el Trato Nacional que exige igual trato a productos locales y extranjeros.