La pupila humana se dilata cuando algo nos gusta o nos interesa, y se contrae cuando algo nos desagrada. La dilatación de la pupila indica atracción o interés, mientras que la contracción sugiere hostilidad o mal humor. Aunque algunas personas pueden controlar voluntariamente el tamaño de su pupila, generalmente la dilatación o contracción es involuntaria y revela nuestras emociones genuinas.