El documento discute la naturaleza y la controversia de los libros apócrifos en la Biblia, señalando su falta de autoridad canónica y sus inexactitudes históricas. Se presenta la perspectiva de la Iglesia católica romana, que acepta ciertos libros apócrifos como deuterocanónicos, y se cuestiona la validez de sus doctrinas en contraste con la Sagrada Escritura. Además, se critica la dependencia de la tradición sobre la revelación divina y la prohibición de la Biblia al pueblo en contextos históricos.