El documento habla sobre el uso de retardos en milisegundos para dividir una voladura en múltiples detonaciones pequeñas. La selección correcta de los tiempos de retardos determina la máxima efectividad del explosivo y la minimización del daño a la roca. Los detonadores electrónicos son más precisos que los pirotécnicos, los cuales tienen una dispersión inherente.