Las creencias son pensamientos adquiridos a través de la experiencia y la socialización que influyen en cómo percibimos el mundo. No son estáticas sino que se van construyendo y transformando con el tiempo. Constituyen las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y el mundo. Es importante observar nuestras propias creencias para identificar las negativas y fortalecer las positivas, y crear un diálogo interno constructivo.