Este documento describe algunos de los hábitos espirituales de Jesús como modelo a seguir, incluyendo aislarse para orar, desafiar el statu quo, construir relaciones significativas, manejar la crítica de manera efectiva y confrontar cuando sea necesario para generar un cambio positivo. Siguiendo estos hábitos podemos fortalecer nuestra vida espiritual y mejorar nuestras interacciones con los demás.